Lo importante es lo importante

Dicen que las cosas importantes de la vida nos son cosas, son momentos, emociones, recuerdos. Yo añadiría que lo más importante de la vida son las personas con las que construimos los momentos, nos emocionamos y con las que compartimos recuerdos. Para conseguir todo es esto hay que actuar, hay que moverse, hay que ponerse en marcha para alcanzar los objetivos que nos propongamos que no serán sino alcanzar nuestros sueños.

 

Todos conocemos a gente con unas ganas tremendas por hacer cosas, por disfrutar, por estar con otras personas con las que crecer y avanzar. Son gente que parece que tienen una habilidad innata para sacar lo positivo de las cosas y buscar la felicidad constantemente, a sabiendas que de que no todo es un camino de rosas en esta vida. Son amantes de la vida, conscientes de que el poder de cambiar cualquier tipo de situaciones está en sus manos.

 

Saber disfrutar de la vida es enfocarse en qué querer hacer ahora, que es lo que tenemos, y hacer de cada momento algo realmente importante, construyendo cada segundo que va cayendo en nuestro reloj de arena, sin perder de vista que la perfección no existe.

 

Todos necesitamos proyectos que hacer para enorgullecernos de nosotros mismos y que los demás también se sientan orgullosos de lo que hacemos. Necesitamos poner en marcha nuestras capacidades personales y sentirnos satisfechos con lo que hacemos, buscando el camino que más se adapte a nuestras circunstancias, tanto personales como profesionales.

 

Necesitamos descubrir la verdadera esencia del día a día para vivir con consciencia plena nuestro camino que nos acompañe a construir nuestros sueños. Debemos ponernos en marcha para hacer de los instantes algo duradero que poder apreciar el resto de nuestra vida. Es ahí cuando nos daremos cuenta de la importancia de lo que realmente es importante, de que las experiencias diarias y las pequeñas batallas nos hacen ser mejores y estar más preparados para surfear por la vida.

 

Nuestras experiencias y nuestros aprendizajes son la compañía perfecta para otros peregrinos que, como nosotros, están transitando el mismo camino, desde su perspectiva, desde su emoción y desde su sentimiento. Podemos ayudarnos para hacer un ejercicio y vivir disfrutando y de construir quienes somos por lo que hemos vivido.

 

Para poder observar las cosas verdaderamente importantes debemos reconciliarnos con otras tantas que revolotean por nuestra existencia. Descubrir tu misión es parte de la importancia de vivir en conciencia para avanzar por tu propia biografía. Porque en muchas ocasiones tenemos la percepción de que algo falla, una curiosa sensación que mezcla la frustración y la desesperanza, pero que resulta clave para elegir lo que verdaderamente queremos y no pasar por nuestros días con esa sensación de no saber qué hacer y dedicarnos, casi en exclusiva a apagar incendios.

 

Para vivir de cara a lo realmente importante debemos poner la atención en aquello que nos importa para nuestro desarrollo tanto personal como profesionalmente. Se trata de ejercitar la manera de hacer para poder llegar a tener el control de las cosas que son importantes y las que no lo sean tanto, poder gestionarlas para que no supongan ningún lastre.

 

Nuestro gran desafío es estar presente en aquello que realmente importa, en dirigir nuestra atención hacia lo que elegimos para nuestras vidas, incluyendo, claro está, a las personas con las que quereos estar. Es una parte crucial en nuestro desarrollo como personas y que nos ayudará a gestionar las aspiraciones y deseos para conseguir nuestros objetivos vitales.

 

A veces ocurre que no nos damos cuenta de las cosas sencillas que están a nuestro alrededor y que, sin embargo, están generando magia constantemente. Tal es así que tendemos a olvidar su existencia y nos hace perder, de forma inconsciente, la perspectiva sobre nuestro mundo.

 

Busca lo importante de lo que consideres importante, ya sea en las cosas más sencillas o en aquellas que te resulten complicadas. De lo que se trata es de encontrar aquello que te hace sentir bien, que te hace feliz y con lo que se identifique tu corazón. Si llega ahí habrás encontrado lo verdaderamente importante que es lo importante.