La CNMV se acostumbra a echar balones cuando se le exige transparencia

Publicado por: Julio Muñoz
10/03/2024 08:00 AM
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Sede corporativa de la CNMV//Imagen: CNMV.
Sede corporativa de la CNMV//Imagen: CNMV.

El organismo regulador presidido por Rodrigo Buenaventura hace caso omiso a las reclamaciones de minoristas y asociaciones y ningunea a la prensa cada ves que se le demanda acciones concretas o se le requiere información 'delicada' sobre empresas cotizadas 

 

Dice la Ley de Transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno aprobada en diciembre de 2013, que los países con mayores niveles en materia de transparencia y normas claras de gestión cuentan con instituciones más fuertes que favorecen el desarrollo social.  
 

En estos países, los ciudadanos pueden juzgar mejor y con más criterio la capacidad de sus responsables públicos y decidir en consecuencia. Permitiendo una mejor fiscalización de la actividad pública se contribuye a la necesaria regeneración democrática, se promueve la eficiencia y eficacia del Estado y se favorece el crecimiento económico. 
 

Una Ley que afecta a todas las instituciones del Estado, entre otras, cómo no, a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV. Sin embargo, desde hace mucho tiempo, las actuaciones o inacciones del organismo regulador traen por la calle de la amargura a muchos minoritarios al verse desprotegidos por la falta de transparencia.  
 

Los minoritarios apuntan a Rodrigo Buenaventura 
 

Una situación que parece haberse agravado durante el mandato de Rodrigo Buenaventura al que algunos han rebautizado como Malaventura por su acción u omisión al frente de la entidad. En este tiempo, caracterizado por las dificultades generadas por la pandemia de covid, se han producido numerosas operaciones que han contado con el visto bueno de la CNMV, en muchos casos de forma arbitraria e incluso con decisiones contradictorias en función de las empresas afectadas, según muchos afectados.  
 

Natra, OPDenergy, OHLA, NH Hoteles, Applus son solo algunas de las operaciones en las que se ha puesto en duda el deber del organismo regulador de defender los derechos de los accionistas minoritarios. En este sentido, uno de los inversores más críticos y activos contra la labor de Rodrigo Buenaventura está siendo José Antonio Ayensa que ante la falta de respuestas o requiebros, cuando las ha habido, a sus continuos requerimientos de información como pequeño accionista en casi todas estas sociedades.  
 

Sus quejas sobre decisiones arbitrarias o incluso contradictorias a la hora de por ejemplo justificar modelos de valoración de algunas estas operaciones han caído siempre en saco roto, obligándole a denunciar el oscurantismo del organismo tanto ante el Consejo de Estado como ante el Defensor del Pueblo. Medida ineficaz al toparse de nuevo de bruces con el muro de la administración que le ha despreciado y ninguneado, a pesar de mostrar unos sólidos argumentos fundamentados en artículos legales relativos a estas operaciones.  
 

Pero, no es el único. La realidad es que el organismo regulador se ha convertido en un especialista en echar balones fuera de forma habitual. Muchas otras personas físicas e incluso asociaciones y prensa se han visto sometidas a este 'menosprecio'.  
 

Entre ellas la Asociación de Accionistas Afectados por Nyesa. Esta asociación ha remitido numerosos escritos a la CNMV por presuntas irregularidades en las actuaciones de los por parte de los máximos responsables de la sociedad desde que José Antonio Bartolomé Nicolás se hiciera con el control de la compañía. Quejas que, en la mayoría de las ocasiones, el organismo ni siquiera se ha dignado dar acuse de recibo y menos, claro, a investigar, pese a facilitársele una larga relación de hechos incuestionables.  
 

Respuestas comodín de la CNMV que no aclaran nada 
 

Esta desinformación y falta de transparencia también afecta a la labor periodística. Ante cualquier pregunta respecto a posible uso de información privilegiada ante movimientos 'poco habituales' de algunos valores o la investigación de ciertas irregularidades siempre encuentra una excusa apropiada.  
 

Una de la más habituales es que "desde la CNMV no informamos sobre eventuales investigaciones en curso hasta que, en su caso, los procedimientos deriven en eventuales expedientes sancionadores, cuyas sanciones se publican en el BOE" o bien "la CNMV, por las normas de protección de datos, no puede informar sobre posibles escritos presentados por los particulares. Son los interesados que son los que pueden informar sobre su presentación si así lo desean". 
 

Respuestas comodín, en muchos casos retorciendo la legalidad vigente como ha denunciado en muchas ocasiones Ayensa, que impiden a los ciudadanos conocer y fiscalizar si los responsables del organismo están haciendo realmente su trabajo, aunque sea sin entrar en detalles, según los criterios fijados por la Ley de Transparencia.  
 

Julio Muñoz. Periodista de información económica y experto en comunicación 

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