El Ayuntamiento de Guadalajara ultima durante estos días la instalación de las luces de Navidad. En las jornadas de ayer y de hoy, los transeúntes del centro observaban cómo los operarios municipales se afanaban en colgar los conjuntos luminosos del Paseo de las Cruces o en levantar el enorme pino de luces de la Plaza de Santo Domingo. Sin embargo, el año pasado por estas fechas ya se respiraba el ambiente navideño por las calles y plazas de la ciudad. Concretamente, desde el 26 de noviembre, cuando se accionaba ese botón mágico que cada año enciende la Navidad. Madrid procedía al encendido el pasado 23 de noviembre y en Alcalá de Henares está previsto para mañana, 1 de diciembre. No obstante, en Guadalajara tendremos que esperar hasta el martes, 5 de diciembre, coincidiendo con la víspera del puente de la Constitución.
Esta circunstancia se ha dejado notar en los negocios de hostelería y, en menor medida, en el comercio local, quizá porque los consumidores tienden a apurar más las fechas para realizar las compras de los regalos. Sin embargo, los negocios hosteleros acusan la falta de clientes, la oscuridad y desolación de estos días en los que, en otros años, se respiraba ya el ambiente de la Navidad.
De hecho, en el Paseo de San Roque los bares y terrazas se lamentan de que, al menos por el momento, no hay ni un sólo adorno navideño y echan en falta Navilandia, que ya desde el mes de noviembre, cuando comenzaba el montaje de las atracciones, se dejaba notar en la caja.
“El año pasado estaba todo precioso. Ahora vemos que está puesto todo por los alrededores, pero apagado, y esto que es el Paseo, por donde pasa mucha gente, no ponen ni luces y para colmo, la mitad de las noches las farolas no funcionan. A las fechas que estamos, no han puesto una sola bombilla”, afirma Nacho, regente de el bar El Paseo. “Dicen que hay que ahorrar y que la Navidad tiene que ser más cristiana y familiar y no entiendo que eso se consiga en penumbra. Además, ahora todo el alumbrado viene con bombillas led, que apenas consumen”, añade. El ambiente navideño, para este hostelero, invita a los vecinos a disfrutar de la ciudad y a consumir en la hostelería: “Hay una diferencia de más del 30 por ciento en caja y en la afluencia de gente, con respecto al año pasado por estas fechas. De hecho, yo ahora mismo tengo un trabajador y medio menos, que ahora está en el paro”, apunta.
“Se supone que el Ayuntamiento tendría que aspirar a mejorar cada año y no a hacer las cosas peor”, afirma otro establecimiento, que apunta que durante estos días las terrazas se ven vacías, cuando el año pasado había otro ambiente.
“Lo están comentando todo el mundo estos días”, afirma Sandra desde la cafetería Menta Canela. “Esto parece un bosque, sin luz (…) He visto que han puesto alumbrado en el Parque de la Concordia y en Santo Domingo, pero aquí no. La verdad es que yo sólo llevo dos años acá y no sé muy bien cómo son las tradiciones, ni cuándo se encienden las luces, pero esto se ve muy triste. A partir de las 19.00 o 20.00 horas ya no se ve movimiento”, comenta. Además, opina que con la ausencia de Navilandia, “obviamente se va a ver menos movimiento de gente”.
Desde la Churrería La Farola, frente al Parque de la Concordia, su responsable, Holgar Sandoval, no considera que le afecte el que las luces se enciendan un día u otro, pero afirma que el año pasado “trabajamos muy bien con Navilandia. A ver cómo vamos este año… Nos tendremos que conformar con lo que venga”, se resigna.
La pastelería Flor y Nata de Guadalajara abría sus puertas hace nueve meses por lo que es la primera Navidad que trabajan. Sin embargo, señalan que “no hace falta tener una experiencia previa para saber que la Navidad atrae gente y sin lugar a dudas, si hay más ambiente navideño, hay más negocio”, afirma Yasmina.
De igual manera, el el bar “90’s Coffee & Tapas”, en la Plaza de Santo Domingo, también encuentra perjuicios en el retraso del encendido en la medida en que el calor navideño que aportan las luces siempre se deja notar en la afluencia de clientes: “Apenas entra el aire de la Navidad por esta plaza, se llena el bar. Empieza a haber más actividades; la gente viene a ver las luces y eso se nota. Es muy diferente a ahora mismo que es muy reducida la cantidad de gente que viene a vernos, al menos entre semana”. En este sentido, también se lamentan del cerrojazo a Navilandia porque “nosotros estamos en un lugar privilegiado y cualquier evento que se realiza nos beneficia mucho al negocio”. Para Newman, el mes de noviembre es “uno de los más grises, más vacíos y más bajos en ventas, en lo que es la hostelería en general. En diciembre esperamos que suban las ventas y las luces tienen una relación directa con esa subida de negocio en esta época”.
En lo que se refiere al comercio local, la Librería Cobos, por ejemplo, no encontraría diferencia alguna en el volumen de ventas. Mientras en la Joyería y Relojería Tejedor sí que perciben cierto cambio a partir del momento en el que el centro se viste de Navidad, “porque la gente pasea más, ve los escaparates y siempre compra alguna cosilla” y, en este sentido, Javi y Raúl, los responsables del negocio, consideran que “cuanto antes se enciendan las luces, mejor”.
Por último, Miguel Ángel y Fernando, desde la tienda de regalos Ferman, entienden que en estas fechas es irrelevante que las luces de Navidad estén encendidas o apagadas: “Si estuviéramos a primeros de diciembre y no las hubieran encendido, evidentemente, sí nos afectaría, pero el 5 de diciembre me parece una fecha más o menos oportuna”, indica Fernando. Para estos pequeños comerciantes lo que sí marca la diferencia es la programación de eventos en las plazas y calles del centro: “Casi es preferible para nosotros que organicen actividades como, por ejemplo, la que hicieron en los Jardines del Palacio del Infantado porque la gente fluye hacia abajo. Hacer algo en las Cruces, en la Concordia, en la Plaza del Jardinillo, en la Plaza de Santo Domingo… Eso atraería gente hacia el centro, que es lo que a nosotros nos interesa, aunque no digo yo que a otros les interese que las hagan en otro sitio”, opinan.
