EDITORIAL. Traición

Esta semana, el Congreso de los Diputados ha tumbado la proposición de ley presentada por la Asamblea Regional de Murcia, a instancias del Partido Popular, que pedía blindar el trasvase Tajo-Segura. Defendida por el diputado nacional y presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, fue rechazada por  171 votos en contra de PSOE, Sumar, ERC, Junts, Bildu, PNV, BNG y Coalición Canaria, 170 a favor de PP, Vox y UPN y 4 abstenciones de los diputados de Podemos.

Lo que pretendía Murcia con esta iniciativa era mantener el trasvase en las mismas condiciones en que estaba en 2014. Es decir, volver a los años más duros del trasvase, a los del Memorándum de Cospedal y de Rajoy, a los años en los que no se tenían en cuenta los caudales ecológicos del río -convertido casi en arroyo a su paso por Toledo-, en los que se esquilmaron el Tajo y las escasas reservas de los embalses de cabecera y que supusieron una auténtica sangría -y la ruina- para los municipios ribereños de Entrepeñas y Buendía.

Con la satisfacción de haber logrado una victoria más para esta provincia -que lleva décadas demostrando su solidaridad en materia hídrica- se nos ensombrece el alma al comprobar cómo han sido capaces algunos políticos provinciales de poner por delante los intereses partidistas y los de Murcia, pisoteando los de esta tierra. 

Sin salirse de la disciplina de voto ante lo que es una injusticia histórica, sin protestar, sin rebelarse contra sus ‘jefes’ y sin cortarse un pelo, los representantes de Guadalajara en el Congreso, Antonio Román, del Partido Popular, y Ángel López Maraver, de Vox, pulsaron el botón verde a favor de la proposición de ley, consumando así una verdadera traición para Guadalajara y para Castilla-La Mancha. 

En el caso del PP, Román tendrá que explicar a sus votantes por qué ha decidido dar un rotundo ‘SÍ AL TRASVASE’. Tendrá que explicar a los vecinos de toda Guadalajara y especialmente a los de los municipios de cabecera y a los agricultores, qué motivos le han llevado a convertirse en un fiel servidor de Génova y de los regantes murcianos en lugar de luchar por esta provincia, a la que representa en la Cámara Baja porque los votos de cientos de vecinos pusieron su confianza en un partido que ahora les ha clavado el cuchillo por la espalda. 

Suponemos que durante un tiempo prudencial, la consigna será mantener un ‘perfil bajo’ hasta que amaine el chaparrón. De hecho, el mismo día que se producía la votación en el Congreso, el PP provincial convocaba una rueda de prensa de Román para hablar sobre una cuestión menor, que se canceló horas después -con 'nocturnidad y alevosía'-, alegando cuestiones de agenda. ¿Casualidad? Mucho nos temenos que ‘alguien’ le advirtió de que su comparecencia iba a estar llena de preguntas ‘incómodas’ para las que intuímos que no tenía respuesta. 

Ni él, ni ese Paco Núñez que anda más preocupado por aplaudir en los congresos del PP a su amigo Carlos Mazón, -‘El Desaparecido’-,  y quien hace una semana se puso, junto a López Miras -’El Defensor de lo Indefendible’- delante de una pancarta de los regantes del Levante en la que podía leerse: “Sí al trasvase Tajo-Segura”. Sin duda, este Paco debería hacérselo mirar. 

En el caso de Vox, no es de extrañar el voto favorable a la muerte del Tajo por parte de Ángel López Maraver, diputado nacional de la ultraderecha por la provincia. Al fin y al cabo, la mano derecha de Santiago Abascal y su compañero de caza en los cotos de Guadalajara, es un simple ‘paracaidista’, una persona que ni conoce, ni ama, ni lucha, ni se preocupa por la provincia a la que representa. A excepción de su cruzada personal contra el lobo, el resto de los problemas de los guadalajareños se la traen al pairo. Así que poco o nada se puede esperar de él. Empeñado como está últimamente en hacerse fotos con nuestros ganaderos y agricultores, él o sus compañeros de partido en Guadalajara tendrán que justificar por qué se ponen del lado del Levante y no defienden a quienes le han aupado a un puesto de representación nacional por el que cobra sus buenos euros a final de mes por no hacer absolutamente NADA.

Al señor Román y señor Maraver se les debería caer la cara de vergüenza. Llevan meses empeñados en desprestigiar a los representantes de la provincia y de la región por el Partido Socalista aludiendo a cataluñas, independentismos y amnistías, en un mensaje machacón dictado por sus líderes nacionales que igual les sirve para un roto que para un descosido. Ahora tendrán que andar con mucho tiento y con pies de plomo porque, con su voto a favor del trasvase, se les han acabado los argumentos para criticar al contrario. 

Guadalajara y Castilla-La Mancha merecen una explicación. Y no tardando. 

Porque, aunque pasen meses hasta su próxima comparecencia pública, la pregunta -sin respuesta sospechamos- va a seguir siendo la misma: “¿Por qué?”.

Ya va siendo hora de que se ponga fin a una injusticia histórica, a un atropello contra nuestros intereses económicos, a nuestro derecho a disfrutar de un recurso que otros tienen al alcance de la mano en el Mediterráneo, al atraco continuado al que nos hemos visto sometidos durante décadas: 

¡¡¡NO AL TRASVASE TAJO-SEGURA!!!