¡No al ecocidio!

Acaba de ocurrir. Esta semana ha comenzado la reforma de las plazas de San Esteban y del General Prim, en pleno centro de la capital provincial. Unas obras que -sin duda- eran necesarias, ya que esta parte de la ciudad necesitaba a gritos un lavado de imagen. Máxime, si se tiene en cuenta que es una zona muy frecuentada durante todo el año. Sobre todo, a lo largo de los fines de semana, en Ferias y durante los afamados vermús de Nochebuena y Nochevieja. Por tanto, esta parte del casco histórico requería un lavado de cara urgente.

 

Sin embargo, en democracia -como en la vida- no todo vale. El maquiavelismo se lo dejamos a 'El Príncipe'. Desde el Equipo de Gobierno de Ana Guarinos -integrado por PP y VOX- se han cargado el arbolado que existía en los referidos enclaves. Se trataban de ejemplares de pino de gran porte -con lustros de edad-, que será complicado recuperar. Al menos, a medio plazo.

 

Es cierto que en el nuevo proyecto se aboga por plantar diversos ejemplares en su lugar. Empero, ¿Por qué desde el Consistorio no han mantenido pinos sanos, en lugar de talarlos e invertir en nueva vegetación? ¡No tiene sentido! Especialmente, en un contexto de crisis climática como el que sufrimos. Hay que tener en cuenta que los gobernantes con amplitud de miras están apostando por la conservación de las zonas verdes y la renaturalización de aquellos espacios que -hasta ese momento- se hallaban copados por el alquitrán.

 

Desde el Ayuntamiento de Guarinos alegarán que se trata de un proyecto que ya se había aprobado durante la pasada legislatura, cuando Alberto Rojo (del PSOE) era alcalde. Y tendrán toda la razón. Rojo tampoco tuvo en cuenta -en ningún momento- la preservación de dicho enclave arbolado. No obstante, el pasado 3 de noviembre de 2023, el Consistorio recibió una resolución desfavorable a la reforma inicialmente planteada, por parte de la Delegación Provincial de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de Guadalajara.

 

Más concretamente, desde la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha se indicaba lo siguiente: "Dado que las obras de acondicionamiento afectan al ambiente urbano catalogado A3, así como a los bienes de interés histórico-arquitectónico Palacio de los Condes de Medina e iglesia medieval de San Esteban, se informa desfavorablemente el pavimento de caucho y baldosas fotocatalíticas, así como los colores de los mismos recogidos en el proyecto, ya que no respetan las características del ambiente urbano y los inmuebles históricos citados".

 

Por ello, desde la Concejalía de Infraestructuras, capitaneada ahora por Santiago López, se vieron obligados a suprimir el solado en tonos vivos que se había previsto la pasada legislatura. Una decisión que -además- ha supuesto un sobrecoste para las arcas municipales. El presupuesto de dichas actuaciones ha pasado a ser de 1.029.000 euros, frente a los 900.000 euros que se habían calculado cuando se presentó la iniciativa.

 

En consecuencia, tras el referido requerimiento regional, ¿No habría sido un buen momento para ampliar la modificación del proyecto y evitar la tala de los pinos ya existentes? Esta decisión, además, habría supuesto un ahorro de costes, ya que se habrían economizado tanto el precio del corte de los ejemplares -todos de gran porte- como el dinero necesario para la adquisición de la nueva vegetación. Sin embargo, parece que, para el actual Equipo de Gobierno, el mantenimiento de un medio ambiente sano en Guadalajara es algo secundario.

 

Una circunstancia que no debe extrañar a nadie, puesto que entre los mandatarios consistoriales se encuentran representantes de Vox, entre cuyos 'postulados ideológicos' destaca el negacionismo del cambio climático. Por ello, los que somos conscientes de esta problemática debemos seguir apostando por un contexto natural sano, tanto en el ámbito rural como en el urbano. Debemos continuar espetando bien alto: "¡No al ecocidio!".

 

Julio Martínez García es periodista, historiador y editor.