La Comisión Central de Explotación del Trasvase Tajo-Segura, en su primera reunión del año hidrológico, ha dado luz verde a un nuevo trasvase de 81 hectómetros cúbicos correspondiente a los meses de enero, febrero y marzo, a razón de 27 Hm3 por mes, que es la cantidad prevista en las reglas de explotación del Trasvase, en nivel 2.
Este jueves se ha celebrado telemáticamente la reunión de la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura (ATS) para analizar los datos del sistema Entrepeñas-Buendía y evaluar las previsiones existentes.
Los embalses de cabecera almacenan un volumen efectivo de 1.096,1 hm³, lo que se corresponde con la denominada “normalidad hidrológica” o nivel 2 en las reglas de explotación que rigen esta transferencia. Por otra parte, se ha expuesto la previsión calculada según indican dichas reglas para el próximo semestre, y en ella se observa que el sistema permanecerá en nivel 2 durante todo el semestre enero-junio.
Además, la Confederación Hidrográfica del Segura ha presentado los principales datos sobre el estado hidrológico de la cuenca, destacando que los embalses se encuentran al 20% de su capacidad, por lo que se mantienen las restricciones al regadío.
Por su parte, la Confederación Hidrográfica del Guadiana ha informado sobre la situación de la superficie encharcada en el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel y ha trasladado la solicitud de 1,72 hm3 para atender los abastecimientos a través de la “Tubería Manchega” durante el trimestre enero-marzo.
Tal y como ha explicado el presidente de la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía, Borja Castro, a El Decano de Guadalajara, la previsión es que los embalses de la Cabecera del Tajo continúen por encima de los 1.000 Hm3 hasta el mes de septiembre, y por lo tanto se mantengan en nivel 2, lo que supone un trasvase mensual automático de 27 Hm3.
En este sentido, los Ribereños insisten en reclamar “que se publiquen ya las nuevas reglas del Trasvase, que llevan más de un año de retraso” en la medida en que con las actuales “vamos a dilapidar la situación de buena salud que tienen los embalses de Entrepeñas y Buendía”. Una circunstancia que considera “eventual”, ya que según Castro se corresponde a las lluvias del mes de octubre “porque el resto de meses están siendo secos”.
El representante de los municipios ribereños critica también este modelo de los trasvase trimestral porque considera “es una forma de silenciar el debate social y público”.
Las nuevas reglas de explotación, que deberían haberse aprobado en febrero de 2024, tienen que regular el Trasvase para cumplir con el progresivo aumento de los caudales ecológicos en el Tajo desde 2023 hasta 2027. Una reducción en los volúmenes trasvasables que se afrontaba de esa forma para reducir las consecuencias inmediatas de la aplicación de las sentencias que obligaban a cumplir con la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea.
Los Ribereños temen que esta procrastinación por motivos políticos repercuta en un nuevo conflicto social que les perjudique. “Se aceptó una reducción progresiva para minimizar el necesario cambio en las dinámicas de los envíos, pero a este ritmo se tendrá que aplicar prácticamente todo de golpe con años de retraso”, lamenta Castro.
Toda el agua que se está enviando de más en estos meses, corre a cuenta de la salud del río Tajo, patrimonio de todos los españoles. De hecho, se ha rozado el Nivel 1, que hubiera permitido unos desembalses todavía mayores con destino a los regadíos del Levante. “Un agua que debería gestionarse de otra forma, priorizando el carácter de gestión hiperanual de los embalses para afrontar las sequías que llegarán con total seguridad”, adelanta el también alcalde de Alcocer.
Cabe recordar que durante los próximos meses el trasvase permanecerá cerrado por tareas de reforma, por lo que el envío aprobado se acumulará para cuando esté disponible de nuevo.