EDITORIAL. No nos van a callar.

A los altos cargos de Vox Guadalajara no les gustan las críticas. Ni las informaciones veraces. Los que tratan de erigirse como los máximos defensores de la libertad de expresión -entendida a su manera, claro está- se pican, y de qué manera, cuando reciben lo que merecen a causa de sus numerosos desatinos y salidas de tono en todas las instituciones locales, provinciales y regionales en las que tienen representación.

Los Arcángel, Morejón, Sánchez, Henche, Toquero, Antón y demás, se revuelven como gato panza arriba en cuanto este medio de comunicación saca a relucir sus vergüenzas. Que son muchas.

El último capítulo lo hemos vivido esta misma semana, tras la publicación de una información sobre el lamentable post colgado por el diputado provincial y concejal de Cabanillas del Campo, José Luis Arcángel, en el que trataba de desprestigiar a grandes figuras del periodismo nacional e internacional tras la entrega del Premio Internacional de Periodismo 'Cátedra Manu Leguineche'. 

Al señor Arcángel -para más inri, licenciado en Periodismo- se le ‘hinchó la vena’ cuando leyó nuestra publicación, que se limitaba a reflejar lo dicho textualmente en un vídeo colgado en sus redes sociales y a entrecomillar lo que él mismo escribió en el digital ‘Actualidad política’. No entendemos por qué se le hizo bilis la sangre al leer sus propias declaraciones. ¡¡¡Cosas de Vox!!!

Eso sí, raudo y veloz corrió a subir a la red social X un post -todavía más lamentable que el anterior- acusando a El Decano de Guadalajara y a la periodista que redactó la noticia de "desinformar". Señor Arcángel, por si usted no puso mucha atención en clase cuando se sacó la carrera, es de primero de Periodismo que reflejar fielmente unas declaraciones no es otra cosa que informar y que acudir a la primera fuente es esencial. En el caso que nos ocupa, USTED fue la fuente y USTED dijo lo que dijo. Si nos acepta un consejo, no le vendría mal presentarse a un curso de ‘recuperación de puntos’ para periodistas, ya que parece que está un poco oxidado en esto de la información. 

La ira incontenida de Vox Guadalajara no se quedó ahí. Al segundo, puso a trabajar a su legión de trolls. Para aquellos que no están familiarizados con esto de las redes sociales, estos personajes responden a identidades falsas, creadas por los propios políticos, particulares afines o afiliados que se dedican a difundir mensajes provocadores y de odio contra determinados colectivos, con el único objetivo de crear polémica y desprestigiar al ‘enemigo’. 

Hecho este inciso, retomamos a los trolls de Vox Guadalajara quienes, vía repetición machacona del mismo mensaje con distintas identidades en distintas redes, trataron de poner en tela de juicio la profesionalidad de la directora de este medio tras recibir un premio de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Galardón que no le debe de gustar nada a la ultraderecha provincial, ya que va de igualdad, algo en lo que ellos no creen ni de lejos. No olvidemos que públicamente aseguraron que “las mujeres tienen más derechos que los hombres”. 

Quizá les moleste que un medio de comunicación, dirigido por una mujer, con una Redacción íntegramente femenina, esté despuntando y les saque los colores. Esto ya debe ser el colmo para su misoginia. 

Si en Vox Guadalajara creen que El Decano se va a amedrentar por comentarios necios, difamatorios y provocadores, que se vayan atando los machos. Ya se lo advertimos hace dos años en otro editorial: a cada descalificación, a cada provocación de Vox, hablaremos más alto y más fuerte.

Grábenselo a fuego: no nos van a callar.