Esta precampaña electoral, que ya está pero que muy calentita, nos está deparando muchas sorpresas en Guadalajara. La última, el anuncio de abandonar la política del que se presentó como candidato por Ciudadanos a la Alcaldía de la capital, Rafael Pérez Borda.
Su decisión es del todo lícita, lo sorprendente es el modo y el momento en que se ha producido. Por inoportuno.
En primer lugar, el pasado 8 de febrero, la Ejecutiva regional anunciaba que Pérez Borda sería el cabeza de lista de la formación naranja al Consistorio capitalino. Es decir que, exactamente dos meses y nueve días después de anunciarse su candidatura, el todavía primer teniente de alcalde decide comunicar una decisión que a buen seguro venía madurando desde hace semanas.
En segundo lugar, el edil, aún responsable de Desarrollo Urbano, Infraestructuras, Limpieza y Sostenibilidad y concejal delegado de Urbanismo, Obras Públicas y Vivienda -ahí es nada- comunica su abandono de las lides políticas a través de las redes sociales. Sin comparecencias públicas. Sin luz y sin taquígrafos.
En tercer lugar, en su misiva colgada en Twitter no indica en ningún momento cuáles son los motivos que le han llevado a tomar esta decisión en un momento tan delicado y tan cercano a la cita con las urnas.
La marcha atrás del ya ‘no candidato’ deja a los naranjas, como se diría coloquialmente, ‘con el culo al aire’. Según fuentes consultadas por El Decano de Guadalajara, la Ejecutiva regional de Ciudadanos quiere presentar “sí o sí” listas a la Alcaldía y a las Cortes regionales en Guadalajara. El problema es que el reloj corre en su contra. Según la Ley Electoral, el lunes día 24, a las 12 de la noche, acaba el plazo de presentación de candidaturas. Lo que significa que el partido dispone tan sólo ya de poco más de 90 horas para encontrar a quienes quieran liderar el proyecto en la provincia.
Además, el abandono de Rafael Pérez también deja huérfanos y sorprendidos a los más de 5.000 votantes que respaldaron su proyecto en las elecciones de 2019 y a los posibles votantes que hubieran podido confiar en Ciudadanos el próximo 28 de mayo. Porque, aunque se presente otro candidato o candidata, los vecinos lo que conocen son los aciertos y errores de los miembros de la actual lista, que fueron la llave de Gobierno en el Ayuntamiento y llevaron a la Alcaldía al socialista Alberto Rojo.
La debacle electoral que se espera que sufra Ciudadanos en las elecciones del 28M es vox pópuli. Los pobres resultados que se prevén en las urnas pueden haber sido el motivo de la espantada de Pérez Borda, que en su huida ha arrastrado a su compañero, el concejal de Turismo y Comercio, Fernando Parlorio, quien también anunciaba, tres días antes que él, su renuncia a la vida política. Y sólo ellos sabrán si han continuado las bajas. Públicamente sólo conocemos estas dos, pero a buen seguro que el goteo continúa.
Poner cara a una derrota prevista con tanta antelación no es fácil para ningún líder político, pero al menos le deben una explicación a su electorado, a las personas que confiaron en ellos hace cuatro años y a todos los vecinos de la capital. Y en el caso de Ciudadanos, estas explicaciones han brillado por su ausencia. Un gesto muy feo que no les deja en buen lugar.
En el aire queda la duda de a dónde irán ahora los votos de los simpatizantes de esta formación. La maquinaria para captar a sus votantes ya se ha puesto en marcha. El presidente regional, Emiliano García-Page, está atrayendo a sus listas a ex dirigentes naranjas en una estrategia para hacerse con el voto del centro-derecha. Una batalla en la que también ha entrado el Partido Popular, que aún así continúa haciéndole guiños a Vox, por si las moscas.
Rafael Pérez Borda pasa a formar parte de nuestra particular galería de retratos. En nuestras paredes ya figuran ‘El candidato machista’, ‘El candidato ocupado’ y, desde esta semana, ‘El candidato a la fuga’. Visto lo visto, probablemente en los próximos días otro nuevo rostro se sume a esta singular y curiosa lista.
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