Guadalajara es una de las provincias de Castilla-La Mancha donde la Semana Santa se vive con mayor intensidad. Cientos de vecinos y vecinas llevan meses inmersos en los preparativos y la organización de los actos de devoción que se llevan a cabo estos días a lo largo y ancho de nuestra geografía.
La nuestra es una tierra de pasiones por excelencia. Representaciones de la pasión de Jesucristo congregan cada año a creyentes, turistas y curiosos. Iriépal, Hiendelaencina, Albalate de Zorita o Fuentelencina son claros ejemplos de la implicación de sus habitantes en la celebración de este tipo de actos que, además de ‘crear’ pueblo, recuperan tradiciones que comienzan a ser citas ineludibles en el calendario turístico.
Otro gran atractivo son las procesiones que se llevan a cabo en los días ‘fuertes’ de la Semana Santa. Cada pueblo, de manera más o menos elaborada o vistosa, tiene su forma de mostrar su devoción. Muchos dentro de la sencillez y otros con desfiles procesionales de gran belleza, impregnados de sobriedad castellana, que sorprenden y sobrecogen. Es el caso de la capital, donde la Junta de Cofradías y Hermandades lleva años trabajando para dar mayor esplendor a sus procesiones y posicionarlas en el mapa. De hecho, posee la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional desde 1999 y se ha convertido por méritos propios en seña de identidad de la ciudad y en un elemento de patrimonio cultural de primer orden.
Los Soldados de Cristo, el Vía Crucis, la Vigilia Pascual y las procesiones del Santo Sepulcro y del Encuentro de Budia; la Procesión de los Armaos y el Santo Entierro de Sigüenza; la Procesión del Santo Entierro y de las Antorchas en Yunquera o la Procesión del Santo Encuentro y la Quema del Judas en Pareja, todas ellas declaradas de Interés Turístico Provincial, completan el círculo de las fiestas tradicionales de Semana Santa de la provincia, convirtiéndose además en un foco de atracción de turismo de primer orden.
Pero esta semana festiva no es sólo de carácter religioso. Marca el inicio de la primavera y se convierte en la excusa perfecta para descubrir una provincia que atesora un sinfín de bellezas naturales y patrimoniales que bien merecen una visita. Los datos de ocupación turística ponen de relieve que Guadalajara se está convirtiendo en uno de los destinos turísticos de interior más demandados por los turistas, tanto autóctonos como nacionales e internacionales.
De hecho, el sector turístico encara la Semana Santa con muy buenas perspectivas de ocupación. Según los datos aportados por la Consejería de Economía, Empresas y Empleo, la ocupación en el ámbito del turismo rural en Guadalajara se sitúan este año por encima del 77 por ciento y el porcentaje de ocupación hotelera es superior al 70 por ciento. Estas buenas perspectivas se están dejando sentir también en las previsiones de contratación que se reflejan en el seguimiento que se realiza a través del Observatorio del Mercado de Trabajo del Gobierno regional.
A pesar de que el tiempo se está empeñando en deslucir los actos religiosos o en estropear más de una excursión y alguna que otra salida vacacional, visitar la provincia en Semana Santa merece la pena.
Porque Guadalajara es tierra de pasiones… y más ¿Se animan a descubrirla?