El Ayuntamiento de Guadalajara licita el último proyecto para rematar la primera fase de restauración del Alcázar Real

El proyecto, que tiene como objetivo dar continuidad a la rampa existente hasta la Travesía Madrid y asegurar el talud en la Travesía de la Merced con un muro de contención, tiene un presupuesto base de licitación de 49.586,33 euros y un plazo de ejecución de tres meses

 

El Ayuntamiento Guadalajara ha sacado a licitación la última acometida para dar por concluida la primera fase de restauración del Real Alcázar de Guadalajara, que se ha llevado a cabo con el 1,5% Cultural y que además de consolidar los restos que quedaron en pie tras el bombardeo del edificio durante la Guerra Civil, ha supuesto la construcción de una rampa que abre el paso a los peatones al monumento y a la calle Madrid, desde el Barranco del Alamín.

 

Precisamente, esta última actuación, explica el primer teniente de alcalde y concejal del área de Urbanismo e Infraestructuras del Ayuntamiento de Guadalajara, Rafael Pérez Borda, tiene como finalidad “la conexión de la plataforma de acceso a las caballerizas, donde finalizaron los trabajos del proyecto que venía financiado con el 1.5% Cultural, para terminar de dar acceso a la Calle Madrid y ya poder abrir toda la actuación”. El edil de Urbanismo aclara que el montante económico de la obra, que fue adjudicada a la UTE formada por la Compañía Internacional de Construcción y Diseño S.A. y a Ortiz Construcciones y Proyectos SA con un importe de 1.006.517,66 euros, de los que 831.838.99 euros correspondían a la aportación del Ministerio de Cultura y los 274.678,67 euros restantes, al Ayuntamiento, sólo cubría la actuación hasta esa plataforma.

 

De esta manera, el proyecto que acaba de salir a licitación y será financiado con fondos municipales, tiene por objeto, según recoge el propio anuncio de licitación, publicado el pasado martes, 14 de marzo en la Plataforma de Contratación del Sector Público, construir una rampa accesible que dé continuidad a las preexistentes en el acceso al Alcázar Real desde el Barranco del Alamín hasta la Travesía Madrid, acondicionando la zona y asegurando el talud en la Travesía de la Merced con un muro de contención construido a continuación del existente y de las mismas características. El presupuesto base de licitación asciende a 49.586,33 euros y el plazo de ejecución es de tres meses. El anuncio concreta, además, que la rampa tendrá que estar construida en el primer mes de obra.

 

“El 28 de marzo se presentan las ofertas y en cuanto se lleve a cabo este trámite comenzaremos la ejecución, que tiene un plazo de tres meses y transcurrido ese tiempo ya tendremos el acceso definitivo”, comenta Pérez Borda.

 

El primer teniente de alcalde indica que el Ayuntamiento está pendiente de abordar las oportunas conversaciones con el Ministerio de Cultura para inaugurar esta primera fase ejecutada con ayuda del 1,5% Cultural porque “en estas actuaciones se exige que, para justificar los fondos que te dan, se coloque una placa donde se especifique quién provee los fondos y un acto de recepción de las obras oficial y abierto al público”.

 

Las obras que estaban recogidas en la primera fase del Plan Director de Restauración y puesta en Valor del Alcázar, se iniciaban a principios del año 2021 con el objetivo principal de consolidar los muros, con especial atención en la zona que se apoyaba sobre la ladera del Barranco de El Alamín, que estaba descalza y apuntalada en algunos de sus puntos, lo que entrañaba un grave riesgo de deterioro. De este modo, se ha actuado en los muros, las partes de la muralla, la fachada y la zona abovedada de las caballerizas, así como en la construcción de la citada rampa de conexión peatonal, cuya estructura de hormigón asegura la ladera. Esta estructura se ha quedado a escasos metros de la Travesía Madrid y una vez rematada permitirá recorrer el perínetro de este monumento declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

Sobre el Alcázar Real de Guadalajara

 

El antiguo Álcazar Real de Guadalajara, tal y como recoge la página web del Ayuntamiento capitalino, es una fortificación cuyas ruinas actuales datan del siglo XIII, aunque no se descarta que en el mismo emplazamiento hubiera existido una fortaleza árabe. Fue residencia de los reyes castellanos desde el siglo XIII hasta fines del XV. En el siglo XVIII, el edificio fue ampliado y convertido en Fábrica de Paños; en el siglo XIX, sucesivamente, se establecieron en él los cuarteles de Santa Isabel y San Carlos, el Colegio de Huérfanos de la Guerra y el Batallón de Aerostación.

 

Durante la Guerra Civil de 1936-1939, el Álcazar fue bombardeado y destruido casi por completo. A partir del año 1998, ha sido objeto de varias campañas de excavación arqueológica, que han revelado la importancia de este monumento en la historia de la arquitectura civil de la Baja Edad Media.