Pinilla de Jadraque quiere conocer mejor su monasterio

El Ayuntamiento de Jadraque ha organizado una visita a San Salvador, el próximo jueves, 7 de septiembre, con el fin de divulgar su importancia y valores pretéritos

El patrimonio de Guadalajara es muy extenso. A lo largo y ancho de la provincia se distinguen monumentos centenarios e –incluso– milenarios. Y para muestra, el caso de Pinilla de Jadraque, en cuyo término municipal se domicilian las ruinas de un antiguo monasterio cisterciense. Se trata del cenobio de San Salvador, creado a inicios del siglo XIII, para religiosas del Císter –aunque más tarde fue ocupado por monjas calatravas–. El edificio se sitúa junto al río Cañamares, en el 'Sotiello de Hacham'.

Nos encontramos ante un conjunto monumental muy desconocido en el territorio arriacense, pero no por ello fue menos importante. Todo lo contrario. Tuvo un gran impacto en el devenir castellano a través de los siglos. Para estimular su conocimiento, se ha organizado el próximo jueves, 7 de septiembre, una visita al lugar, con el fin de divulgar su importancia y valores pretéritos.

La expedición saldrá ese mismo día, a las 9:30 horas, desde la estación de bus 'Cuatro Caminos', de Jadraque. Desde allí, partirá el autocar que llevará a los interesados hasta Pinilla. Desde esta población, la concurrencia dará un breve paseo para llegar a los vestigios del antiguo complejo religioso. Será una caminata de un kilómetro y 800 metros de longitud, que –según los cálculos de los organizadores– se completará en media hora.

Una vez en el cenobio, se ha programado un recorrido y explicación a las ruinas del mismo, a cargo de especialistas en la materia. Los impulsores recomiendan a los asistentes llevar un tentempié y bebida, para reponer fuerzas durante la visita. Así, se dará a conocer un poco más a fondo la historia y el patrimonio de la comarca. Las inscripciones se pueden hacer presencialmente hasta el miércoles 6 de septiembre –entre las 9.00 y las 14.00 horas– en el Ayuntamiento de Jadraque. Igualmente, los interesados se pueden apuntar en el correo electrónico: ayuntamientojadraque@hotmail.com.

La cuota de colaboración es muy popular. Ascenderá únicamente a dos euros, que se abonarán durante la subida del autobús. La organización de la iniciativa ha corrido a cargo del Ayuntamiento y la parroquia jadraqueños. Una propuesta que se ha impulsado para estimular la divulgación y la difusión de la historia, la cultura y el patrimonio comarcal y provincial. ¡Todo un lujo!

El monumento

Este cenobio fue fundado en 1218 por Rodrigo Fernández de Atienza y su mujer María para monjas del Císter. Posteriormente, fue ocupado por profesas calatravas, que reconstruyeron el primitivo conjunto, "de estilo Románico, poniendo al norte una gran puerta adovelada con escudos de la Orden de Calatrava, del Emperador Carlos y del fundador del Císter, San Bernardo", aseguran desde Hispania Nostra, una institución especializada en la preservación del patrimonio español. "El emplazamiento presenta pinturas tardogóticas, claustro, canecillos". A pesar de su riqueza, fue abandonado a finales del XVI.

El ábside de sillarejo calizo es, sin duda, “el elemento más llamativo del lugar”. Tanto en el mismo como en los muros de la nave de la iglesia “podemos encontrar un buen número de canecillos románicos lisos”. "Tan sólo hay uno que se sale de la norma y muestra un curioso personaje que se lleva las manos a la cabeza", explican desde la referida entidad.

"Aún hoy, contemplamos el vano geminado que debía dar acceso desde el claustro a la sala capitular, y en el muro norte del presbiterio se ve una pequeña y coqueta portada con su vano de medio punto apoyando en gruesas cornisas", indican los historiadores. "En la mencionada puerta a la sala capitular encontramos un capitel decorado con sencillas palmetas y rosetas. También se adivinan capiteles foliáceos en lo que queda del arco triunfal".

Debido a su precario estado de conversación, el referido monasterio se encuentra incluido en la Lista Roja de Hispania Nostra.