Los alérgicos de Guadalajara vivirán una primavera ‘eterna’ esta temporada

La alergia al polen es la primera causa entre los pacientes tratados en el servicio de Alergología e Inmunología del Hospital Universitario. Las causas: el adelanto de la polinización a causa del cambio climático y la contaminación

 

Estornudos, congestión nasal, lagrimeo de ojos, picor de garganta, conjuntivitis, dificultad para respirar, tos o pitidos. Estos son algunos de los síntomas que padecen o padecerán este año cientos de guadalajareños afectados por la alergia primaveral. 

Una primavera que se les va a antojar muy larga ya que, según se informa desde la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, en el primer trimestre del año se ha observado un comportamiento atípico de la polinización de las plantas, especialmente de las cupresáceas, características de esta época en la zona centro del país. "Las inusuales altas temperaturas vividas desde finales de enero han provocado un adelanto del pico de polinización".

Belén Mateo, especialista en Alergología e Inmunología del Hospital Universitario de Guadalajara confirma a El Decano que "por los datos de lluvia y temperatura, se espera que en la zona centro sea una primavera con afectación porque se esperan niveles altos de polen de gramíneas. Además, este año las cupresáceas han tenido unos valores más altos que el 2022 y 2023, aunque en 2019 y 2021 hubo también niveles altísimos”.

Y es que las alergias componen este año un ‘cóctel perfecto’ para dar más de un quebradero de cabeza a los alérgicos. La doctora Mateo señala que "el problema es que el aumento de la temperatura por el cambio climático está haciendo que la polinización empiece más pronto y se mantenga más tiempo y eso hace que nuestros pacientes estén afectados más tiempo". A lo que hay que sumar los efectos de la contaminación atmosférica, que afecta tanto a las personas como a las plantas: "El problema que afecta a nuestros pacientes alérgicos al polen es que la contaminación influye tanto a las personas como a las plantas. En las personas, los contaminantes hacen que se pierda la función de barrera de la mucosa respiratoria. Los pólenes entran más  fácilmente y se desarrolla más la alergia. Y en las plantas también tiene efectos porque son plantas estresadas. Las plantas de las zonas de contaminación estresan más alérgenos y tienen más cantidad de esas proteínas que causan alergias. Se puede decir que son pólenes más agresivos para los pacientes". 

  

Otro problema que se les plantea a los especialistas es la ampliación del abanico de los pólenes a los que las personas se hacen alérgicas: “Vemos cada vez más alergias a más tipos de polen. En el centro se dan fundamentalmente a las gramíneas, las cupresáceas, las amarantáceas, el olivo y el plátano de sombra, especialmente en marzo y en abril”. Belén Mateo asegura que desde hace tiempo se viene observando además un aumento de pacientes, sobre todo personas de mayor edad. 

La mayor parte de los pacientes de Alergología e Inmunología del Hospital Universitario de Guadalajara son alérgicos al polen: “Estamos viendo pacientes que empiezan con síntomas mucho más mayores a causa de la contaminación. El polen es la primera causa de alergia entre nuestros pacientes. Se han hecho varios estudios epidemiológicos y sigue siendo la primera causa. Tenemos muchísimos pacientes con alergias a pólenes, que es la causa más frecuente entre nuestras consultas”.

Según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, la polinosis o alergia al polen afecta a cerca de 8 millones de personas en España. Desde esta sociedad científica recuerdan que una de las repercusiones del cambio climático está siendo un aumento de las enfermedades alérgicas por pólenes. Esto sucede porque a mayor calor, mayor es la concentración de granos y también la exposición de cada persona a ellos.

 

Según las estimaciones de SEAIC, uno de cada cuatro españoles puede sufrir algún tipo de alergia a lo largo de su vida. La rinitis afecta ya a un 21% de la población y es la patología alérgica más frecuente en España. De hecho, se espera que ese porcentaje aumente hasta el 25% de aquí a 2030.

 

 

Una primavera intensa

 

Para poder determinar la intensidad de la primavera de este año en las diferentes zonas geográficas, el Comité de Aerobiología Clínica de la SEAIC utiliza los datos de temperatura, precipitaciones y humedad suministrados por la Agencia Estatal de Meteorología, junto con los datos históricos de pólenes de las diferentes estaciones de la Red de Captadores de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, que cuenta con el asesoramiento del Área de Estadística e Investigación Operativa de la Universidad de Castilla La Mancha.

 

En la región, la primavera se prevé de moderada a intensa. En algunos puntos como Ciudad Real y Toledo será muy intensa, al igual que en Madrid. 

Desde la SEAIC se informa que con motivo de las temperaturas tan altas que se han registrado al inicio del año y la gran cantidad de precipitaciones en el mes de febrero, se espera que el polen se mantenga más tiempo en el ambiente, lo que puede provocar que los síntomas de la alergia sean más persistentes. 

Según datos de la Aemet, este enero ha sido el más cálido desde que hay registros: con una temperatura media sobre la España peninsular de 8,4 °C, valor que queda 2,4 °C por encima de la media de este mismo mes. Y es que el cambio climático afecta al momento, la dispersión, la cantidad y la calidad de los alérgenos, así como en la distribución y en la gravedad de las enfermedades alérgicas: "En consecuencia, aumenta la incidencia de las enfermedades respiratorias como el asma, la rinitis alérgica y la conjuntivitis. Además, cambia la distribución y la cantidad de polen en las áreas urbanas, así como los periodos y la duración de las temporadas con mayores niveles de polen”, señala la profesora Carmen Andreu, secretaria de la SEAIC. 

 

Consejos para paliar los síntomas

La doctora Belén Mateo ofrece una serie de consejos a sus pacientes de Guadalajara para poder hacer frente a sus alergias con el mayor bienestar posible. En primer lugar, es necesario un diagnóstico claro del tipo de alergia que se padece, para lo que es esencial visitar al especialista. 

Una vez conocida y diagnosticada la alergia y tras prescribir el tratamiento concreto, la especialista recomienda visitar la página www.polenes.com, donde se ofrecen datos de los captadores del Comité de Aerobiología relativos al tipo de polen en el ambiente y su intensidad que permite a pacientes y profesionales conocer las concentraciones de polen y correlacionarlas con la aparición de los síntomas alérgicos. “El tener datos de concentración de pólenes a diario durante todo el año, nos permite conocer las variaciones de cada estación, muy diferentes unas de otras ya que la polinización de las plantas está íntimamente correlacionada con variables meteorológicas muy cambiantes. En la página web también ofrecemos una predicción de lo que puede suceder días más tarde en la concentración de pólenes, gracias a un módulo de inteligencia artificial, basada en algoritmos matemáticos”" se afirma desde la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica.

 

Otras recomendaciones prácticas de la especialista Belén Mateo pasan por ventilar las estancias entre 5 ó 10 minutos como máximo y en las horas centrales del día “aunque sobre esto hay discrepancias”, aclara. Además aconseja evitar salir a la calle entre las 5 y las 10 de la mañana y entre las 7 de la tarde y las 10 de la noche ya que son las horas de mayor polinización y, si se hace, llevar gafas de sol; tratar de no hacer ejercicio en verano en las horas centrales del día porque existe más ozono en el ambiente; en pacientes con asma, llevar siempre el inhalador de rescate y, sobre todo, ser valorados y seguir nuestras indicaciones”. 

 

 

 

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