Las inmobiliarias se encuentran frente a la espada y la pared. Por un lado, se las exige más inversión para construir viviendas y, por otro lado, se les restringe el crédito y las facilidades para poder promover proyectos. Una de las pocas soluciones frente a esta pescadilla que se muerde la cola es el micromecenazgo o la inversión colectiva
La subida de los tipos de interés y las mayores exigencias a los bancos para reducir niveles de riesgo por parte del Banco Central Europeo están contribuyendo a frenar la concesión de créditos. Uno de los sectores más afectados por estas restricciones está siendo el sector promotor justo en un momento en el que, paradójicamente, se le exige una mayor actividad para ayudar a paliar la falta de vivienda, sobre todo en España.
Para salvar estas restricciones, las promotoras estás encontrando en el 'crowdfunding' una tabla de salvación para mantener a flote su actividad. A nivel mundial, esta fórmula para financiar proyectos inmobiliarios se ha convertido en una alternativa clave. España, aunque aún sigue a la zaga en este tipo de soluciones innovadoras, poco a poco se va incorporando a este un modelo de financiación colectiva, micro mecenazgo, a partir de las donaciones, préstamos o inversiones que realizan pequeños inversores.
Así lo recoge wecity.com, proveedor de servicios de financiación participativa. Esta firma superó los 60 millones de euros de financiación por esta vía en España durante el pasado año. Eso supone más que duplicar la cifra en volumen de financiación respecto al año anterior ante el creciente interés de los inversores que a cambio reciben una recompensa o participación de algún tipo en los beneficios de la empresa.
Esta evolución pone en evidencia el auge del 'crowdfunding' en el sector inmobiliario español como alternativa al endurecimiento de las condiciones de la banca para financiar proyectos inmobiliarios. Igual que ocurre en otros sectores, la tecnología está liderando y acelerando el ritmo del sector inmobiliario.
Al respecto Antonio Mañas, CEO de wecity.com. apunta a que "las tendencias se están centrando en la incorporación de las nuevas tecnologías para facilitar la democratización de las inversiones. Lo que antes eran canales de fondeo identificados y poco ágiles, hoy en día conviven con el crowdfunding que facilita financiaciones más rápidas, más certeras, más transparentes y menos intermediadas para los promotores".
Una tendencia que sigue los pasos del sector internacional. El 'crowdfunding' inmobiliario acumuló más de 45.200 millones de euros en 2022, frente a los 36.000 millones de euros acumulados a finales de 2021, lo que supone un importante crecimiento del 25,5%, según datos recogidos en el último informe sobre crowdfunding inmobiliario elaborado por el Observatorio de Crowdfunding de la Universidad Politécnica de Milán.
Un incremento que también se ve reflejado en el mercado europeo, que suma 9.800 millones de euros en operaciones de financiación, de los cuales 2.800 millones corresponden solamente al año 2022. Por volumen, Francia lidera el ranking con 1.300 millones de euros recaudados, seguida de Alemania con 629 millones de euros, y Estonia con 210 millones de euros, siendo estos los mercados más poderosos del continente europeo. Por su parte, España acumuló 116 millones de euros en 2022.
Entre las plataformas más activas en España se ha situado wecity.com, convirtiéndose en una de las principales alternativas para los promotores inmobiliarios a las fórmulas de financiación más tradicionales como la banca y el capital riesgo, abandonando su papel secundario para cubrir las necesidades de financiación a las que la banca no llega.
Según datos de la patronal APCEspaña, la banca cuenta anualmente con un volumen de créditos entre los 8.000 y 9.000 millones, un volumen insuficiente que únicamente permite edificar alrededor de 50.000 viviendas, frente a las casi 88.000 que se construyeron el año pasado según datos de la patronal.
En este sentido, la financiación participativa a promotores inmobiliarios parece situarse como la solución más adecuada ante la falta de recursos que tiene, entre sus causas, la reducción del número de entidades tras la fusión bancaria iniciada en 2008 y la desaparición de múltiples cajas de ahorro.
Aunque sus ventajas son evidentes, está fórmula de captar inversión también tiene algunas desventajas como mostrar la solidez del negocio, la trayectoria de la promotora y presentar un plan de negocio atractivo para los donantes. Además, según la plataforma, hay que seguir con una serie de normativas y reglamentos que pueden limitar la cantidad de financiación a recibir o normas restrictivas de cómo usarla.
Julio Muñoz. Periodista de información económica y experto en comunicación