Hasta 36 localizaciones de botargas, vaquillones, diablos, mascaritas, mojigangas, chocolateros, danzantes y han participado este año en este desfile inaugural
El pasado sábado 3 de febrero Guadalajara volvía a llenarse de color y diversión con la celebración del Caranaval 2024, un año que viene cargado de novedades y que llegará a todos los barrios de la ciudad.
Hasta 36 localizaciones de botargas, vaquillones, diablos, mascaritas, mojigangas, chocolateros, danzantes y han participado este año en este desfile inaugural, con la botarga y el grupo de mascarones como anfitriones y con los Hamarrachos de Navalacruz, de Ávila como botarga invitada.
Las botargas de Alarilla, Aleas, Almiruete, Cabanillas del Campo, Cogolludo, Fuencemillán, Gajanejos, Hita, Humanes, Luzaga, Luzón, Majaelrayo, Málaga del Fresno, Mazuecos, Membrillera, Mohernando, Montarrón, Muduex (recuperada el año pasado), Peñalver, Razbona, Riba de Saelices, Ribaredonda, Robledillo de Mohernando (Casados), Robledillo de Mohernando (infantil), Romanones, Salmerón, Taracena, Tórtola de Henares, Valdenuño Fernández, Valdesaz, Villares de Jadraque, Villaseca de Uceda y Yélamos son las que han acompañado este estreno tan colorido del Carnaval en Guadalajara, con todas las calles y la plaza Mayor abarrotadas de público.
La alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos, acompañada por una nutrida representación de la corporación, daba la bienvenida a esta amplia participación de botargas “que son bien Cultural inmaterial, porque más allá de estos vistosos trajes y cencerros, hay una larga tradición oral, conservada de generación a generación, que da valor a cada símbolo que portáis y lo liga a nuestra tierra y a aquellos de los que hemos heredado nuestras costumbres, de las que nos sentimos orgullosos, y también la fiesta”.
Antes de dar paso al pregonero, Guarinos invitaba a todos los vecinos a participar en todas las actividades preparadas para el Carnaval y en los concursos de disfraces que se celebraran el próximo fin de semana “con un cien por cien de diversión, pero con responsabilidad”.
Pepe Sanz, el pregonero también nos inivitaba a “celebrar la vida con el Carnaval”, antes de quitarse la máscara y descubrir su identidad, aunque una veintena de vespas al pie del escenario, ya daban la pista.
“El Carnaval se presenta como el escenario perfecto para hacer una pausa en la rutina, para sumergirnos en la diversión y el colorido y para que la camaradería y la alegría florezcan”, insistía le pregonero, que cerró su discurso con vivas a Guadalajara y la Virgen de la Antigua y al Carnaval.
Con la canción del Aliguí, y las botargas de Guadalajara, etando a las autoridades a pescar al vuelo, “con la mano no con la boca sí”, el higo del Manda, se ponía fin al pregón del Carnaval, que tuvo entrega de reconocimientos para las nuevas botargas, para la botarga invitada y también para el Grupo de Mascarones que lleva desde el año 1986 impulsando el Carnaval en Guadajara, reconocimiento que recogió Carmen Dorado, como una de las socias fundadoras.