Un experto en crispación

El presidente de Vox Guadalajara, diputado regional y concejal en el Ayuntamiento de Alovera, Iván Sánchez, ha protagonizado esta semana un nuevo capítulo de lo que mejor se le da: crispar. Palabra que la RAE define como “irritar o exasperar a alguien”. 

Sánchez, al que le gusta vanagloriarse de la repercusión de sus continuas salidas de tono en redes sociales, ha arremetido esta semana contra el cantante Rayden, uno de los primeros artistas en confirmar su asistencia al Festival Gigante. Haciendo gala de sus dotes ‘moralizantes’ aconsejaba al reconocido rapero plantearse su actuación en Guadalajara, alegando su decisión de cancelar un concierto en Alcalá de Henares por los episodios de censura y cancelación cultural por parte de PP y Vox en algunos ayuntamientos. "Estimado @soyRayden, le informamos que en Guadalajara también somos parte del equipo de Gobierno. Le avisamos con tiempo, por si quiere repetir la espantada de Alcalá y dejar su puesto en el @FestivalGigante a alguien que no haya encomendado su conciencia a la mentira progre", le espetaba.

La “mentira progre” a la que se refiere Sánchez, siempre en posesión de la verdad absoluta, se refiere al comunicado que colgó el cantante en X (antes Twitter) bajo el hashtag #Stopcensura: "Con la llegada de la extrema derecha a las concejalías y viendo con inaudita estupefacción la censura y cancelación cultural con la que está siendo castigado el arte en localidades con la misma representación, me veo con el deber moral de cancelar mi actuación". Añadía además que "mi conciencia no me dejaría tranquilo si fuese de la misma mano que fomenta el odio que 'manda a la basura' al colectivo LGTBI +, que vota en contra de la Ley Trans y que los ve, junto a la población inmigrante, como ciudadanos de tercera, desprovistos de los mismos derechos que el resto".

La respuesta de Rayden al líder provincial de Vox, que suma de momento más de 300.000 reproducciones, no se hizo esperar: “Creo que usted bien sabrá la diferencia entre tocar para las fiestas patronales de una ciudad y actuar para una promotora independiente sin ninguna implicación política”.

Como el diputado de Vox es de tecla rápida, lejos de dar por zanjada la cuestión, ha continuado dando rienda suelta a su verborrea ultra con más post. En uno de ellos se refiere al cantante como ‘artista’, así entre comillas, poniendo en entredicho la profesionalidad de un músico cuya trayectoria está fuera de toda duda. Fue nominado a Mejor Artista Español en los MTV Europe Music Awards de 2015​ y a Mejor Artista en los Premios de los 40 Principales. En los premios MIN de música independiente recibió el galardón al Mejor Artista y al Mejor Videoclip. También se dedica a la escritura, con tres libros publicados y, en cuanto a su implicación social, ha colaborado con organizaciones como Naciones Unidas y ha sido embajador de Google contra el discurso de odio.

Un curriculum que le debe parecer poco al señor Iván Sanchez. Será quizás porque el suyo es mucho más completo y ajustado a los cánones. Según consta en la web de las Cortes regionales -además de su escasa trayectoria política, siempre bajo el paraguas de la ultraderecha- es empresario, técnico deportivo y formador de pilotos de motociclismo en la empresa de la que es socio fundador. Una experiencia laboral muy respetable que, sin duda, le avala además como alto representante político para defender los intereses de Guadalajara en el Parlamento castellanomanchego.

No contento con hacer el ridículo, justifica en internet sus comentarios sobre “la realidad de lo ocurrido en las últimas horas”. ‘Su’ realidad que, evidentemente, es la única y verdadera: “Pedir coherencia a una persona no es censurar. El “artista” anuncia que renuncia a sus principios y vendrá a Guadalajara. Imagino que renunciará también a sus honorarios, puesto que el Ayuntamiento de Guadalajara patrocina y cede el espacio para su concierto”.

Encontrando un hueco en su apretada agenda política, el señor Sánchez también tuvo tiempo para contestar al post del Grupo Municipal Socialista del Ayuntamiento. En el mismo, el concejal Ignacio de la Iglesia criticaba sus afirmaciones por “atentar contra la libertad cultural, la pluralidad y la diversidad que siempre han representado a nuestra ciudad". A lo que Iván, ya apodado en algunos círculos como ‘El Terrible’, responde: “Ahora resulta que informar de una realidad a un ‘artista’ para que pueda seguir fiel a su conciencia es censurar”. Añadiendo su cansina coletilla sobre la prensa: “Si no tuvierais vuestros medios apesebrados no os haría casito nadie”.

Lo cierto es que las redes del concejal de Alovera son extremadamente entretenidas y darían para muchos titulares. También es verdad que sus quehaceres políticos no le deben ocupar demasiado tiempo, porque días atrás también sacó unos minutillos para criticar en X a la Red Feminista de Guadalajara por pintar de morado los globos blancos instalados en Santo Domingo por no se sabe quién -aunque se intuye- para denunciar -bajo el anonimato- a las 495 guadalajareñas que abortaron en 2022: ”La libertad de expresión acaba donde quiere la izquierda de Guadalajara. ¿Qué hubiera pasado si una bandera LGTBI hubiera sido vandalizada?¿Dónde está ese PSOE que se quejaba (con razón) cuando pintaron su sede?"

Por cierto, una sede ante la que Iván Sánchez no dudó en apostarse en una concentración ilegal contra la amnistía en la que, además, algunos medios de comunicación de la ciudad fueron increpados e insultados. Esa es la libertad de expresión que tanto defiende el líder provincial de la ultraderecha. Una libertad de expresión que le escuece especialmente cuando es ejercida por El Decano de Guadalajara. Las ‘lindezas’ que nos ha dedicado Vox en redes a cada crítica contra sus tesis son para enmarcar.   

Señor Sánchez, en lugar de perder el tiempo en crispar al personal, dedíquese a su trabajo como diputado regional en las Cortes de Castilla-La Mancha -bastante escaso por cierto- por el que cobra del erario público y deje de ponerse en evidencia. A usted y a Guadalajara. 

Y, si le molesta que a Vox se le critique por su continuo afán de crispación del ambiente político y social, por su censura cultural y por sus negacionismos, le recomendamos una canción: ‘ A llorar a la llorería’. El autor: Rayden. Su ‘artista’ favorito.