La recuperación, conservación y divulgación del patrimonio cultural y natural tendrá un peso muy importante dentro del Plan de Sostenibilidad Turística de la Comarca de Molina de Aragón y el Alto Tajo que fue aprobado en el mes de mayo por la Secretaría de Estado de Turismo y el Gobierno de Castilla-La Mancha con una dotación de 3,1 millones de euros, gestionados por la Asociación de Desarrollo Rural Molina-Alto Tajo (ADR Molina-Alto Tajo).
El proyecto, explica el presidente del ADR Molina-Alto Tajo y alcalde de Checa, Jesús Alba, esta fundamentado en la promoción turística de este territorio, que cuenta con un enorme patrimonio de una gran diversidad, pero donde a menudo se encuentran lugares de interés, “con un alto potencial turístico” donde no se han abordado las acciones oportunas para su puesta en valor, protección y divulgación, por lo que “se trata de acometer esos trabajos”.
En este sentido, indica que el territorio cuenta con algunos abrigos y cuevas con arte rupestre levantino distribuidos por la Sierra de Caldereros o Rillo de Gallo; y del Paleolítico, como es el caso la Cueva de Los Casares, e incluso, “elementos singulares como el dolmen de Anguita”. “Por ejemplo, en el caso al arte levantino de la Sierra de Caldereros se han realizado estudios por parte de universidades y se conoce de su existencia pero, teniendo en cuenta su fragilidad, hay que abordar estudios de mayor profundidad y establecer sistemas de protección, de manera previa a poderlo divulgar con información de cara al visitante”, explica Alba.
La Comarca de Molina también atesora un importante patrimonio celtibérico, con innumerables castros y necrópolis muy característicos. “Con este plan pretendemos dar impulso a los tres más representativos, que son Peña Moñuz, en la Olmeda de Cobeta, Castil de Griegos, en Checa y Los Rodiles, en Cubillejo de la Sierra”. En concreto, la propuesta recoge una medida para la realización de intervenciones arqueológicas y mejora de accesos en castros y otros elementos patrimoniales, así como la creación de experiencias inmersivas de realidad virtual.
Jesús Alba considera, en este sentido, que si no es con un proyecto de estas características “nadie va a apostar por divulgar este tipo de valores, por lo que es una oportunidad de apostar por esas actuaciones que no se han podido llevar a cabo nunca y que confieren entidad al territorio”, añade.
La ADR se encuentra trabajando en estos momentos en la elaboración de la estrategia para el desarrollo de este plan que, insiste Alba, “no es definitivo”, teniendo en cuenta que la propuesta inicial “muy ambiciosa” estaba valorada en unos 4 millones de euros y finalmente se han aprobado 3,1 millones, “por lo que se podría decir que está todo en el aire todavía”, valora.
Las distintas actuaciones recogidas en la propuesta inicial, de acuerdo con los requerimientos de este tipo de fondos europeos, se estructuraban en cuatro apartados: Eficiencia energética, con un presupuesto estimado en 1,1 millones de euros; Transformación digital, con unos 525.000 euros de presupuesto; Transición Verde, 1.032.000 euros; y Competitividad, con 1,5 millones de euros.
“Se trata de un presupuesto bastante genérico”, señala Alba, por lo que ahora “hay que ver la cantidad exacta de la que vamos a disponer y dentro de las partidas y porcentajes que hay que cumplir por estos fondos tendremos que ir ajustándonos, viendo las necesidades prioritarias”.
Además, este plan obliga a la creación de una oficina y un equipo de personas responsables de “llevar a cabo las distintas licitaciones y hacer un seguimiento para justificar estos fondos”.
Entre las acciones recogidas en ese estudio inicial, además de las relacionadas con la recuperación, protección y puesta en valor del patrimonio, explica Alba, se encuentran el establecimiento de áreas de pernoctación de auto-caravanas y camping; la señalización de caminos para bicicleta y senderismo; o la instalación de kits de reparación para las rutas ciclables.
Asimismo, el plan valora la posibilidad de sacar rendimiento a las zonas lacustres de la comarca, con medidas como la construcción de un observatorio de aves entre La Yunta y Tortuera, aprovechando la cercanía de la Laguna de Gallocanta.
También propone una iniciativa para regular, proteger y poner en valor la micología “de la misma manera que ya hemos hecho en la Mancomunidad de la Sierra, donde ya tenemos un coto micológico, de lo que se trata es de trasladar esta iniciativa al resto de la comarca”.
Teniendo en cuenta la gran diversidad de paisajes y la riqueza cultural del territorio se recoge también la realización de inventarios y análisis de recursos patrimoniales y naturales; la elaboración de rutas y experiencias; el impulso del astroturismo y el turismo gastronómico en torno a la trufa; o la puesta en valor e interpretación de paisajes etnográficos, como el de los chozones sabineros, construcciones que se estructuraban en torno a un gran tronco de sabina, levantadas con piedra caliza y madera de sabina, que solían utilizarse para guardar el ganado.
Con este plan también se pretended la adaptación del territorio a los nómadas digitales: “Es necesaria una estrategia para adaptar el territorio a las necesidades de esta comunidad y hacer una labor de facilitación, sensibilización e información a los empresarios locales y vecinos de la comarca”, indica Alba.
La propuesta apunta varias ideas relacionadas con la digitalización y las nuevas tecnologías, como una ghincana digital por la comarca; sistemas de señalética inteligente y sensorización; la creación de un recorrido virtual “que vertebre los núcleos urbanos , su historia y su cultura” y un safari fotográfico.
Además, se incluyen iniciativas para la capacitación digital del tejido productivo dentro de este apartado para la digitalización y cursos para formar guías turísticos, porque “dentro de los fondos Next Generation siempre hay que dedicar una parte a cursos y formación”.
En lo que se refiere a la Eficiencia Energética, apuesta por la implantación de sistemas de eficiencia energética en recursos turísticos y tres puntos de recarga rápida para vehículos eléctricos.
También insiste en la importancia de la promoción internacional del territorio y el marketing turístico.
Además, contempla otras medidas para mejorar la competitividad del territorio como la creación de una embajada “que va a estar enfocada a la atracción de inversiones privadas nacionales e internacionales en sectores estratégicos y con debilidad en el territorio” o la creación de una red de empresas dedicadas a productos complementarios que puedan establecer sinergias y el estudio y creación de productos y eventos de alta rentabilidad y bajo impacto que puedan ser ofrecidos a las empresas locales, así como asesoramiento a los negocios;
