El documental “Colón ADN. Su verdadero origen” que se emitía en Televisión Española en la noche del 12 de octubre, coincidiendo con el 532 aniversario del descubrimiento de América, mantuvo a miles de espectadores pegados al televisor, intrigados por los resultados de las investigaciones iniciadas en los albores del nuevo milenio por el historiador y profesor, Marcial Castro, y el doctor ,José Antonio Lorente, catedrático de Medicina Forense de la Universidad de Granada, que consiguieron exhumar, primero, los restos del hermano de Cristóbal Colón, Diego (Giacomo) de la Cartuja de Sevilla y, más tarde, el 2 de junio de 2003, los del propio Cristóbal Colón y su hijo Hernando, de la catedral de Sevilla.
En la provincia de Guadalajara, principalmente en la comarca de la Alcarria, el documental se seguía con especial interés, ya que una de las ocho tesis sobre los orígenes de Cristóbal Colón sostiene que nació el 18 de junio de 1435 en Espinosa de Henares, a 7 kilómetros de Cogolludo, y que es hijo de Doña Aldonza de Mendonza, duquesa de Arjona y señora de Cogolludo, entre otros títulos, y Cristóbal Genovés, un personaje misterioso que aparece en su testamento. Esta tesis castellana o alcarreña, que El Decano recoge en el reportaje “¿Es Cristóbal Colón alcarreño? Un enigma que se sigue escribiendo”, se viene documentando desde el año 1982, cuando Ricardo Sanz, Emilio Cuenca y Margarita Olmo publican una biografía del Almirante. A la muerte de su padre en 2003, Alfonso Carlos Sanz Núñez retoma sus investigaciones, aportando nuevos datos que siguen alimentando esta procedencia.
De esta manera, en el año 2019 se exhuma una sepultura de la capilla de la iglesia de Santa María de los Remedios (S.XVI) de Cogolludo, donde se pensaba que podía estar enterrada Doña Aldonza de Mendoza, cuyo sepulcro se encuentra expuesto en el Museo Provincial del Palacio del Infantado.
No obstante, el documental “Colón ADN. Su verdadero origen”, que se presentaba generando las expectativas de que por fin se iba a desvelar “la verdad jamás contada sobre uno de los personajes más enigmáticos de todos los tiempos”, terminaba arrojando más interrogantes, que certezas.
Es cierto que los análisis de ADN logran despejar la incógnita con la que se iniciaban estas investigaciones, a principios de los años 2000, cuando la única intención era confirmar si los restos que llegaban a la catedral de Sevilla desde la Habana, en 1898, después de un largo periplo que El Decano relata en el mencionado reportaje, eran efectivamente los de Cristóbal Colón.
Y efectivamente, los resultados de las pruebas de ADN determinan que los huesos de la catedral de Sevilla sí son del Almirante; confirman la relación padre e hijo, con los restos de Hernando Colón, pero sólo señalan una coincidencia de familiar de quinto o sexto grado, es decir, similar a un primo segundo, con los restos de su hermano Diego, lo que continúa planteando interrogantes sobre el motivo por el cual Colón mintió sobre esta relación de parentesco.
Sin embargo, no ocurre lo mismo con las tesis que reclamaban su origen en Mallorca, Galicia, Navarra, Portugal, Valencia y Guadalajara.
El historiador considera “una falta de respeto” hacia la labores de investigación que respaldan cada una de las tesis, el formato elegido por la productora para presentar las conclusiones del estudio, “como si fuera un reality, a ver a quién le toca el premio, porque al principio se dice que hayr ocho participantes y uno va a ser el ganador. Eso es presentarlo como un sorteo y no es serio”, afirma Alfonso C. Sanz.
Asimismo, pone de manifiesto que “la gente no es consciente de lo que conlleva un trabajo de investigación: Las horas invertidas; la cantidad de fuentes que es necesario consultar; los viajes que hay que hacer; el dinero que cuesta y que nadie subvenciona; o lo que cuesta editar un libro, que con suerte se venden una serie de ejemplares, que no suelen ser muchos, porque la distribución que hacen las editoriales pequeñas es muy reducida, por los costes que conlleva”.
Finalmente, el ganador de este supuesto concurso resulta ser la tesis valenciana, que sostiene que Cristóbal Colón provenía de una familia sefardí de tejedores de seda de Valencia, donde había una larga tradición de este gremio dentro de la comunidad judía. Una teoría sobre la que el historiador de la tesis castellana opina que “no aporta nada, ni un sólo documento, ni restos para su análisis ADN, por lo no tiene ninguna validez para determinar el lugar de nacimiento de Cristóbal Colón”.
Esta hipótesis se sostendría, tal y como comunica el doctor José Antonio Lorente a Francesc, su defensor, en que “tanto en el ADN del cromosoma Y, como en el mitocondrial de Hernando hay rasgos compatibles con el origen judío”, sin más.
Por otro lado, el planteamiento argumental del documental descarta la teoría alcarreña porque los restos exhumados en Cogolludo no arrojan coincidencias con el ADN de Cristóbal Colón, pero lo cierto es que tampoco se ha confirmado que esos restos se correspondan con los de Doña Aldonza: “Cuando me entregan los resultados, veo la gráfica de un lado a otro de la mesa, mientras a todos les dan las gráficas en la mano. No digo que se haya hecho a propósito, pero es una casualidad. Me dice Lorente que hay cuatro coincidencias con uno de los cuerpos de la sepultura de Cogolludo. Es una coincidencia insuficiente, porque tendría que haber un mínimo de 16 para asegurar que corresponden a la misma familia que los restos de Sevilla. En Cogolludo lo que buscábamos era saber si allí estaba enterrada Aldonza de Mendoza y si ya estuviera también Cristóbal Colón, sería miel sobre hojuelas. Pero no sabemos qué cuerpos son los que hay allí. Si alguien considerase que es lo correcto, habría que buscar un Mendoza, el más próximo a Aldonza, para ver si coincide su ADN con el de Sevilla, ahora que ya tenemos la certeza de que los huesos que están depositados en la Catedral de Sevilla corresponden a Cristóbal Colón”.
Además, el origen sefardí del Almirante, según advierte, no estaría discutido con la teoría castellana, pero tampoco explicaría la razón que tendría Cristóbal Colón para ocultar su identidad: “Con ese origen ha podido nacer en cualquier lugar de España. En la Corte, la mayoría de las personas que rodean a la nobleza eran judíos conversos: asesores, tesoreros… Y no tenían ningún problema. No es una razón para ocultar su identidad, sino que se trata de razones sociales, que son las que relato en mi libro”.
Otro de los enigmas que se ciernen sobre la figura de Cristóbal Colón y que choca con la teoría de un origen humilde en el seno de una familia genovesa de tejedores, es cómo con tal clase social pudo tener acceso a la nobleza. El documental, incidiendo en el origen sefardita del navegante, señala que si Colón consiguió llegar hasta los Reyes Católicos fue porque hubo muchos judíos que le ayudaron, “entre ellos el duque de Medinaceli, señor de Cogolludo, con el que convivió varios años y, por supuesto, Luis de Santángel, que era el escribano de ración - algo así como el ministro de finanzas- del rey Fernando el Católico, que financió personalmente la expedición a América, dando un grandísimo aval a Cristóbal Colón”.
Por su parte, la tesis castellana también se sostiene en la ayuda del duque de Medinaceli, pero por otros motivos y, fundamentalmente, en la que recibe de la familia Mendoza, con los que tendría una razón de parentesco, ya que sería hijo de Doña Aldonza de Mendoza y primo del cardenal Mendoza.
Sanz Núñez explica que “al llegar Colón a Sevilla, procedente de Portugal, se dirigió al duque de Medina Sidonia para ofrecerle su proyecto, siendo rechazado. Con posterioridad, el duque de Medinaceli, Luis de la Cerda, le mandó llamar, y "se informó del muy particularizadamente” ¿Le reveló su identidad y le solicitó ayuda a cambio de no darla a conocer, puesto que le habían robado su herencia?”, afirma el historiador. Cabe recordar que Doña Aldonza de Mendoza era señora de Cogolludo, por lo que este título debería haber pasado a su hijo.
Finalmente, el duque de Medinaceli y el cardenal Pedro González de Mendoza ayudaron a Colón para que fuera recibido en audiencia por los Reyes Católicos, y también otro Mendoza, Lorenzo Suárez de Figueroa, le abre la puerta de la realeza francesa, para dar a conocer su proyecto.
La tesis alcarreña también se sostiene en una carta que escribe el duque de Medinaceli al Cardenal Mendoza, que se encontraba en esas fechas en Cogolludo, dando cuenta de que Cristóbal Colón ha regresado de su expedición y se encuentra en Portugal. “Esta carta está fechada el 19 de marzo de 1493 “en la my villa de Cogolludo”.
Cuando Colón llega a Portugal, como consecuencia de una tempestad que le obliga a refugiarse en el puerto de Sintra, escribe tres cartas: “Una a Luis de Santángel, quien había puesto parte del dinero para la expedición; otra a Gabriel Sánchez, que es el secretario del Rey Fernando y otra, al duque de Medinaceli, que está perdida”.
La que se conserva es la carta del duque de Medinaceli al Cardenal Mendoza en la que “le escribe para darle cuenta de que Colón ha llegado de vuelta a Lisboa y ha encontrado todo lo que iba buscando, y para pedirle apoyo para que sus naves puedan ir a las Indias. Todavía no sabían que era un nuevo continente, pero como tenía la certeza de que había oro, perlas y, sobre todo, especias, le pide autorización y que le apoye ante los Reyes para poder enviar sus barcos siguiendo esa nueva ruta”.
Esta carta de Cogolludo es muy importante, según el investigador, porque “hay un detalle que nos lleva a la conclusión de que entre el duque y Colón había una relación muy personal, dado que en esta carta informa al cardenal de que ha tenido al Almirante en su casa durante dos años, y un duque, en aquella sociedad poco permisiva, en la que el nacimiento condicionaba al individuo de por vida, a un lanero, vinatero o marinero al que tomaban por un plebeyo imaginativo y hablador, mal vestido y con mucha necesidad, no es creíble que le aloje durante dos años en su casa sin más, sólo ante el ofrecimiento de una idea que parecía irrealizable”, argumenta.
La misiva, por tanto, evidenciaría la vinculación de Cristóbal Colón con los duques de Medinaceli. De acuerdo con Sanz Núñez, los señores de Cogolludo “quieren ocultar que Colón pertenece a la familia Mendoza dado que, sólo si Aldonza fallecía sin descendencia, el heredero sería el marqués de Santillana”.
El historiador continúa argumentando que en Guadalajara hay muchísimos judíos en aquella época: “En Cogolludo hay un barrio que era una judería y en el Palacio Ducal hay expuesta una puerta que encontré yo, con una cruz, que pintaban en la puerta para indicar que eran judíos conversos y no ser expulsados de España. Esa misma cruz la he encontrado en la catedral de Santo Domingo, en un trabajo que tengo hecho. También fui a comprobar un escudo que hay en la Fuente del Almirante, en la Ciudad de Santo Domingo. Hay una coincidencia en el Escudo de Aldonza de Mendoza y el de Don Diego Hurtado de Mendoza, con la banda que pone Cristóbal Colón en su escudo. Cuando le piden que ponga las ‘armas que vos tuviereis’ en su escudo, el Almirante puso la banda de los Mendoza. Un emblema que en heráldica se denomina ‘armas puras’ que hace referencia a la varonía del que las usa y se corresponde con una sola persona y una sola familia. Con eso está diciendo que es familia de Don Diego Hurtado de Mendoza. Por eso dijo él mismo en un momento que no era el primer Almirante en su familia”.
El documental determina que el origen de Cristóbal Colón se encontraría en el arco occidental del Mediterráneo, pero si se tiene por bueno el origen judío de Colón, la teoría asumida por los libros de historia que sitúan la procedencia del descubridor de América en Génova quedaría descartada, ya no sólo porque Cristóforo Colombo no escribiera una sola palabra en italiano y todos sus cartas y escritos estén en castellano, sino también porque según Francesc: “en Génova los judíos fueron expulsados después del siglo XII y no había ni personas, ni comunidad, ni sinagoga, ni nada de nada. Los judíos sólo podían permanecer en Génova tres días para hacer negocios y luego se tenían que marchar”.
Este origen mediterráneo tampoco estaría discutido con la teoría alcarreña. “Eso ya lo dijo en el año 2017 un ex agente de la CIA, Peter Dikson, que hizo una investigación sobre Cristóbal Colón y llega a la conclusión de que es un mestizo mediterráneo con un árbol genealógico muy complicado”. Así, recuerda que la teoría castellana también defiende que es mestizo “porque es hijo de una duquesa y de un plebeyo. Una castellana como es Aldonza de Mendoza y un italiano, como es Cristóbal el Genovés, pero que no aparece en las actas Genovesas porque este señor vive en España y en Portugal”.
En el testamento de Aldonza de Mendoza figura una orden para que se le paguen 13.000 maravedíes a Cristóbal Genovés. En su último libro: “Cristóbal Cólón: una historia por completar”, Alfonso C. Sanz atribuye la paternidad de Cristóbal Colón a este personaje misterioso.
El historiador francés, Charles Duff, en su obra “La verdad acerca de Cristóbal Colón y del Descubrimiento de América” sitúa al Almirante en una expedición armada por Juan de Anjou en el año 1459, cuyo objeto era reponer al rey Renato de Provenza en el trono de Nápoles, del que había sido arrojado por Alfonso V de Aragón en 1442. “Según los italianos, tendría en esa época ocho años y según nuestra teoría, 24 (…) en ese barco viajaba también un familiar de Cristóbal Colón “experimentado capitán de navío y guerrero avezado” ¿Quién es ese experto? Yo digo que Cristóbal Genovés, su padre y posiblemente quien ha enseñado a navegar a Cristóbal Colón”.
El autor de la tesis castellana, que asegura que no conocía las conclusiones de las investigaciones y que vio el documental al mismo tiempo que el resto de España, insiste en que el documental no explica ninguna de las teorías preexistentes y que los espectadores “no se habrán enterado absolutamente de nada”. En este sentido afirma que el documental recoge “errores literales” sobre la teoría castellana: “Dice que se basa en que Cristóbal Colón escribía en castellano. Eso lo saben todos los historiadores y no es la base de la teoría castellana. La teoría castellana es que nació en Espinosa de Henares y que su madre es la duquesa de Arjona, doña Aldonza de Mendoza, y su padre es Cristóbal Genovés. Esa sí que es una novedad”.
Por otro lado, señala que el documental recoge un error que el propio investigador corregía en su libro “Cristóbal Colón: Una historia por completar” (2022). Se trata de una corrección a una información que teníamos previa, que era que Alonso de Castro era hermano gemelo de Rodrigo de Mendoza (Cristóbal Colón) y no es cierto. Alonso de Castro es hijo de Fadrique Enríquez de Castilla y de Castro, el marido de Doña Aldonza de Mendoza, que lo había tenido con una barragana. A ese niño lo mataron en Val de Láncara a 'edad no madura' según la crónica de la casa de Castro, cuyo original, está en la Real Academia de la Historia”.
Sanz Núñez incide en que los trabajos de investigación que sostienen la tesis le han llevado a consultar documentos orignales, pero en ocasiones se cometen errores: “Este error viene de una publicación de Edward Cooper, un historiador inglés que vino a España a hacer un estudio que se denomina “Estudio de los Castillos Señoriales en España en los siglos XV y XVI y recoge un árbol genealógico en el que a Doña Aldonza de Mendoza le asigna ese hijo. Mi padre se basó en ese libro y yo también, pero cuando he ido a las fuentes originales a comprobar cada una de las referencias, tanto de mi padre, como mías, me he dado cuenta de que había un error”.
El investigador indica que en las secuencias rodadas en Cogolludo en 2019, cuando se exhumaron los restos de Santa María de los Remedios, “todavía estaba en ese error”, algo que ha trasmitido a los responsables del documental, a los que también hizo llegar su nuevo libro, “que en la página 85 recoge esa corrección, pero no lo han tenido en cuenta”.
“Después de años de espera, el misterio se desvela en su totalidad. Así que prepárate para quedarte con la boca abierta ante una historia que desafía el tiempo, las naciones y los secretos de la época”, avanzaba la presentación de este documental en la página web de Televisión Española.
No obstante, tras presentar las conclusiones, el catedrático de Medicina Forense de la Universidad de Granada reconocía que “a partir de aquí son otros, ante los datos objetivos de todo tipo que se han aportado y los que nosotros podemos demostrar a partir de la ciencia, los que tendrán que hacer, si no un borrón y cuenta nueva, sí un pasar página”, afirma, dando a entender que todavía queda mucho trabajo por hacer.
Los esperados resultados que después de más de 20 años han llegado en forma de documental no han servido, ni mucho menos, para dar carpetazo al asunto y descartar el posible origen alcarreño del descubridor de América que, sin duda, va a seguir rellenando nuevas páginas de la historia.
Pesa a la polémica y el interés que se cierne hoy sobre su figura, tal y como relata su descendiente, el duque de Veragua, en el documental, Cristóbal Colón “murió lejos de ser considerado un héroe. En su tercer viaje a América fue acusado de mala gestión, apresado y enviado de regreso a España. A partir de entonces, su prestigio y su poder quedaron mermados. Tras la muerte de la reina Isabel, su gran protectora, en 1504, le invadió una profunda tristeza. Colón sufría problemas de salud, dificultades financieras y una profunda desilusión personal. El hombre que transformó la historia de Europa y de América, murió mientras perseguía al rey Fernando, tratando de recuperar sus privilegios. Cuando su vida se apagó, no sabía que había descubierto un nuevo continente, ni las consecuencias que su gesta tendría para la historia de la humanidad. Un mundo distinto, un mundo que no sería hoy como es, si él no hubiera existido”, concluye así “Colón ADN. Su verdadero origen”.
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