Un increíble mundo en miniatura en el corazón de La Alcarria

Publicado por: Ana María Ruiz
11/11/2023 08:00 AM
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La casita de muñecas más pequeña del mundo puede admirarse en el Museo.
La casita de muñecas más pequeña del mundo puede admirarse en el Museo.

Brihuega acoge desde casi 13 años el Museo Mundial de Miniaturas del Profesor Max, el único de estas características que existe en España

 

No todo son lavanda y toros en Brihuega. Además de atesorar un magnífico patrimonio que hizo merecedora a la villa de la declaración de Conjunto Histórico Artístico hace 50 años, existe un lugar en el que lo pequeño se hace grande. Se trata del Museo Mundial de Miniaturas del Profesor Max, ubicado en el Convento de San José, fundado por los franciscanos en el siglo XVII. 


Este espectacular edificio, situado en el Prado de Santa María, junto a la Muralla briocense, alberga en su interior una increíble colección de objetos cuyo tamaño es minúsculo y hace sentir al visitante como un verdadero Gulliver en el país de Liliput. 


José Javier Sánchez Elegido, propietario del Museo y sobrino del Profesor Max, nos acompaña durante la visita. Nos cuenta que en la actualidad se exponen, en más de 60 vitrinas, alrededor de 30.000 piezas procedentes de todo el mundo: África, América, Sudamérica, Reino Unido, Francia, Rusia, China, Japón y España. 


Casitas de muñecas, zapatos, pinturas, esculturas, manuscritos y un largo etcétera de verdaderas obras de arte en miniatura y microminiatura de los mejores artistas miniaturistas del mundo, convierten a este Museo en el único de sus características en toda España: “Ahora hay otros que nos han ido copiando. En Kiev hay uno con 12 vitrinas y 12 piezas, la obra de un solo artista. Pero aquí hay obras de muchos autores de los cinco continentes, que nos han hecho merecedores de varios premios a nivel nacional, además de poseer cuatro récords Guinness a las piezas más pequeñas, homologados en Francia”, asegura José Javier.  


El Profesor Max, un briocense aventurero adelantado a su tiempo


El precursor del Museo, el conocido como Profesor Max, fue Juan Elegido Millán. Nacido en Brihuega en 1913, fue un aventurero y un incansable viajero. Estudió Medicina, profesión que ejercía su padre en la villa. De él aprendió parte de los principios de la hipnosis médica. “Le veía en su gabinete y se dio cuenta de que él tenía dotes para el hipnotismo”, relata José Javier Sánchez. La Guerra Civil truncó la finalización de sus estudios. Después de la contienda, viajó por España ejerciendo de maestro nacional y practicante. 


Pero su espíritu aventurero le llevó a buscar nuevos horizontes. Se marchó a África donde estuvo cerca de ocho años. Su forma de vida era la magia, pero empezó a especializarse en el hipnotismo, algo muy nuevo para la época. Fue el primero y el único en hacerlo por la radio, en el programa de Bobby Deglané, en 1952: “Le hizo un reto para hipnotizar a través de las ondas y fue un éxito sin  precedentes”, recuerda su sobrino. 

 

Cartel anunciador de los espectáculos del Profesor Max.
Cartel anunciador de los espectáculos del Profesor Max.


Su pasión por las miniaturas tiene mucho que ver con sus viajes. En todos los países que visitaba adquiría objetos pequeños “porque, según decía, le cabían en su maleta de mago y, además, eran más baratos”, señala José Javier. Cuando regresó a España volvió con 12 baúles y unas 35.000 piezas. Con ellas, montó una Casa Museo que sólo era visitable por amigos y parientes. En marzo de 1972 inauguró el primer Museo Mundial de Miniaturas ‘Carromato de Max’, en Mijas (Málaga) con una pequeñísima parte de su colección. “Fue el primer Museo que se instala a nivel mundial. Fue un éxito sin precedentes y un guiño a su vida de viajero, en carromato como viajaban antes los cómicos”, destaca José Javier Sánchez. 


En 1975 la Diputación de Guadalajara le concede el galardón de la Abeja de Oro, del que se sentía tremendamente orgulloso. Lamentablemente, ese mismo año, el 20 de diciembre, falleció en un fatal accidente de tráfico cuando viajaba de Bernidorm a Mijas. 


Su hermana, María Rosa Elegido Millán, madre de José Javier, cogió el relevo de su hermano, quien le había transmitido su pasión por las miniaturas. En 1975, junto a su marido, Luis Sánchez Sevilla, abre el segundo Museo del Mundo dedicado a las miniaturas y microminaturas en Guadalest (Alicante), llamado ‘Mundo de Max’. La familia siguió adquiriendo nuevas piezas y acumulando premios y distinciones por su labor en pro del turismo y del reconocimiento del miniaturismo como arte. ”Mi madre consigue cuatro récords Guinness a las piezas más pequeñas, homologados en Francia”, destaca Sánchez Elegido. “Tenemos el retrato más pequeño del mundo en la cabeza de un alfiler, la escultura más pequeña del mundo con un toro y un torero en la cabeza de una cerilla y la casita de muñecas más pequeña del mundo, del tamaño de un dedal”. Este segundo Museo obtuvo la Placa al Mérito Turístico de la Costa del Sol, primer museo de España en obtener esta distinción.  

 

Un toro y un torero en la cabeza de una cerilla.
Un toro y un torero en la cabeza de una cerilla.

Casi 13 años en Brihuega


Cuando murió María Rosa, su hijo decidió trasladar el Museo de Alicante a Brihuega, ya que la ilusión de su madre era montarlo en su pueblo natal. El Ayuntamiento les cedió el edificio del Convento de San José y, tras varios años de obras, abrió sus puertas a finales de 2010: “Antes de la lavanda ya estábamos nosotros aquí, luchando por Brihuega”, afirma José Javier. 

 

En la exposición se pueden encontrar verdaderas maravillas, que abarcan desde la Edad de Piedra hasta nuestros días. 

 

La prótesis dental más pequeña del mundo.
La prótesis dental más pequeña del mundo.


Las que más llaman la atención de los visitantes son, lógicamente, las más pequeñas: un ave tallada en la cabeza de un fósforo; dos pulgas disecadas de artesanía mejicana vestidas de novio y novia, ‘La Última Cena’ de Leonardo Da Vinci dibujada en un grano de arroz; un ajedrez de marfil del siglo XVIII; un manuscrito en el canto de una tarjeta de visita; el retrato de Andrés Bello pintado en la cabeza de un alfiler; las siete maravillas del mundo pintadas en una lenteja, el globo terráqueo y las banderas del mundo, pintados sobre la cabeza de un alfiler, etc. 


Además, se puede admirar la casita de muñecas más pequeña del mundo decorada con todo lujo de detalles; una gran colección de zapatos de todas las épocas y estilos, muchos de ellos artesanales; cabezas de jíbaros; una colección de perros en distintos materiales, uno de ellos, el más pequeño a nivel mundial tallado en vidrio; esculturas en tiza, algas, jabón y chicle; unas escrituras en un sello; chinos de porcelana; la prótesis más pequeña del mundo; una pajarita de papel de Miguel de Unamuno; mosaicos italianos; piezas de barro fenicio y flechas de la Edad de Piedra, que son las piezas más antiguas de la colección, y un sinfín de miniaturas más, elaboradas por los más importantes miniaturistas del mundo. 

 

Las siete maravillas del mundo en una lenteja.
Las siete maravillas del mundo en una lenteja.

 

El Museo sólo expone 30.000 de las más de 60.000 que poseen sus propietarios. “Estamos intentando ampliar pero no hay espacio, no entran las cosas porque tenemos mucho. Por ejemplo, aquí podemos ver dos casas de muñecas pero hay 11 más. Y escenas sólo hay 7 de las 25 que tenemos guardadas”. Entre esas piezas que aguardan ver la luz se encuentran el hueso de un hombre, donde su hijo talló un cristo, “una pieza única”, o una reproducción ‘La maja desnuda’ de Goya en el ala de una mosca. 


“Este Museo, único en el mundo, es un atractivo más para Brihuega, una guinda muy original, algo muy distinto a lo que hayan podido ver”, concluye José Javier Elegido. 

 

Dentro de la minúscula cajita se exponen las dos pulgas vestidas de novia y novio.
Dentro de la minúscula cajita se exponen las dos pulgas vestidas de novia y novio.

 


Una vez que sus actuales gestores fallezcan, su legado pasará a ser propiedad del Ayuntamiento de Brihuega con el objetivo de que la iniciativa que nació hace más de media década de manos del Profesor Max pueda continuar siendo admirada. 


El horario de visitas al Museo es de martes a viernes, de 12:30 a 14 horas y de 16:30 a 18:00 horas. Los fines de semana abre de 11:30 a 14 horas y de 16 a 19:30 horas.

 

Entre la colección de zapatos hay verdaderas obras de arte artesanales.
Entre la colección de zapatos hay verdaderas obras de arte artesanales.

 

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