El invierno demográfico en España genera desequilibrios económicos y pone en riesgo las pensiones

Publicado por: Julio Muñoz
03/09/2023 08:00 AM
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Image: Moncloa.
Image: Moncloa.

La mayor esperanza de vida y la abrupta caída de la natalidad está provocando importantes desequilibrios en el mercado laboral y una fuerte presión sobre el sistema de Seguridad Social. Castilla-La Mancha se sitúa por encima de la media en España en cuanto a la falta de jóvenes. Un problema que requiere medidas drásticas. 

 

La caída de la natalidad sitúa a España como el segundo país de la Unión Europea con menor número de nacimientos. Con una media cercana a los 84 años, también se encuentra entre los cinco países del mundo con mayor esperanza de vida. Dos factores que unidos generan grandes desequilibrios en el mercado laboral y en la economía. No en vano, en nuestro país se contabilizan 133 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16. Una proporción que sigue acelerándose a un ritmo desbocado.  
 

El mercado laboral se ve notablemente afectado por esta tendencia. Los conocidos como "baby-boomers", la generación más numerosa de la historia, ya supera la franja de los 55 años, engordando la proporción de personas sénior en nuestro país.  
 

El número de trabajadores senior se ha convertido en la principal fuerza laboral, con un peso creciente que seguirá siendo dominante en los próximos años hasta tal punto que se ha convertido en un asunto estratégico para la economía en un contexto de envejecimiento récord en el que la media de edad de la población es cada vez mayor. 
 

Crece el número de trabajadores sénior 
 

Paradójicamente, los trabajadores de esta edad se enfrentan a los mayores prejuicios y estereotipos en el mercado laboral que les conduce a afrontar una de las mayores tasas de inactividad, al desempleo de larga duración o a jubilaciones forzosas y anticipadas. “Todo un contrasentido, teniendo en cuenta que la edad de jubilación tiende al alza, siendo la contribución sénior clave para la competitividad del país” apunta Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco. 
 

A día de hoy se contabilizan 4,85 millones de personas activas mayores de 55 años. Es decir, casi 5 millones de personas sénior tienen trabajo o lo buscan en España, que suponen el 20 % del total de la fuerza laboral cuando hace apenas una década apenas representaban el 13 %. En diez años las personas de esta franja de edad han experimentado un crecimiento del 62 % en la última década, en 2013 se contabilizaban 3 millones y en los últimos años se ha incrementado un 147 % en los últimos 20 años; en 2003 había 1.965.500 personas mayores de 55 años en activo.  
 

Por Comunidades Autónomas, Castilla y León (24,9 %), Asturias (23,7 %) y Euskadi (23,1 %) son las regiones con una mayor proporción de personas sénior (mayores de 55 años) entre el total de la población activa. Castilla-La Mancha con un 20,5 % se sitúa por encima de la media que sigue en aumento y roza el 20 %. El en otro platillo de la balanza se sitúan Baleares (18,8 %), Murcia (18,9 %) y Andalucía (19,1 %). 
 

En serio problema que puede poner en un brete la estabilidad económica del país en un futuro no muy lejano. La falta de relevo generacional, en especial en lo que se llaman la España vaciada cuya población activa tiene una media de edad cada vez mayor, es una de las cuestiones más preocupantes. 
 

Las empresas tendrán dificultades para cubrir las jubilaciones 
 

En concreto, el 35,7 % del tejido empresarial cree que tendrá grandes dificultades para sustituir a los empleados que se jubilen debido a la falta de personal formado en su área de negocio. Algunos de los sectores más afectados serán “la construcción, el transporte, la industria o la hostelería”, según un informe de Infoempleo y el grupo Adecco 
 

Apenas el 3,9 % de la población española tiene menos de cinco años. El segundo peor dato de la Unión Europea. El cambio de hábitos entre los jóvenes está provocando que el número de nacimientos sea insuficiente para reemplazar a las personas fallecidas. No en vano, la tasa de fecundidad en España apenas alcanza 1,3 niños por mujer, una de las más bajas del mundo. 
 

Esto conduce a una disminución de la población y, por tanto, a una menor fuerza laboral disponible. Eso sin contar otros efectos como una mayor presión sobre el sistema de la seguridad social. En este mes de agosto recién terminado la Seguridad Social ha destinado la cifra récord de 12.039,2 millones de euros al pago de la nómina ordinaria mensual de pensiones contributivas, un 10,9 % más que en igual mes de 2022.  
 

Resulta especialmente chocante que conforme crece la población activa sénior, también lo hace la inactiva. Es decir, las personas que no buscan trabajo. Una situación concordante con el envejecimiento de la población, que da cuenta el desaprovechamiento de la fuerza laboral más veterana. El número de inactivos tiende a incrementarse cada año, y más desde el punto de inflexión de la pandemia cuando no pocos trabajadores sénior se vieron abocados a la jubilación. Este hecho contrasta con la necesidad de prolongar la vida activa, en un contexto de envejecimiento sin precedentes. 
 

Los profesionales jóvenes escasean y, al mismo tiempo, sigue imperando la discriminación laboral por edad, con lo que la fuerza laboral se reduce a una franja cada vez más ajustada, complicando el pago de las pensiones. 
 

Una preocupante realidad que obliga adoptar una política familiar transversal de amplio recorrido con la combinación de medidas fiscales, ayudas de vivienda, mejores salarios y apoyo a la conciliación de la vida laboral y familiar, junto a un mayor apoyo al talento sénior que permita garantizar un relevo generacional más progresivo y racional.   


Julio Muñoz es periodista de información económica y experto en comunicación. 

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