Los analistas empiezan a observar signos recesivos en la economía mundial

Publicado por: Julio Muñoz
14/07/2024 08:00 AM
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Foto: Istock
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Unos beneficios sobrevalorados, un consumo débil, la actividad a la baja y un mercado laboral perdiendo fuelle empiezan a ofrecer señales preocupantes sobre el crecimiento económico. Los expertos aconsejan apostar por la renta fija frente a la Bolsa a la espera de que el ciclo bajista de tipos de interés se consolide en 2025

 

Todo parece haber ido sobre ruedas en los últimos meses en los mercados internacionales. Los indicadores norteamericanos se encuentran en zona de máximos históricos, mientras las bolsas europeas han mostrado un avance exuberante. Todo apuntaría así que en esta segunda mitad del año se cumplirán de largo las expectativas anticipadas por los analistas a principios de año. Sin embargo, ya empiezan a surgir algunas voces discordantes con esta visión favorable no solo del mercado español sino del conjunto de las principales bolsas internacionales. Según el analista jefe de la firma de inversión independiente Beka, los indicadores macroeconómicos actuales se corresponden con una etapa inicial de recesión en la economía global. 

  

La firma, de hecho, alerta del comienzo de un ligero ciclo recesivo en la economía global que debería comenzar en la segunda mitad de 2024 y prolongarse durante el 2025. Aunque el mercado anticipa un futuro con mayor crecimiento, menores tipos de interés y una inflación controlada, lo cierto es que en el horizonte se contempla una inflación persistente por encima del 2%, un aumento del desempleo, tipos de interés elevados durante más tiempo del esperado y un menor consumo, entre otros factores.  

 

La economía global se enfrenta a grandes desafíos en el corto plazo 

 

”Bajo la superficie” señala Azcona, “estamos detectando indicadores con un claro patrón de minoración del crecimiento e incapacidad de las entidades supranacionales de tomar medidas que en el pasado atajaron el decrecimiento desde el primer momento”. 

 

Entre los principales desafíos a los que la economía debe hacer frente se encuentra la necesidad de reequilibrar el mercado laboral, estabilizar el gasto cíclico y detener el aumento de la morosidad. Esta última se encuentra entre las principales preocupaciones del Banco Central Europeo ante la posible erosión que puede generar sobre el sistema financiero. 

 

Otro de los grandes riesgos identificados a futuro y que deben ser valorados en su justa medida se encuentran los sobredimensionados datos de empleo, mientras que a nivel geopolítico destacan las elecciones en Estados Unidos, con especial atención también a Francia, la guerra comercial y las persistentes tensiones en Ucrania y Palestina. 

 

A ello se sumaría el exceso de optimismo en los mercados respecto a las estimaciones de beneficios, los riesgos latentes de la banca regional en Estados Unidos y sus posibles problemas de liquidez o el exceso de endeudamiento de unas economías con poca capacidad de maniobra que en el pasado han llegado a causar el pánico, como ocurrió en el Reino Unido en 2022 y que ahora ha provocado un vuelco en el Gobierno. 

 

 “Los ciclos económicos existen y esta vez no será diferente” señala el economista jefe de la firma de inversión. “El alto coste del dinero será el causante de la próxima recesión, aunque como vemos la repercusión la vamos a notar algo más tarde de lo esperado” añade. La inflación será la que guíe a los bancos centrales en el corto plazo y después deberán claudicar y atender al menor crecimiento. “En este sentido, podríamos enfrentar un escenario de crecimiento bajo e inflación simultánea en los primeros momentos de la etapa de recesión en 2024”, afirma Azcona. 

 

Diversificación y activos alternativos y de calidad 

 

En este contexto, los mercados de renta variable empiezan a presentar precios elevados y, a corto plazo, están siendo excesivamente exprimidos por unas expectativas de beneficios empresariales, quizás, demasiado optimistas. En este sentido, no se pueden descartar posibles caídas del orden del 15% en las bolsas internacionales en la segunda mitad del año.  

 

Con todo, siempre se pueden encontrar oportunidades de inversión en renta variable con las que capear mejor el temporal que se avecina. “La tecnología, sectores defensivos, las materias primas y la energía son temáticas de inversión interesantes en este momento, así como el oro que históricamente ha mostrado buen desempeño al inicio de periodos de recesión”, señalan en Beka 

 

En cualquier caso, parece aconsejable mejor mirar hacia otros activos más interesantes y seguros como los bonos de calidad, que se presentan como una fuente de ganancias a largo plazo, así como apostar por la diversificación mediante activos alternativos. “La deuda de alta calidad, oro, materias primas, mayores duraciones y activos alternativos como el crédito privado pueden actuar como refugio táctico”, destaca Azcona.  

 

El estratega jefe marcoenonómico de Inversis, Ignacio Muñoz-Alonso, aunque menos pesimista ante los signos recesivos también apuesta por la renta fija, en especial High Yield, bonos de alto riesgo, siempre y cuando tengan una elevada calidad. Una posición justificada por que muy probablemente el ciclo de bajada de tipos de interés tanto en Estados Unidos como en Europa no se consolidará hasta 2025 

 

Eso supondrá que en estos meses habrá grandes oportunidades en renta fija mientras que, tras las subidas del primer semestre, los resultados empresariales ya no soportan más avances en la Bolsa, aunque aún se podrán encontrar buenas oportunidades en sectores defensivos como el financiero o las utilities” ha destacado el analista jefe de Inversis. 


Julio Muñoz. Periodista de información económica y experto en comunicación. 

 

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