Pablo Schapira es el director de la iniciativa de Rewilding “Sistema Ibérico Sur” que pretende preservar un amplio territorio en el Alto Tajo, la Serranía de Cuenca y los Montes Universales (Teruel), al mismo tiempo que impulsar el desarrollo socioeconómico de la zona, a través de la recuperación de procesos naturales y especies silvestres
Pablo Schapira ha dejado atrás un proyecto de conservación en África y acaba de mudarse con su familia a Molina de Aragón, en pleno corazón de la despoblación, para dirigir la iniciativa “Sistema Ibérico Sur”, que está desarrollando la fundación Rewilding Europe, con sede en Holanda y presencia en 17 países, a través de la Fundación Española de Renaturalización (Rewilding Spain) como socio local, sobre más de 850.000 hectáreas del Parque Natural del Alto Tajo, la Serranía de Cuenca y los Montes Universales (Teruel).
The Iberian Highlands, como se conoce en inglés, se presentaba recientemente en Cuenca, con actuaciones muy innovadoras, como la introducción de tauros y caballos semi-salvajes para promover la limpieza de los bosques, ante el retroceso de la ganadería extensiva o la recuperación de especies como el buitre negro, el águila quebrantahuesos o el lince ibérico, entre otras acciones.
Apenas lleva un mes viviendo en la zona y Schapira se muestra convencido y entusiasmado con el enorme potencial de esta región para el desarrollo del proyecto, que pretende impulsar la preservación del espacio natural y, al mismo tiempo, el desarrollo socioeconómico de la zona, a partir de la recuperación de procesos naturales y especies silvestres.
Un territorio del que valora su gran biodiversidad y las extensas superficies de bosques “prístinos” surcados por cañones y barrancos, prácticamente únicas en Europa, donde aparecen muy fragmentadas por ciudades, carreteras u otras infraestructuras, algo que, según afirma, han advertido las visitas de expertos de Rewilding Europe, procedentes de otros países donde estos bosques tan continuos no existen.
El director de la iniciativa Rewilding “Sistema Ibérico Sur” hace mucho hincapié en la dimensión socioeconómica de la iniciativa, que ya está fijando población a través de cada una de sus actuaciones y espera ser, además, un motor para el emprendimiento relacionado con actividades de naturaleza, e insiste en que la financiación proviene de fondos privados, algo que, según explica, no es muy frecuente en España, pero sí en el resto de Europa y en el mundo, donde la intervención de fundaciones en el desarrollo de proyectos sociales, culturales, medioambientales, etc., está a la orden del día.
Más que un simple proyecto, Schapira prefiere hablar de iniciativa, porque la palabra proyecto le sugiere un plan de duración determinada y a corto plazo, mientras el planteamiento de Rewilding es un compromiso a 20 años, que el director entiende que es el plazo “mínimo” para obtener resultados.
- Gran parte de la superficie donde se va a abordar la iniciativa de Rewilding en el Sistema Ibérico Sur se encuentra en el Parque Natural del Alto Tajo ¿Por qué han elegido este territorio?
Hay dos cuestiones. La iniciativa arranca de la mano de Rewilding Europe, que funciona con lo que llaman candidaturas, es decir, alguien del territorio que llama a la puerta de Rewilding Europe para proponer una zona que tiene potencial para la renaturalización y donde hay agentes que tienen esa intención, comparten esa visión y quieren implicarse.
En este sentido, partió del Parque Natural del Alto Tajo, que a través de personas que ya conocían a Rewilding Europe, presentaron esta zona natural con un potencial enorme y mostraron su interés como administración en apoyar una posible iniciativa en todo el territorio, teniendo en cuenta la experiencia de Rewilding Europe, que lleva diez años en diferentes países, con distintas iniciativas, que están funcionando muy bien.
Entonces, Rewilding Europe hizo una visita y un estudio preliminar del territorio. Esta zona del Parque Natural del Alto Tajo y también, de la Serranía de Cuenca, contaba con un factor importante, que es la predisposición de la gente del territorio, porque la organización no va allí donde no haya nadie que apoye estos proyectos.
Pero cuando se hizo el estudio preliminar se vio que también tenía un potencial muy grande, porque se trata de una zona enorme de bosques, áreas que son difíciles de encontrar a nivel europeo de manera tan continua, donde además, la densidad de población es bastante baja, con lo que todo lo que son actividades, no sólo de restauración de sistemas, sino de potenciación socioeconómica, pueden beneficiar mucho más al territorio y a las personas, por el hecho de que es más fácil generar un impacto positivo en la economía del área cuando hablamos de este tipo de escalas.
“Rewilding Europe funciona con lo que llaman candidaturas, es decir, alguien del territorio llama a su puerta para proponer una zona que tiene potencial para la renaturalización y donde hay agentes que tienen esa intención, comparten esa visión y quieren implicarse”
- Una de las cuestiones que más llama la atención es que esta iniciativa pueda funcionar con fondos privados…
Rewilding Europe, cuando tiene una zona interesante, prepara proyectos y, para ello, cuenta con diferentes tipos de financiadores, sobre todo a nivel privado. Esto no pasa tanto en España, pero sí en otros sitios de Europa o del mundo. Yo vengo del ámbito de la conservación en Africa y allí el tema de la financiación con fondos privados procedentes de fundaciones es muy habitual. En este caso, la mayoría de los fondos vienen del programa The Endangered Landscape Programme (Programa de Paisajes en Peligro) de la Universidad de Cambridge, aunque en realidad provienen de la Fundación Arcadia, que pertenece a una compañía privada que produce tetra briks. Esta compañía tiene otras fundaciones que se dedican a proyectos sociales, de naturaleza o conservación. Tienen otros proyectos en Europa, pero eligieron éste como uno de los principales, aunque también están financiando una iniciativa en Portugal y otra en Croacia.
Asimismo, vienen fondos de otra fundación privada: “Cartier for Nature” de los relojes Cartier, que también han dado dinero para los próximos tres años. Ellos financian muchos proyectos a nivel internacional y, aunque hasta ahora no estaban muy metidos, se están focalizando en proyectos de conservación en Europa.
Rewilding Europe busca mucho apoyos en fundaciones privadas, empresas y en instituciones a través de las ayudas a las que puede concurrir como proyectos Life o convocatorias de la Fundación Biodiversidad, pero la parte privada es importante y tiene la ventaja de que es mucho más flexible a nivel de implementación y uso de los fondos. Además, posee una visión a largo plazo también muy interesante.
Ahora mismo tenemos 2,7 millones de euros para los próximos tres años, que es lo que tenemos comprometido con estas dos fundaciones y Rewilding Europe también pone algo de dinero. La idea es buscar más financiación, porque hay una serie de actividades que ya se han aprobado y una vez estemos en el territorio, identificaremos otras que se puedan llevar a cabo.
“Rewilding Europe busca mucho apoyos en fundaciones privadas, empresas e instituciones a través de las ayudas a las que puede concurrir como proyectos Life o convocatorias de la Fundación Biodiversidad, pero la parte privada es importante y tiene la ventaja de que es mucho más flexible a nivel de implementación y uso de los fondos”
- ¿Y cuál es el interés que ha podido despertar un territorio como el Alto Tajo, muy despoblado y que todavía se percibe como bastante desconocido, en esos inversores extranjeros?
Las organizaciones privadas que quieren invertir en conservación se fijan mucho en el potencial de conservación, biodiversidad o en el beneficio para la sociedad de los proyectos. No tanto en si hay mucha o poca gente. Se presenta un proyecto y ellos evalúan si les parece interesante, factible, si va a generar un desarrollo socioeconómico en la zona, si realmente va a haber un impacto en los servicios, si hay soporte a nivel institucional o local…
Yo creo que el Alto Tajo y la Serranía de Cuenca son zonas que hay que poner en valor, porque son increíbles a nivel de ecosistemas, de los bosques, los cañones de los ríos… Es realmente espectacular la dimensión del espacio natural que hay aquí. Cuando viajas por otros lugares de Europa, te das cuenta de que este tipo de espacios no existen. Cada vez quedan menos.
Están llegando visitas de Rewilding Europe para conocer la zona. Gente que viene de Holanda, de Portugal, etc., y nos manifestaban que estos espacios, con esta magnitud, no los encuentran en sus lugares de procedencia, donde están completamente fragmentados por ciudades, poblaciones, carreteras… Aquí los tenemos prístinos, hablando dentro de un marco europeo, y hay que ponerlos mucho en valor porque son muy importantes.
“Están llegando visitas de Rewilding Europe para conocer la zona. Gente que viene de Holanda, de Portugal, etc., y nos manifiestan que estos espacios, con esta magnitud, no los encuentran en sus lugares de procedencia, donde están completamente fragmentados con ciudades, poblaciones, carreteras…”
- Además, parte de esas 185.000 hectáreas donde se encuentran trabajando, las correspondientes a la Comarca de Molina-Alto Tajo, están declaradas como Geoparque Mundial de la UNESCO, que también es una iniciativa que se fundamenta en la conservación y el desarrollo local ¿Tienen previsto colaborar y establecer sinergias con los gestores de esta figura?
Vamos a contar con ellos, definitivamente. Una de las cuestiones de la parte de desarrollo socioeconómico es ver todos los agentes que ya están trabajando en el territorio; conocer qué es lo que se está haciendo y ver cómo se puede potenciar y ayudar a que esas iniciativas, esos negocios o esas rutas sean más funcionales.
El área es muy grande y hay mucha gente haciendo cosas, pero no están conectados entre ellos. Igual se podrían generar productos y sinergias para que la gente que viene a hacer turismo a una zona supiera que a una hora de aquí puede hacer una ruta en bicicleta; o que en otro lugar puedes hacer una visita a una zona geológica importante; o que del otro lado hay unas personas que han reintroducido caballos salvajes o que aquí tenemos un proyecto con buitres negros…
Entonces, una de las cosas que queremos hacer es intentar ver cómo podemos poner de acuerdo a todos los actores del territorio.
También comunicar a la gente que Rewilding Europe tiene una herramienta por la que cualquier empresa privada que quiera poner en marcha un negocio basado en la naturaleza puede optar a unos créditos, porque la organización tiene un pool de dinero que puede dedicar a este tipo de proyectos, que además estudian caso por caso, dependiendo del tipo de negocio, si hay interés muy bajo, mínimo o prácticamente inexistente, antes de iniciar la actividad.
La idea es poder poner estas herramientas al alcance de todos los actores del territorio para ayudar y ver cómo se pueden generar otras iniciativas, como rutas ecoturísticas. Por ejemplo, en el campo de la ornitología las iniciativas son prácticamente inexistentes, cuando el potencial es enorme.
- Hablan de una iniciativa a largo plazo con una proyección a 20 años ¿Cuáles son los cambios que se pretenden llevar a cabo sobre el terreno y la visión que tienen de este territorio transcurrido ese tiempo?
Hay una visión inicial, que se genera cuando se pone en marcha una iniciativa de este tipo, pero es muy genérica, porque en una primera fase todavía no se conoce mucho el terreno, pero la visión ideal de la zona es que en el futuro se pueda tener un espacio ecológico, donde se tengan redes protegidas y bien conectadas; donde tengas unos procesos ecológicos bien restaurados. Con ello nos referimos a que ahora mismo faltan una serie de animales que cumplen una función ecológica, por ejemplo, el herbivorismo. Ahora, como la ganadería extensiva ha disminuido tanto, tenemos montes que están sucios, porque no hay animales que los limpien, por lo que tenemos que restaurar esos niveles ecológicos trayendo animales que hagan esa función. Faltan carroñeros y por eso estamos trabajando en la reintroducción del buitre negro… La idea es tener un sistema lo más restaurado posible, donde las personas del territorio se beneficien de esta economía basada en la naturaleza, que permita un desarrollo socioeconómico, fijar población y mejorar sus condiciones de vida.
“La idea es tener un sistema lo más restaurado posible, donde las personas del territorio se beneficien de esta economía basada en la naturaleza, que permita un desarrollo socioeconómico, fijar población y mejorar sus condiciones de vida”.
- ¿Y cómo exactamente se da ese salto: del proyecto de renaturalización y conservación de la naturaleza, a las iniciativas que realmente fijen población y garanticen el futuro de los pueblos de esta zona?
Primero, hay cuestiones muy directas. Tenemos una serie de actividades que se están desarrollando en la zona y generan puestos de trabajo directos para personas que están en el territorio. Por ejemplo, en Peralejos de las Truchas, donde está el proyecto del buitre negro, ya hay dos personas trabajando a tiempo completo en el mismo, que de otra forma no tendrían trabajo, con lo que eso ya fija a esas personas en el territorio.
Cada una de las acciones que iniciamos generan puestos de trabajo: Los caballos que hemos introducido en la finca de Solanillos en Mazarete requieren de una persona que se tenga que encargar de los animales, de cuidarlos, monitorearlos, de comprobar que esté todo bien cada vez que salen. Igual que los tauros en Frías de Albarracín (Teruel). Hay una persona que es del pueblo de toda la vida que ahora tiene un trabajo a tiempo completo cuidando de esos animales y eso es sólo el principio.
Yo mismo me he ido a la zona a vivir con mi familia, porque esta iniciativa está aquí. Otra persona como Basi, que vive en Cobeta y es ingeniero forestal, ahora tiene trabajo con nosotros y tiene una familia con niños, que está viviendo en la zona. Eso genera también una economía, porque tienes gastos, en materias primas y equipamientos.
Pero además, con todo lo que comentaba sobre impulsar actividades basadas en la naturaleza, se van a generar seguro puestos de trabajo relacionados con este ámbito o por lo menos vamos a conseguir que si antes un turista venía a la zona dos días, ahora va a tener muchos más alicientes para quedarse tres, cuatro o cinco. O una persona que llega a Albarracín, por ejemplo, podrá tener conocimiento allí de que hay un programa de reintroducción de buitre negro o de caballos semi-salvajes. Todo esto va a ir generando una dinámica que pretende también fomentar que la gente quiera emprender un negocio y crear puestos de trabajo.
“Cada una de las acciones que iniciamos generan puestos de trabajo (…) Yo mismo me he ido a la zona a vivir con mi familia, porque esta iniciativa está aquí”
- Precisamente, esta actuación de reintroducción de caballos semi-salvajes en la finca de Solanillos (Mazarete) es cuanto menos curiosa ¿por qué han apostado por trabajar con esta especie?
Hay que decir que caballos que se consideren salvajes con certificado creo que sólo existen en Extremadura, concretamente un grupo de caballos pottoka que la Consejería de allí les ha dado ese certificado. El caballo que hemos traído aquí es de una raza denominada “serrano” que está en peligro. El objetivo es que puedan hacer un trabajo de limpieza de montes, de herbivorismo, porque ya no hay ganadería extensiva que lo haga. En esta zona de Solanillos se quemaron unas 15.000 hectáreas (en el incendio de Riba de Saelices, de 2005). Ahora se está regenerando, pero debido a esta falta de herbivorismo, no se regenera como debería y no hay ese mosaico forestal que debería haber, porque el bosque se genera con una densidad demasiado alta, que no ayuda a la biodiversidad de la zona. Por lo tanto, hay que traer algún herbívoro que haga ese trabajo, ya que sólo quedan aquí algunas ovejas que tiene un pastor.
Podían ser caballos o tauros, que también harían esa función, pero en este caso aprovechamos que había necesidad de proteger esos caballos que son originarios de la Península Ibérica. Están manejados ahora mismo como ganado, porque la ley es la que es y no nos permite hacerlo de otra manera, pero la idea es, si es posible legalmente, que en un futuro se pueda intentar tener una certificación como caballos salvajes, porque manejar este tipo de caballos que no tienen ningún tipo de lucro y que sirven solo para limpiar el bosque se vuelve una actividad muy costosa cuando tu cabaña requiere de una serie de directrices como son recoger a todos tus caballos, revisar los chips, vacunas, test, análisis… que es lo que piden para la ganadería. Una vez que se obtiene el certificado como semi-salvaje o salvaje esas limitaciones ya no están ahí, por lo que el manejo es mucho más económico.
“En esta zona de Solanillos se quemaron unas 15.000 hectáreas. Ahora se está regenerando, pero debido a esta falta de herbivorismo, no se regenera como debería y no hay ese mosaico forestal que debería haber”
- Otra de las iniciativas que se prevén es la reintroducción del lince ibérico como uno de las especies que encabezan la cadena trófica de la fauna de nuestro país…
Es una reintroducción en inicio experimental, porque hay una densidad baja de conejos y queremos ver, en un ambiente controlado, cómo se adaptan los linces ibéricos a una densidad baja de conejos, pero una densidad muy alta de herbívoros ungulados, como corzos, ciervos… Se ha visto en otras zonas que el lince, a falta de conejos, se puede alimentar de esos animales y queremos documentarlo bien para ver si se puede hacer una reintroducción más adelante, a mayor escala.
- Por otro lado, uno de los objetivos de esta iniciativa es crear bosques más resilientes al cambio climático ¿Cómo se va a trabajar en este aspecto?
Hemos estado identificando, junto con gente del Gobierno regional, una serie de bosques más antiguos de largo crecimiento, que a nivel ecológico son muy importantes y tenemos que ver de qué manera podemos ayudar a protegerlos. Como entidad privada no tenemos autoridad para proteger ningún tipo de espacio, pero podemos hablar con los propietarios de estos bosques, ya sean públicos o privados, para ver cómo podemos llegar a acuerdos. El objetivo es que esos bosques, que a nivel ecológico y de resiliencia son muy importantes, si hay planes para talarlos en un determinado plazo de tiempo, en lugar de ello se generen esas reservas más resilientes al cambio climático, a cambio de buscar los mecanismos para compensar económicamente esa ganancia que se tendría si se cortaran.
“Como entidad privada no tenemos autoridad para proteger ningún tipo de espacio, pero podemos hablar con los propietarios de estos bosques, ya sean públicos o privados, para ver cómo podemos llegar a acuerdos”.
- Hablamos de iniciativas de renaturalización, pero ¿Rewilding va a intervenir de alguna manera con el patrimonio cultural?
También es posible. Yo creo que tenemos que poner en valor, no sólo la parte de biodiversidad, sino también el patrimonio cultural. Creo que la única manera de generar una economía en la zona es juntar todo. El atractivo de la zona no sólo son los animales, ni la ecología, sino también la geología, la parte cultural, que es espectacular en el territorio: Ver los castillos, los castros celtibéricos, los grabados rupestres… Todo eso debe integrarse en circuitos de ecoturismo. Es muy interesante y tenemos que apoyar ese tipo de actividades para poner en valor todo el área.
- Entonces, ¿Rewilding llega para quedarse en este territorio?
Esa es la idea. El compromiso es claro y es a largo plazo. Por eso Rewilding nunca habla de proyectos, que dan la imagen de cosas a corto plazo. Ellos crean iniciativas como Sistema Ibérico Sur que son a largo plazo. Se comprometen por 20 años, que es el plazo mínimo para obtener realmente unos resultados.
