El CD Guadalajara busca dar otro paso hacia el ascenso, o quizás el definitivo, ante un Coria en racha

El Escartín acoge un duelo clave para las aspiraciones del Dépor, que necesita vencer a un Coria en gran momento para acercarse al ansiado ascenso a Primera RFEF.

Este sábado a las 19:00 horas, el Pedro Escartín se vestirá de gala para recibir uno de los partidos más esperados de la temporada. El Deportivo Guadalajara recibe al Coria con la posibilidad, aunque no matemática, de dejar prácticamente encarrilado el ascenso a Primera RFEF. Pero para que el sueño esté más cerca, el primer mandamiento es claro: ganar.

Los de Pere Martí tienen claro que todos los cálculos y combinaciones dependen de que se cumpla la primera premisa. Una victoria ante los extremeños, unida a un posible tropiezo del Talavera en su duelo con el Illescas, que se disputa a la misma hora, podría abrir de par en par las puertas del ascenso. Eso sí, el técnico morado no quiere oír hablar de celebraciones anticipadas. "No soy tonto, he echado cuentas, pero sin ganar al Coria no hay nada", sentenció Martí en rueda de prensa, muy en la línea de aquel mítico "ganar, ganar y volver a ganar" de Luis Aragonés.

Y razón no le falta, porque enfrente estará un Coria en plena forma. Sexto en la clasificación, el conjunto extremeño llega con la mirada puesta en engancharse a los puestos de promoción. Además, cuenta con el máximo goleador del grupo, un factor a tener muy en cuenta por la zaga alcarreña. Martí advierte del peligro: "Son un equipo muy atrevido, valiente y que ha crecido mucho defensivamente desde la primera vuelta. Marcan mucho y encajan también, pero vienen lanzados".

El Deportivo, por su parte, encara la cita con algunas bajas sensibles. No estarán Jorge Casado ni David Amigo, este último sancionado, y sigue en duda la participación de Unax. La buena noticia es la vuelta de Pablo Rojo, mientras que Toño Calvo, aunque con molestias, parece que estará disponible tras completar los últimos entrenamientos de la semana.

Más allá del césped, el club ha preparado una jornada especial para su afición. Desde el mediodía habrá ambiente festivo en los alrededores del Escartín, con actividades para ir calentando motores. Porque, aunque todo pase por lo que ocurra durante los 90 minutos, la ilusión se palpa. Pere Martí lo tiene claro: si el ascenso se consuma, no le temblará el pulso a la hora de celebrarlo en la fuente de Bejanque. “Si hace falta, me tiro de cabeza”, bromeó el míster.

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