UNED Guadalajara celebra el curso la ‘Violencia digital en los adolescentes’

Programas como el ‘Plan Director para la Convivencia y Mejora de la Seguridad en los Centros Educativos y sus Entornos’, cuyos contenidos se revisaron de la mano de dos agentes de la Unidad Central de Participación Ciudadana de la Policía Nacional, son un ejemplo de las necesarias estrategias de prevención y alfabetización que se llevan a cabo en la actualidad


El centro asociado de la UNED de Guadalajara ha celebrado, entre el 26 y el 28 de junio, el segundo de sus cursos de verano en esta 35 edición de su formación estival, con la ‘Violencia digital en los adolescentes’ como objetivo de reflexión de un equipo de profesionales multidisciplinar. El curso ha sido organizado por el Departamento de Didáctica, Organización Escolar y Didácticas Especiales de la UNED, dirigido por la profesora Cristina Sánchez Romero y coordinado por la profesora colaboradora Eva Muñoz Jiménez. Y ha contado con la asistencia de veinticinco alumnos, la mayoría en modalidad on line, de un perfil profesional muy heterogéneo con docentes, estudiantes universitarios, profesionales de la comunicación y de otros campos.  

“Estamos en un tecno-cosmos” afirmaba el Profesor de la UCM, Valentín Martínez-Otero en la última ponencia. La tecnología avanza imparable y “tiene mucha potencialidad desde todos los ámbitos, aseguraba Sánchez Romero –que advirtió también, reiteradamente y desde la primera sesión del curso- siempre desde el uso crítico y responsable”. Hay que dejar que los adolescentes se expongan a riesgos en función de la capacidad que tengan para afrontarlos.

Todo tipo de violencia es un fracaso, y se trata de un fracaso compartido por muchos actores de la sociedad, pero es en las edades más tempranas, infancia y adolescencia, donde hay que empezar a prevenirla. La violencia digital no deja de ser una vulneración de derechos, un acto de agresión, a través de servicios digitales o telemáticos, y sus consecuencias pueden provocar importantes daños psicológicos, emocionales o de la propia imagen, que pueden conducir a problemas de salud mental, o a situaciones irreparables.

Es fundamental informar, educar, sensibilizar, prevenir, detectar y proponer soluciones a estas formas de violencia nacidas del mal uso de las nuevas tecnologías. Y para evitar este tipo malas prácticas, de violencia, como ocurre con otros tipos de agresiones, es fundamental formarse, digitalmente en este caso, porque el desconocimiento o la falta de intencionalidad no evitará que un adolescente con 14 años tenga que afrontar las responsabilidades conforme a la Ley reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores.

Programas como el ‘Plan Director para la Convivencia y Mejora de la Seguridad en los Centros Educativos y sus Entornos’, cuyos contenidos se revisaron de la mano de dos agentes de la Unidad Central de Participación Ciudadana de la Policía Nacional, son un ejemplo de las necesarias estrategias de prevención y alfabetización que se llevan a cabo en la actualidad.

En España, somos pioneros en la implantación de protocolos de supervisión y cartas de derecho en cuanto a la capacitación en sistemas de IA (Inteligencia Artificial) una de las últimas novedades tecnológicas a la que todos estamos expuestos, sin embargo es también la IA la que hace posible el desarrollo de diversos programas de formación y empleo de personas con discapacidad como mostró en su ponencia Virginia Carcedo, directora de Transformación Digital, Excelencia e Igualdad de la Fundación ONCE.

Sin embargo, todos los expertos coinciden también en señalar que la actual y patente crisis, e incluso pérdida, de valores, están conduciendo a la deshumanización de la sociedad, como uno de los principales motivos para el aumento de todos los tipos de violencia. Una violencia que además se vuelve aún más indigna cuando su objetivo son colectivos desfavorecidos y aún más desprotegidos, en cuanto a recursos, como los discapacitados intelectuales.  

Programa de Escuela de madres y padres de la UNED

Es preciso fomentar la comunicación y cohesión de las dos instituciones fundamentales en el desarrollo de una persona, la familia y el centro educativo porque, como expuso la profesora de la UCM Gutiez Cuevas, especialista en atención temprana: “la educación la lleva a cabo la tribu entera”.

En este sentido, la UNED lleva a cabo numerosos y continuos programas de investigación cuyos objetivos son desde la formación de los docentes, hasta la implantación de nuevas herramientas con base tecnológica que ayuden a los adolescentes y a sus entornos a conocer, en su propio lenguaje, las amenazas del mundo digital y las oportunidades para impedir que se consuman.

Además, el centro asociado de la UNED en Guadalajara  cuenta con el programa de Escuelas de madres y padres desarrollado en colaboración con el Ayuntamiento de la ciudad, como explicó la directora del centro, Lorena Jiménez, en el debate posterior a la última de las ponencias del curso, y es un herramienta indispensable “para ayudar a las familias a sensibilizarse y conocer las distintas casuísticas que se suceden en torno a las problemáticas de los adolescentes”.

Crespo Molero puso de manifiesto que “somos profesores, no somos jueces, ni policías en un contexto que no es el más adecuado, aunque esté regulado” haciendo referencia al protocolo existente en los centros educativos y dejando patente que, en ocasiones, el conocimiento y la capacitación en un sector no son suficientes y es necesario establecer las debidas regulaciones y ayudas legales y efectivas para controlar los riesgos y el impacto negativo de estas muestras de violencia.