Las cuevas prehistóricas de Lupiana están abocadas a desaparecer a pesar de su interés histórico y turístico

Publicado por: Ana María Ruiz
15/07/2023 08:00 AM
Reprods.: 3.398
En las cuevas prehistóricas se han encontrado restos de cerámica de la Edad de Bronce//Imagen: Eduardo Pastor.
En las cuevas prehistóricas se han encontrado restos de cerámica de la Edad de Bronce//Imagen: Eduardo Pastor.

La falta de conservación y las inclemencias meteorológicas hacen mella en un conjunto en el que se han hallado restos arqueológicos que datan de la Edad de Bronce

 

A 800 metros de altura sobre el nivel del mar, dominando las vegas de los ríos Ungría y Matayeguas, a dos kilómetros de la localidad alcarreña de Lupiana, se encuentra el paraje conocido como 'El Castillo', un enclave privilegiado en el que se conserva un conjunto de cuevas prehistóricas en las que vivieron nuestros antepasados de la Edad de Bronce.


Resulta sorprendente que, a pesar de su interés histórico y turístico, este vestigio del pasado puede llegar a desaparecer sin haber sido objeto de estudios arqueológicos en profundidad, que podrían revelar no pocos secretos y datos relevantes sobre la historia de esta zona de la provincia. La falta de conservación, la especial morfología del terreno sobre el que se asienta y las inclemencias meteorológicas llevarán a su desaparición si no se adoptan las medidas oportunas. 

 

 'El Castillo'


El historiador Eduardo Pastor, relata para El Decano de Guadalajara que el paraje denominado 'El Castillo' ya aparece en relaciones topográficas de Felipe II como Castillo de RochaFrida. Sin embargo, no se trata de una edificación al uso: “No es un castillo que podamos entender como construcción medieval, que nunca lo nunca fue, sino que hace referencia al aspecto defensivo que tiene porque está en una zona alta de caliza situada entre las vegas del Ungría y el Matayeguas. Fue un lugar estratégico y defensivo muy importante porque, además de su posición elevada, sólo se tiene acceso desde la parte trasera, con lo cual se domina el espacio y apenas existen puntos débiles”, señala Pastor.

 


Además de su posición privilegiada, la fértil vega de los ríos Ungría y Matayeguas favorecía las actividades relacionadas con la agricultura, lo que convertían a la zona en un lugar interesante para el establecimiento de poblaciones. Según informa Eduardo Pastor, los estudios realizados por expertos han revelado que estuvo ocupado desde la Edad del Bronce hasta la llegada de la civilización romana. 

 


A pesar de que los vecinos siempre han conocido la existencia de cuevas en la zona, fue en la década de los 80 cuando el catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Alicante, Juan Manuel Abascal Palazón, realizó unas prospecciones en la zona en la que se recogieron restos arqueológicos en superficie. Sobre la mesa de caliza de El Castillo encontró restos cerámicos adscribibles al Bronce Tardío, del 1.700 al 1.100 antes de Cristo. “Se encontraban dispersos por toda la zona pero no se supo si había algún tipo de construcción o no al no tratarse de una excavación propiamente dicha”, ha manifestado el historiador. 

 


En los años 1992 y 1996, el arqueólogo Manuel Ruiz Pérez realizó dos nuevas prospecciones en las que encontró diversidad de cerámicas, algunas de Bronce Tardío y otras que incluso podrían ser islámicas: “Dado que los restos no eran homogéneos sacó la conclusión de que se debería hacer una excavación en toda regla para saber si existía un yacimiento unitario”, ha recordado Eduardo Pastor. 

 

Algunos de los restos eran muy interesantes por el tipo de decoración: cerámica pintada, con acanaladuras, engobe o incisiones. Algunas estaban trabajadas a mano y otras a torno. Entre las piezas encontradas se recopilaron vasos, una urna, un plato de cerámica gris adornado con partículas de cuarzo, así como restos de tinajas y orzas, Además, en Horche, en el paraje de La Galiana, se hicieron otras prospecciones en las que se encontraron cerámicas de la misma época e incluso cerámica celtíbera. Junto a estos fragmentos se hallaron otros más recientes en el tiempo, de la Edad del Hierro, un momento que en la provincia de Guadalajara está dominada por la cultura Celtibérica. “Una excavación en toda regla de la mesa de 'El Castillo' aportaría de forma definitiva las interrogantes que estos fragmentos nos plantean”, concluye Ruiz Pérez.

 

El paraje de 'El Castillo', al fondo, domina las vegas del Ungría y el Matayeguas y tuvo gran importancia como lugar defensivo//Imagen: Eduardo Pastor.
El paraje de 'El Castillo', al fondo, domina las vegas del Ungría y el Matayeguas y tuvo gran importancia como lugar defensivo//Imagen: Eduardo Pastor.

 


Cabe destacar que sobre la mesa caliza, en la zona que se une con el monte, la más débil defensivamente, se construyó una torre, posiblemente circular, de la que se conservan los cimientos y parte de las primeras filas de piedra. Tampoco se conoce su origen, aunque podría datar de la Edad Media. 

 


En ninguno de los estudios realizados en las cuevas más accesibles existe constancia de que las cueva puedan albergar restos de pinturas o arte rupestre. Aunque también es una incógnita.

 


En cuanto a la presencia del hombre, el arqueólogo apunta en sus estudios que “partimos de la hipótesis de que este lugar fue ocupado ya en la Edad del Bronce por pequeños grupos humanos agricultores y ganaderos que se aprovecharon de las óptimas condiciones que el valle del Ungría les proporcionaba, una presencia que se puede datar hasta la llegada de la cerámica a torno, ya en la Edad del Hierro”. No se han hallado hasta el momento elementos materiales romanos tales como sigillata lo que permite pensar que este lugar fue abandonado en el momento del contacto con el mundo romano. “En cualquier caso, la excavación de El Castillo quizás permitiera la individualización de unidades de asentamiento y la aproximación cronológico-cultural del yacimiento”, afirma. 


Las cuevas, en peligro


Según relata Pastor, las cuevas se encuentran en una zona de mesa caliza con presencia de elementos como la arenisca, la argamasa y la arcilla. Dado que el estrato de caliza es soluble en el agua, el tiempo fue erosionando la zona “dando lugar a varias cuevas, algunas más grandes y otras más pequeñas, en las que existen indicios de haber sido explotadas en la prehistoria para la obtención de sílex. Las cuevas fueron utilizadas por los pastores hasta el siglo XX para recoger ganado, dormir en verano y guarecerse de la lluvia. 

 

Las cuevas se han utilizado hasta el siglo XX como refugio de pastores//Imagen: Eduardo Pastor.
Las cuevas se han utilizado hasta el siglo XX como refugio de pastores//Imagen: Eduardo Pastor.

 


El acceso a las mismas es totalmente libre. De hecho, aparece como zona de interés en las rutas senderistas que recorren la zona. Sin embargo, se trata de un lugar que hay que visitar con cuidado, ya que el material calizo que da forma a las cuevas está continuamente transformándose. Y ese es precisamente el principal problema de las cuevas y que podría llevar a su desaparición:  “La caliza es un material que continuamente se está transformando y en los últimos años ha habido desprendimientos”, afirma Eduardo Pastor. De hecho, existía una cueva enorme cuya bóveda se vino abajo en el año 2000 debido a las fuertes lluvias y a una gran nevada. Según apunta el historiador, los desprendimientos han sido continuos a lo largo de la historia “y eso es imparable porque la caliza poco a poco se diluye y desaparece. Y los fenómenos atmosféricos juegan en contra. Si no se explota arqueológicamente, poco a poco desaparecerá”, sentencia. 

  

Blanca del Río, alcaldesa de Lupiana, se lamenta de que las cuevas y El Castillo no se hayan podido explotar a nivel arqueológico, y turístico, lo que supondría un revulsivo económico y cultural para el municipio: “No se ha llegado a explotar porque nadie se ha interesado por ello. No se conoce ni se da a conocer y a nosotros nos interesaría que se explotara porque se encuentra en una zona fantástica, con una excepcional vista de los valles del Hungría y el Matayeguas. Ojalá se diese a conocer y lo pudiésemos explotar como atracción de turismo junto a nuestra iglesia de San Pedro Apóstol y nuestra picota, ambas del siglo XVI, el monasterio de San Bartolomé y nuestros espectaculares paisajes”.  

 

Los expertos que han realizado prospecciones en la zona consideran interesante llevar a cabo excavaciones arqueológicas//Imagen: Eduardo Pastor.
Los expertos que han realizado prospecciones en la zona consideran interesante llevar a cabo excavaciones arqueológicas//Imagen: Eduardo Pastor.

 

Vídeos de la noticia

Imágenes de la noticia

Categorías:
Tags:
Powered by WebTV Solutions