Fisioterapeutas y veterinarios sufren un aumento de agresiones y amenazas en sus consultas

Publicado por: Ana María Ruiz
25/03/2023 08:00 AM
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La mayor parte de las agresiones a profesionales sanitarios las sufren las mujeres//Imagen: J. Javier Ramos González/Sescam.
La mayor parte de las agresiones a profesionales sanitarios las sufren las mujeres//Imagen: J. Javier Ramos González/Sescam.

Estos sectores se suman al problema de violencia física y verbal que padecen muchos profesionales del ámbito sanitario en la provincia. La Policía Nacional pide que se denuncie para poder prevenir y actuar

 

El incremento de las agresiones hacia profesionales sanitarios detectado por el Ministerio de Sanidad, llevó a la Secretaría de Estado de Seguridad y la Organización Médica Colegial, en 2017, a aprobar un protocolo de actuación conjunta con el fin de prevenir y actuar de forma específica ante este tipo de violencia ejercida en centros de salud, hospitales y cualquier consulta pública o privada relacionada con el ámbito de la salud. 

 


Para ello, se aprobó la Instrucción 3/2017, por la que se creaba en el Cuerpo Nacional de Policía la figura del Interlocutor Territorial Sanitario, que también tiene su homólogo en la Guardia Civil. En el caso de Guadalajara, el agente encargado de estas tareas es Alfonso Rodríguez, que lleva al frente de esta unidad seis años, a lo largo de los cuales ha podido constatar que las agresiones a los profesionales del sector han existido siempre, han ido en aumento en los últimos años y, aunque en Guadalajara la cifra no es alarmante, se siguen produciendo.

 


Afirma que, además, en los últimos meses, se viene produciendo un especial incremento de amenazas verbales y agresiones físicas en las consultas veterinarias y en las de los fisioterapeutas. En las primeras, algunos propietarios no están de acuerdo con determinados tratamientos o no aceptan diagnósticos de muerte para sus mascotas: “Aquí ocurre que, si se le dice que el animal no tiene cura, se acaba en amenazas y agresiones”, afirma Rodríguez. 

 

Más grave es lo que está ocurriendo en las consultas de fisioterapia, en las que los profesionales se están enfrentando a problemas de acoso o agresiones sexuales: “En este caso, la violencia no es verbal, sino que algunos hombres y mujeres que acuden a las consultas a darse un masaje piensan que éste tiene que llegar más allá y, en este caso, ya estamos hablando de acoso o abusos sexuales”. 

 

La importancia de denunciar 

 

Según los datos de la memoria de la Brigada de Seguridad Privada de la Policía Nacional, de la que depende el Interlocutor, a lo largo del año pasado no se denunció ninguna agresión en la provincia.  “Hasta la fecha, en Guadalajara no hay un índice delictivo que sea alarmante, pero hay que evitarlo”. De hecho, Alfonso Rodríguez señala que se tuvo conocimiento de cuatro agresiones que no llegaron a denunciarse: “Los datos estadísticos no significan que no se produzcan, lo que significa es que no se denuncian”. De hecho, desde la puesta en marcha de la Unidad, las denuncias han ido descendiendo. En 2020, que es cuando se elaboró la primera memoria en Guadalajara, se contabilizaron siete agresiones y se interpusieron cinco denuncias, en 2021 hubo 10 agresiones y tan sólo se denunciaron la mitad. No obstante, en lo que va de año, se han producido tres agresiones de las que se han denunciado dos: una por amenaza física y otra verbal. La tercera persona agredida no ha querido denunciar. 

 

El principal problema al que se enfrenta el Interlocutor Sanitario para llevar a cabo su labor es, precisamente, la falta de denuncias por parte de los profesionales del sector. Los motivos que suelen alegar son la pérdida de tiempo que les supone tener que acudir a la justicia para que después, o bien se archiven los casos, o el denunciado ni siquiera se presente al juicio. En otras ocasiones les mueve el miedo a las posibles represalias. “Cuando me reúno con ellos me transmiten su frustración. Es entendible. Pero es un paso hacia atrás porque les insisto en que la denuncia es una forma de hacer visible lo que está ocurriendo y para evitar que, por ejemplo, una agresión verbal se convierta en una agresión física”, insiste Alfonso Rodríguez. De hecho, según la información facilitada por el agente, estadísticamente, una agresión verbal se convierte en física en el 20% de los casos: “Eso es lo que se trata de evitar, de ahí la importancia de denunciar. Las agresiones o amenazas verbales no se denuncian en un porcentaje muy alto. Se intenta potenciar que los profesionales sanitarios que sufran tanto agresiones verbales como físicas lo denuncien porque muchas, muchísimas, se quedan en el anonimato y no se denuncian.Se trata de conseguir dar luz al problema y que se convenzan de que nosotros estamos ahí para evitar que se produzcan agresiones. La sensación que da a veces es que los sanitarios piensan que las amenazas y las agresiones van en su sueldo y no es así. Tienen que entender que estamos aquí para que esto no vaya a más”. 


El trabajo de Alfonso no es fácil, fundamentalmente, por la falta de información. Su conocimiento de las agresiones viene, bien a través de llamadas de los propios afectados, o bien a través del parte de novedades y denuncias de la Policía Nacional. Una vez que tiene conocimiento de alguna agresión, se pone en contacto con los afectados y se inicia un procedimiento de actuación. Si ha existido una agresión física, se les recomienda que soliciten un parte lesiones y denuncien y se les informa sobre el procedimiento judicial. Posteriormente, se pone el caso en conocimiento de la Brigada de Seguridad y la Brigada de Policía Judicial, que inician una investigación, citan a declarar al denunciado y estudian si procede detención por amenazas graves o lesiones por agresión. “Se da prioridad a estos casos sobre otros porque no es entendible que vayas a un centro sanitario y termines agrediendo a quien te va a curar”.

 

Rodríguez destaca que, además, este tipo de agresiones a profesionales sanitarios en el ejercicio de sus funciones o en relación con las mismas, al igual que las que se producen contra los profesores, están tipificadas en el Código Penal como atentado contra la autoridad. Están sancionadas con penas de prisión de uno a cuatro años si es contra la autoridad y, en el resto de los casos, con tres años o seis meses de prisión. “En prisión no van a entrar sin antecedentes y la multa es casi insignificante, de 5 euros por día, pero constan antecedentes penales con todas las consecuencias que eso acarrea, sobre todo para las personas que no están acostumbradas a entrar y salir de los juzgados”. 


Otra forma de conocer las agresiones es a través del llamado Perseo, un sistema de comunicación interna puesto en marcha por el Sescam que recoge las agresiones. Sin embargo, los servicios de Riesgos Laborales del Hospital de Guadalajara no los suelen facilitar: “Sería necesario que cada centro mandase los Perseos, pero no sé por qué no se comunica por parte del personal de Riesgos Laborales. Hay agresiones pero, si no nos comunican nada, es que no está pasando. Si no tenemos datos de denuncias o comunicaciones internas, a efectos policiales no podemos actuar. Necesitamos información para trasladarlo a la Brigada de Seguridad Ciudadana y que se adopten las medidas oportunas enviando un dispositivo para tratar de erradicar el problema”.

Además de la labor de intervención propiamente dicha, el Interlocutor Policial Sanitario mantiene reuniones una vez al año con todos los sectores afectados: la Delegación Provincial de Sanidad, la Gerencia del Hospital General, los sindicatos, los colegios oficiales de Médicos y Enfermería, representantes de fisioterapeutas y odontólogos, gerentes de los centros sanitarios privados y la Policía Local, que interviene cuando no hay efectivos disponibles en la Nacional. En dichas reuniones se les aportan datos estadísticos y se les ofrecen consejos sobre cómo actuar ante una agresión, cómo prevenirlas, disposición de las consultas de modo que se pueda huir con facilidad en caso de agresiones graves, contención no verbal, etc.

 

El Interlocutor Policial Sanitario, Alfonso Rodríguez, durante una de sus charlas con los profesionales sanitarios//Imagen: Policía Nacional.
El Interlocutor Policial Sanitario, Alfonso Rodríguez, durante una de sus charlas con los profesionales sanitarios//Imagen: Policía Nacional.

 


El Hospital, el más conflictivo


En cuanto a los centros más conflictivos, Alfonso Rodríguez señala que si bien existe un catálogo en el que se establece que los centros con seguridad y medidas electrónicas, como pulsadores de alarma, se consideran de riesgo bajo, la realidad no es así, ya que son los centros más grandes en los que más problemas se generan: “En el caso de Guadalajara, el Hospital Universitario es donde más incidentes se producen a pesar de contar con medidas de seguridad personal y mecánicas”. Además, de en el centro sanitario de referencia de la provincia, también se producen más agresiones en los centros de salud con atención permanente. 

El horario en el que más agresiones se producen es el de mañana. Y los autores de las mismas son -por este orden- los propios pacientes, sus familiares y sus acompañantes. Los motivos: no estar de acuerdo con los tratamientos, las dispensaciones de medicamentos o las bajas laborales. En cuanto a los perfiles, los agresores suelen ser varones de entre 35 y 55 años y los agredidos, principalmente médicos y, especialmente, mujeres. 


Además de las agresiones directas, los profesionales sanitarios recurren al Interlocutor Policial en caso de traslados a domicilios en los que ya han tenido algún percance o ubicados en barrios conflictivos. En 2022 se realizaron 257 colaboraciones, que también incluyen las atenciones en la vía pública, fundamentalmente a personas ebrias o a enfermos mentales. Los robos y hurtos también se contemplan en las estadísticas, con un total de 21 robos en centros sanitarios de la capital, especialmente de coches y catalizadores. 


Para atajar el problema, desde la Brigada de Seguridad Privada se considera que sería conveniente que los centros sanitarios que se lo puedan permitir, dispusiesen de un Departamento de Seguridad. “Es un departamento no costoso, pero a nivel organizativo gestionaría la seguridad de ese centro en concreto y de los asociados a él. Sería lo ideal”, ha manifestado Rodríguez.

 


Campaña de concienciación y prevención


Precisamente, este mes de marzo, se cumple un año de la puesta en marcha por parte del Gobierno regional de la campaña “Tu respeto facilita mi labor”, ya que, tal y como indicó durante su presentación La directora gerente del SESCAM, Regina Leal, el respeto es el eje de la relación entre el profesional sanitario y el paciente. “Los incidentes violentos, los insultos, las agresiones, en definitiva, la falta de respeto al personal sanitario perjudica a toda la sociedad porque impiden que los profesionales puedan desarrollar su labor en condiciones adecuadas”, afirmaba Leal, quien realizaba un llamamiento a la responsabilidad de todos “para que nuestros centros sanitarios sigan siendo un espacio seguro”.

 

 

Según los datos del Registro de Evaluación de Conflictos del Plan Perseo, últimos hechos públicos por el Sescam, durante 2021 se registraron un total de 560 incidentes en la región. El mayor número de registros proceden de Atención Primaria; las consultas son el área donde más se producen; el 73% de las víctimas son mujeres; y el porcentaje más alto son profesionales de la Medicina.

 

En cuanto al tipo de agresión, la gran mayoría de los episodios conflictivos responden a agresiones de tipo verbal, casi el 90%, mientras que las agresiones físicas supusieron el 2,35% del total, sumando poco más del 1,6% las de tipo escrito y no llegan al uno por ciento las que afectan al patrimonio.


Leal ha insistido en la importancia de denunciar cada vez que se produce una conducta agresiva, para tener conocimiento de los hechos y poder tomar medidas, como la prestación de asistencia jurídica. 

 

 “Las cifras que arroja este balance son para estar alerta, pero no para alarmar”, ha afirmado la responsable del Sescam, quien ha añadido que “una ínfima minoría de las personas que son atendidas por los profesionales de la sanidad pública son violentos. La mayoría de la población es educada y correcta y no incurre en malos comportamientos”.

 

El Sescam puso en marcha la campaña 'Tu respeto facilita mi labor' hace un año//Imagen: Sescam.
El Sescam puso en marcha la campaña 'Tu respeto facilita mi labor' hace un año//Imagen: Sescam.

 

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