Caótico inicio de curso en las Escuelas Municipales ante la dejadez de la Concejalía de Cultura

Las naves de Forja y Carpintería amanecieron ayer 'patas arriba' y algunas de las clases que se imparten en el Tyce y La Cotilla carecen del material necesario para los alumnos, sin que exista presupuesto para realizar más compras

Los monitores y los cerca de 2.000 alumnos de las Escuelas Municipales del Ayuntamiento de Guadalajara han comenzado el curso de una forma caótica. Falta de material, aulas desordenadas, ventanas rotas y un rosario de carencias, a las que se añade la falta total de presupuesto para paliar todas estas deficienciencias. 

Según ha podido confirmar El Decano de Guadalajara, la peor parte se la llevaron los alumnos que asisten a las clases de Forja y Carpitería que se imparten en las naves de la calle Francisco Aritio. A pesar de que el concejal de Cultura, Javier Toquero, conocía la necesidad de adecuar las instalaciones, que adolecen de numerosos problemas, a una semana del inicio del curso todavía no se habían solventado. Dada la premura de tiempo, se decidió que fueran los trabajadores de los Planes de Empleo los que realizasen las tareas de arreglo, que se han limitado a un lavado de cara: una capa de pintura.

Una vez que los alumnos y monitores accedieron a las instalaciones ayer martes se encontraron con las herramientas y el material -que se había dejado colocado al finalizar el pasado curso- desperdigado y amontonado sobre las mesas, por lo que fueron ellos mismos los que tuvieron que perder su primera clase devolviendo todo a su lugar. Algo que debían haber hecho los trabajadores de los Planes. "Esto es una vergüenza. Primero, porque sólo han hecho un lavado de cara a unas instalaciones que están muy viejas. Y segundo, porque perdemos una clase en colocar todo lo que dejamos listo y ordenado al acabar el curso", relata uno de los afectados a esta Redacción.

Pero ahí no acaba la cosa. Las Escuelas que se imparten en el Tyce también se han encontrado con 'sorpresas'. Es el caso del aula de Flamenco. Antes de las vacaciones estivales, se cayó el cristal de una ventana que, meses después, continúa sin reparar a pesar de que estaba en conocimiento del concejal del ramo y de la directora general de Cultura, María José Fé Trillo. Así, las clases arrancaron con un cristal roto y tapado con un cartón y el otro a punto de correr la misma suerte. 

Además, en algunas disciplinas no se dispone de material para los alumnos y tan sólo quedan restos de lo que sobró del curso anterior. "Lo peor es que cuando se acabe ese material no podrá reponerse por falta de presupuesto", denuncia una de nuestras fuentes, quien añade que, hoy por hoy, no existe una partida para las Escuelas porque, presuntamente, ese dinero se empleó para pagar el festival Solsticio Folk: "Las Escuelas están a cero porque su partida se utilizó para pagar el Solsticio y ahora el Ayuntamiento no les da crédito porque el que tenía se ha utilizado para otra partida", asegura la misma fuente. 

Cabe destacar que, según fugura en el Portal de Contrataciones Públicas del Estado, los servicios de actuación y producción de la actuación del grupo internacional Gwendal en el merendero de San Roque en junio de 2024 con motivo de la celebración del XXV Aniversario del Solsticio Folk costó a las arcas municipales un total de 43.983 euros, a los que habría que sumar el resto de gastos con los que se costeó esta actividad.