La semana laboral de cuatro días empieza a dejar de ser una utopía

Publicado por: Julio Muñoz
02/04/2023 08:00 AM
Reprods.: 248
Imagen: Pexels. Mark Stebnicki.
Imagen: Pexels. Mark Stebnicki.

Aunque condicionada a ciertos sectores, los estudios realizados muestran que la reducción de horarios ofrece notables ventajas para los trabajadores y para las propias empresas con una clara mejora de la productividad y menor absentismo 

 

 

La mayor flexibilidad laboral exigida a raíz de la pandemia ha abierto las puertas de par en par al debate sobre la posible implementación de una semana de cuatro días laborables. Una propuesta no exenta de polémica al igual que ocurrió en 1983 cuando se implantaron las 40 horas semanales, pero cada vez más real. Poco a poco la idea está calando entre los trabajadores, sindicatos y las propias empresas. Es cierto que una semana laboral estricta de cuatro días puede ser un grave condicionante para empresas de determinados sectores o en determinadas áreas de negocio, pero también es verdad que en otros muchos casos podrían replantearse la posibilidad de ajustar sus horarios gracias a la tecnología para llevar a cabo las tareas más burocráticas y menos productivas. 

 

El objetivo, señalan los expertos, no es tanto defender una semana laboral de cinco o cuatro días, sino la forma en cómo la organización alcanza su punto óptimo de productividad en cada momento. Los argumentos de los defensores de las semanas de cinco días se reducen así a la mera tradición, al “porque” se ha hecha así siempre. 

 

Sin embargo, los estudios empiezan a reflejar notables ventajas tanto para trabajadores como para empresarios. Uno de los más recientes y exhaustivos ha sido el realizado por Capterra, empresa especializada en software empresarial, sobre flexibilidad en entornos de trabajo y semana labora de cuatro días.  

 

A través de una consulta a más de 1.000 empleados de pequeñas y medianas empresas, Capterra ha recopilado el sentir de la clase trabajadora de este tipo de compañías sobre varias cuestiones relacionadas con la organización laboral y la distribución horaria a lo largo de la semana.  

 

Según este estudio, aunque el proceso de implementación está siendo muy lento uno de cada cinco trabajadores, un 21 %, aseguran que su empresa ha empezado a incorporar la jornada laboral de cuatro días en algunos departamentos. Esta discreta mejoría no oculta, sin embargo, que todavía son mayoría (61 %) los que aseguran que esta medida ni siquiera se ha discutido en su organización empresarial. 

 

Una preocupante falta de iniciativa empresarial cuando el 88% de los empleados partícipes en la encuesta ha asegurado dice estar interesado en esta medida, incluso a costa de posibles sacrificios salvo en el tema del salario. De hecho, el 72% aceptaría un cambio de puesto con tal de beneficiarse de esta novedosa modalidad de trabajo. El 61% aceptaría el cambio, aunque suponga trabajar el mismo número de horas, mientras que un 32% solo ve con buenos ojos la propuesta si se reduce el número de horas a 32 semanales. Por último, tan solo el 7% aceptaría una reducción salarial por trabajar un día menos a la semana. 

 

En general, salvo para un 37 % de los encuestados, la semana laboral reducida tendría un impacto positivo en su bienestar tanto en la mejora del equilibrio de su vida profesional y personal como en una mayor capacidad para desconectar del trabajo.  

 

Consideran además que sería una medida beneficiosa para la empresa pues mejoraría el nivel de satisfacción de los trabajadores, según el 61 % de los encuestados, y elevaría la productividad, según un 41 %. Cuatro de cada diez consideran que se reducirían los costes de la organización empresarial y se respetaría más el medio ambiente.  

 

No obstante, la medida genera también ciertas reticencias ante los posibles inconvenientes para los trabajadores. La mitad de los encuestados temen que puede repercutir en jornadas laborales más extensa y en una sobrecarga de trabajo, mientras que al 37 % le preocupa la posible disminución de los ingresos salariales.  

 

Teletrabajo, una opción  

 

En su informe, Capterra también ha consultado a los empleados de pymes sobre el trabajo flexible y el smart working -o teletrabajo-. En este caso, los avances también están siendo más lentos de lo previsto, pese al impulso generado por la pandemia. Un 63% de los empleados trabaja a tiempo completo en la oficina y apenas un 6% de los mismos lo hace exclusivamente desde casa. El resto, el 31%, disfruta de un modelo híbrido en el que se combina el con la presencialidad en el puesto de trabajo. 

 

Casi dos de cada tres encuestados alega querer teletrabajar para ahorrar tiempo y dinero (65%) y para mejorar la conciliación (64%). En cuanto a los inconvenientes, el aislamiento (34%), la dificultad de hacer una separación entre la vida personal y laboral (35%), la falta de recursos de la organización empresarial (34%) y el empeoramiento de la comunicación con el resto del equipo (37%) son las respuestas más repetidas que han dado los empleados. 

 

En medio de este debate en España, en el Reino Unido se han puesto manos a la obra y han puesto un programa piloto en más de medio centenar de empresas para calibrar beneficios e inconvenientes. Y en principio, las noticias son muy positivas. El estudio ha puesto de manifiesto importantes beneficios para la salud y la productividad de los trabajadores tras la reducción. 

 

Los resultados iniciales permiten validar la idea de que es posible que las empresas reduzcan la semana laboral a 32 horas sin reducción salarial y manteniendo los niveles anteriores de rendimiento laboral. 

 

David Frayne, investigador asociado de la Universidad de Cambridge que trabajó en el ensayo, se ha mostrado muy animado por los resultados, “que muestran las muchas formas en que las empresas están convirtiendo la semana de cuatro días de un sueño a una política realista, con múltiples beneficios” tanto para trabajadores como para las empresas. “Creemos que hay muchas cosas aquí que deberían motivar a otras empresas e industrias a intentarlo”, según Frayne. 

 

El programa piloto fue fruto de la colaboración entre la organización sin ánimo de lucro 4 Day Week Global, la Campaña 4 Day Week del Reino Unido y el grupo de reflexión Autonomy. En él participaron unos 2.900 trabajadores de 61 empresas -desde organizaciones sin ánimo de lucro, fabricantes y empresas financieras hasta una pescadería- y se desarrolló entre junio y diciembre del año pasado. 

 

Aunque más de la mitad de las empresas declararon haber cambiado a todos sus trabajadores a una semana laboral de cuatro días, la única exigencia a las empresas era que ofrecieran a su personal una reducción «significativa» de horas. Es decir, se podía optar por semanas de cinco días con jornadas laborales más cortas u horarios que variaran en duración de una semana a otra, pero con una media de 32 horas semanales a lo largo de un año. 

 

Positivos resultados para trabajadores y empresas 

 

Medidas que tuvieron una amplia acogida por parte de los trabajadores. Los empleados declararon menos estrés laboral, menores tasas de agotamiento y mayor satisfacción en el trabajo. La mayoría de los empleados afirmaron trabajar a un ritmo más rápido. Hubo beneficios para la salud física y mental -el 46% de los empleados afirmó estar menos fatigado- y tres de cada cinco encuestados afirmaron que era más fácil compaginar el trabajo con las responsabilidades familiares. 

 

“Los resultados han sido en gran medida constantes en lugares de trabajo de distintos tamaños, lo que demuestra que se trata de una innovación que funciona en muchos tipos de organizaciones”, ha asegurado Juliet Schor, profesora del Boston College y principal investigadora del proyecto. 

 

Los ingresos aumentaron una media del 1,4% durante el período de estudio, según los datos de 23 organizaciones que los facilitaron. El absentismo se redujo y hubo menos probabilidades de que los empleados dimitieran durante el ensayo, a pesar de que tuvo lugar durante lo que se ha dado en llamar la Gran Dimisión, han destacado los autores del estudio. 

 

De las 61 empresas que participaron en el ensayo, 56 afirmaron que seguirían ofreciendo la semana laboral de cuatro días por el momento. Dieciocho dijeron que planeaban acortar la semana laboral de forma permanente. 

 

4 Day Week ya ha realizado ensayos similares en EEUU e Irlanda, con resultados similares, y pronto dará a conocer los resultados de proyectos piloto en Australia y Nueva Zelanda, Sudáfrica, Brasil, Norteamérica y otros lugares de Europa. Esperemos que esta iniciativa llegue pronto a España.  

 

Julio Muñoz es periodista de información económica y experto en comunicación. 

Vídeos de la noticia

Imágenes de la noticia

Categorías:
Tags:
Powered by WebTV Solutions