La creación de puestos de trabajos hasta niveles nunca vista está siendo clave en el proceso de recuperación de la economía española. Ahora, el gran reto para este año seguirá siendo mantener el ritmo sin que la productividad se vea afectada
Alcanzar una tasa de paro en línea con la zona euro debe ser unos de los grandes objetivos de España para los próximos años después de acabar 2024 con 2,56 millones de personas en situación de desempleo. Se trata de la cifra más baja desde 2007, una vez que a partir de 2014 se fue revirtiendo la dramática situación dejada por la crisis inmobiliaria.
El número de personas registradas como desempleadas en España descendió un 5,4% respecto a diciembre de 2023, 146.738 personas menos, pero por encima de los 2,13 millones de personas registradas sin trabajo en diciembre de 2007. Todo ello gracias al mayor dinamismo en los sectores de servicios, gracias al turismo, y la agricultura, a pesar del duro panorama al que se ha enfrentado y el continuo menosprecio de las administraciones.
Pero no todo son buenas noticias, también ha destacado la pérdida de empleo en sectores como construcción e industria lastrados por la falta de mano de obra cualificada o la intensa presión de los costes de las materias primas. Son dos sectores, sin embargo, que cuentan con un alto margen de recuperación para este año si continúa el dinamismo de la economía. Y también hay que tener en cuenta a los fijos discontinuos, que ya no se contabilizan en estas listas.
En lo que se refiere a la Seguridad Social, el número total de afiliados a cierre del pasado año se situó en algo más de 21,34 millones de personas, según cifras desestacionalizadas. Eso supone un crecimiento del 2,4% respecto a diciembre de 2023, algo más de medio millón de personas más.
Esta situación también queda reflejada en otros indicadores como la Encuesta de Población Activa (EPA) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Según el último dato disponible, correspondiente al tercer trimestre de 2024, la población activa en España estaba compuesta por 24,57 millones de personas.
Se trata del registro más alto de toda la serie y completa una tendencia creciente consolidada tras el paso de la pandemia. Si se miran los datos previos a la crisis sanitaria, el valor máximo se produjo durante el tercer trimestre de 2012, con 23,49 personas empleadas o desempleadas.
Estas cifras demuestran que en España hay más personas empleadas que nunca, pero es necesario seguir avanzando en este 2025 que se presenta con nuevos y grandes desafíos. El principal de ellos se encuentra muy vinculado a esta progresión del empleo, el ensanchamiento del mercado laboral. De lograrse mantener la progresión del empleo registrado en el último año, España podría rondar los 22 millones de afiliados dentro de doce meses.
Sin embargo, no conviene lanzar las campanas al vuelo. El crecimiento del empleo en los últimos meses se ha ido moderando y más si se compara a 2023, año en el que se llegaron a alcanzar picos como el de marzo cuando el paro llegó a descender un 7,9%. La progresiva estabilización en la creación de empleo y una población activa cada vez más grande, con más personas en disposición de trabajar, hacen complicado la reducción de unas tasas de paro que superan el 11% hasta niveles de la zona euro que ronda el 6,3%.
Por su magnitud, este puede ser el gran reto al que se enfrenta el mercado laboral español en este nuevo año. Así lo cree Mónica Pérez, directora de comunicación y estudios y relaciones institucionales de Infojobs, "y no solo para este año, sino también para los próximos". Para ello se deberá seguir tomando medidas para impulsar la competencia digital, tanto de empresas como de trabajadores, e impulsar la productividad.
De hecho, continuar con el incremento progresivo de la productividad, tras el retroceso experimentado durante la pandemia será otro de los grandes retos que marcarán el próximo año.
Los datos de la serie histórica de Eurostat recogen un fuerte desplome de la productividad en 2020 que sitúa a España por debajo del conjunto de países de la Unión Europea. Aunque a partir de ese año ha ido mejorando parece difícil que se pueda situar por encima de la media en este año recién terminado.
Pero mantener esta tendencia de crecimiento en la productividad es clave, recuerdan en Infojobs. Atendiendo a las series históricas de los indicadores de empleo, el descenso de la productividad a partir de 2014 coincidió con un cambio de tendencia en la afiliación que, tras un periodo de decrecimiento provocado por la crisis, comenzó a repuntar.
Por lo tanto, el empleo se enfrenta al gran desafío de que este ensanchamiento del mercado laboral no traiga consigo una moderación de la productividad, sino todo lo contrario, un mantenimiento o, incluso, un aumento de esta. Y, para ello, el desempeño digital de empresas y trabajadores/as es un objetivo prioritario que sirva para paliar también el reto del relevo generacional.
Por último, el mercado laboral español se enfrenta también a la paradoja de que con más de 2,6 millones de personas demandando empleo se haya cerrado el pasado ejercicio con más de 300.000 vacantes sin cubrir, según fuentes oficiosas. Un problema derivado de la falta de cualificación y de la baja movilidad laboral que debe ser corregido.
Julio Muñoz. Periodista de información económica y experto en comunicación.
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