Las botargas se visten de verano para mantener la tradición

Publicado por: Marta Perruca
13/08/2023 08:00 AM
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Botarga de Aleas. Imagen: Ruta de las Botargas
Botarga de Aleas. Imagen: Ruta de las Botargas

Las próximas citas tendrán lugar el 15 de agosto, en Aleas, pedanía de Cogolludo, y el 2 y el 3 de septiembre, con las botargas y danzantes de la Fiesta del Niño Perdido en Majaelrayo

 

Las botargas son personajes de invierno, pero la evolución de la tradición y las circunstancias de los pueblos, que en verano recuperan un latido aletargado el resto de año y se llenan de gente, han desplazado la fecha de algunas de estas manifestaciones en la provincia de Guadalajara. Esto también ha permitido alargar en el calendario la Ruta de las Botargas que mantiene la Diputación Provincial, gracias a la implicación de la Asociación Tradición Oral, que recorre 42 pueblos de nuestra geografía, con un total de 44 manifestaciones, ya que Robledillo de Mohernando tiene tres, con tradiciones distintas: Los Vaquillones, la botarga de Casados y la Botarga Infantil.

 

Tal y como recuerda la presidenta de la Asociación, Isabel Nolasco, los orígenes de estas figuras, declaradas como Fiesta de Interés Provincial y desde el año pasado, también como Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de inmaterial, son muy remotos. Probablemente se remontan a nuestros ancestros prerromanos, los celtíberos: “Estamos hablando de tradiciones precristianas y rituales paganos muy relacionados con el cambio de estación y el solsticio de invierno, con el paso de la oscuridad a la luz y la fertilidad de la naturaleza y el ser humano”. Con la llegada del Cristianismo estas tradiciones se asumen con las festividades del calendario santoral.

 

Las botargas de verano arrancan con el Festival Medieval de Hita, que este año se ha celebrado entre el 30 de junio y el 2 de julio, declarado de Interés Turístico Nacional, que también se ha convertido en un punto de encuentro de estos personajes. De hecho, apunta Nolasco, el Libro del buen amor del Arcipreste de Hita ya menciona las botargas; continúa el 26 de julio con la recién incorporada botarga de Múduex; la de Beleña de Sorbe, que tradicionalmente sale por la Candelaria, el 2 de febrero, tiene una segunda salida el 6 de agosto; el 15 de agosto, tiene lugar la de Aleas, pedanía de Cogolludo, declarada Fiesta de Interés Provincial y los días 2 y 3 de septiembre se celebra la Fiesta del Santo Niño con las botargas y los danzantes de Majaelrayo, también de Interés Provincial.

Festival Medieval de Hiita.
Festival Medieval de Hiita.
Botargas y danzantes de Majaelrayo
Botargas y danzantes de Majaelrayo

Esta última manifestación estival en Majaelrayo se celebraba originalmente el tercer domingo de enero, pero al tratarse de un pueblo con tradición ganadera, muchos vecinos del pueblo no podían asistir, por encontrarse pastoreando el ganado en tierras extremeñas, por lo que a principios del siglo XIX se trasladaba al primer domingo de septiembre.

 

“Las botargas de Majaelrayo se acompañan de unos danzantes extraordinarios que tienen muchos siglos de tradición. La indumentaria y los bailes se han conservado a lo largo del tiempo y además se celebra dentro de un entorno maravilloso como es el Pico Ocejón y la Arquitectura Negra con lo que se convierte en una cita obligada para los amantes de la provincia de Guadalajara y de las botargas”, valora.

 

De la misma manera, explica Nolasco, “originariamente estas fiestas, principalmente las botargas de Beleña de Sorbe y Aleas, no eran en agosto. Se han trasladado de su fecha original para mejorar la afluencia de público”. La presidenta de las Asociación Tradición Oral apunta que este tipo de cambios en el calendario de las festividades tiene que ver con el fenómeno de la despoblación que sufren la mayoría de los pueblos de la provincia, en muchos de los cuales apenas vive un puñado de vecinos durante en invierno, por lo que se fijó la fecha fundamentalmente en agosto para que la tradición sobreviviera.

 

Muduex recupera su botarga, que tradionalmente salía el 26 y 27 de julio

Un caso particular es la Botarga de Muduex, que tradicionalmente salía el 26 de julio, en el marco de las celebraciones de la festividad de Santa Ana, y el 27 de julio, por San Pantaleón. Un personaje que los vecinos del pueblo y el Ayuntamiento acaban de recuperar, gracias a la iniciativa de Antonio Nieto Tejedor, gran amante de la historia y tradiciones de la localidad, con el apoyo de la Diputación y la Asociación Tradición Oral y con un gran esfuerzo, ya que este personaje no salía desde el año 1856: “Nos hemos llevado una gran alegría, porque era un trabajo muy complicado. Existían muy pocos datos y la documentación es escasa debido a la quema de los archivos, durante diversos episodios de la Guerra Civil”, comenta Isabel Nolasco.

 

La experta relata que el trabajo ha sido “magnífico” y, de hecho, el informe para la recuperación de esta botarga viene avalado por Antonio Herrera Casado, presidente de la Asociación de Cronistas de la Provincia de Guadalajara: “Testimonios orales no hay, porque las personas que la tenían en su memoria ya fallecieron. Existe el testimonio del Prefecto Abad, que con más de 90 años dejó dicho que además del día de Santa Ana, también salía el día de después, por San Pantaleón, pero nos hemos tenido que remontar a las relaciones topográficas de Felipe II y a la poquita documentación que tenía el Arquivo Histórico de Guadalajara para recuperar los datos de la fiesta”.

 

Tal y como explica la experta, la fiesta original incluía la botarga y unos danzantes, “pero como no había vestigios de la indumentaria, ni de los bailes, lo que se ha hecho es darle un poco a la imaginación y recuperar la botarga en función a elementos comunes de otras fiestas similares”. Sin embargo, no descartan que la figura de los danzantes pueda incluirse en la fiesta en un futuro.

 

Lo que sí se sabe es que la tradición estaba ligada a una romería que se realizaba a la ermita de Santa Ana de la localidad, que en el año 1855 sucumbía a la desamortización general de Madoz, lo que fue el detonante que puso fin a la tradición: “La ermita dejó de ser patrimonio del municipio y se perdió la romería en la que participaba todo el pueblo, incluidos sus animales, la botarga, los danzantes. Esa fiesta se trasladó a la iglesia que hay dentro del pueblo, pero al eliminar el recorrido también se perdió la tradición de la romería, con sus juegos tradicionales y una serie de elementos, entre los que se encontraban la botarga y los danzantes, limitándose a la celebración de la misa y la procesión por las calles del pueblo”.

 

De esta manera, el pasado 26 de julio se volvía a encender la mecha de la fiesta con el rumor de las dulzainas de los dulzaineros de La Picota junto con el grupo de bailes y la botarga.

 

Para la elaboración de su traje, la artífice, Jimena, tuvo en cuenta las altas temperaturas de estas épocas veraniegas: “Lo que es la indumentaria y los motivos que rodeaban a ese personaje los ha mantenido, pero normalmente suelen ser trajes gruesos con tela de paño, más invernales, y en este caso se ha utilizado una tela de gabardina, con lo que el resultado es estupendo y al mismo tiempo, más cómodo para el botarga”. Asimismo, indica, en Beleña de Sorbe también cuentan con un traje adaptado al verano “con una tela más versátil”.

 

Botargas de Majaelrayo. Imagen: Ruta de las Botargas
Botargas de Majaelrayo. Imagen: Ruta de las Botargas

Recuperar tradiciones para mantener vivos los pueblos

A lo largo de la última década han sido numerosas las botargas recuperadas del olvido en la provincia de Guadalajara. De hecho, adelanta Nolasco, ya se está trabajando en la recuperación de otras dos manifestaciones, que prefiere no desvelar, para mantener el misterio. Para la etnóloga, esta tendencia pone de manifiesto el arraigado sentimiento de identidad que existe en muchos pueblos pequeños de la provincia, una herramienta fundamental en estos tiempos para garantizar la continuidad de esos núcleos de población donde la mayoría son segundas residencias.

 

Ese arraigo cultural, que ahora se alimenta también con los reconocimientos de la Diputación Provincial y de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, a través de las declaraciones de Fiesta de Interés Provincial y de Bien de Interés Cultural (BIC) inmaterial, tiene que seguir impulsándose hacia arriba. “La idea es asociarnos con otras plataformas a nivel nacional, que es un proyecto que ya está en marcha, para llegar a ser Patrimonio de la Humanidad de la Unesco”, adelanta Nolasco. La intención es trascender las fronteras de nuestro país y generar lazos con otras manifestaciones semejantes a nivel internacional. “No es nada descabellado, porque manifestaciones como las botargas existen en todo el mundo. En Checoslovaquia, por ejemplo, existen museos de personajes muy similares a los nuestros. En Castilla y León, sin ir más lejos, tienen Mascarávila, un proyecto que nació con cinco pueblos con mascaradas y han acabado siendo siete y es un proyecto muy importante”. No es un objetivo a corto plazo, “pero en un futuro no muy lejano creo que la declaración como Patrimonio de la Humanidad es algo que está totalmente al alcance de nuestras botargas”.

Botarga de Beleña de Sorbe. Imagen: Ruta de las Botargas
Botarga de Beleña de Sorbe. Imagen: Ruta de las Botargas



El hecho de que la mayoría de botargas sigan retomándose y celebrándose en invierno es un acicate para los pueblos de una provincia eminentemente rural: “En verano es muy fácil hacer algo y que la gente venga al pueblo, pero en invierno es cuando verdaderamente queda ese poso cultural. Cuando uno va al pueblo en invierno es porque ese pueblo le gusta y verdaderamente lo quier y el hecho de que se sigan manteniendo vivas fiestas con siglos de antigüedad es algo que no creo que se dé en muchos sitios del mundo, ni de España”, comenta. En este sentido afirma que sí que hay lugares dentro de la Península Ibérica donde se conservan manifestaciones parecidas, conocidas como mascaradas, “pero estamos hablando de núcleos poblacionales enormes en comparación con los municipios que tenemos aquí, que la mayoría tienen menos de 100 habitantes”.

 

Con este telón de fondo, la investigadora hace hincapié en la importancia de la tradición a la hora de dotar de vida a los pueblos de la provincia más allá de la época estival. “No hay que olvidar que los pueblos necesitan gente durante todo el año y que el invierno tiene una gran riqueza cultural en nuestra provincia, con muchísimas tradiciones muy interesantes”, afirma Nolasco. “Nuestra generación somos los que tenemos el poder de que un pueblo no desaparezca y estas fiestas pueden ayudarnos a que eso no pase”, concluye.

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