Ana Lozano: “Hay que disfrutar del deporte, porque el deporte no es solo para quienes quieren llegar lejos, sino que es algo que debería de estar presente en la vida de todas las personas”

Publicado por: Carlos Garrido
11/09/2024 08:00 AM
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Imágenes: Cortesía Ana Lozano
Imágenes: Cortesía Ana Lozano

El Decano de Guadalajara, dentro de su sección ‘Mujeres’, entrevista a una de las deportistas alcarreñas más relevantes de los últimos tiempos

 

El pasado mes de marzo, Ana Lozano del Campo tomaba una de las decisiones más complicadas de su vida: poner punto y final a su trayectoria deportiva.

 

La atleta nacida en Guadalajara, especialista en media y larga distancia, contaba en su palmarés con grandes logros como haber sido la primera atleta internacional de la provincia alcarreña o colgarse la medalla de Campeona de España de 5.000, entre otros. Sin embargo, cuando parecía estar en su mejor momento Ana tuvo que hacer frente a las lesiones y a un problema de salud que frenaron en seco su proyección.

 

Hizo todo por volver, pero finalmente decidió dar un paso al lado y volcarse en una nueva e ilusionante faceta profesional, en la cual Ana quiere seguir creciendo y alcanzar nuevas metas como ya hizo en su día dentro del mundo del atletismo.

 

En El Decano de Guadalajara hemos podido entrevistarle para comprobar de primera mano qué huella ha dejado el deporte en su vida y cuáles son las metas que actualmente le motivan.

 

¿Cómo fueron tus inicios en el atletismo? ¿Qué sacrificios tuviste que hacer? Y, sobre todo, ¿en qué momento se da cuenta Ana Lozano que puede llegar muy lejos en este deporte?

 

Empecé en atletismo hace 20 años, cuando llegué al instituto y porque mi madre me lo propuso. Aunque había practicado otros deportes en el cole, como gimnasia rítmica o tenis, no me había planteado la posibilidad del atletismo antes. Pero mi madre me lo propuso porque había un buen grupo, era una actividad al aire libre…

 

Desde el inicio, fue todo muy progresivo y me gustó. Me divertía mucho, hice buenos amigos y no se me daba mal, aunque tampoco era la mejor ni destacaba muchísimo. Tampoco tuve que hacer grandes sacrificios, pese a que la palabra sacrificio para mí siempre ha sido una palabra demasiado grande o con connotaciones negativas. Yo siempre he intentado organizarme lo mejor posible para tener tiempo para estudiar y llevar a cabo mis actividades extraescolares. Precisamente, durante muchos años para mí el deporte fue solo eso, por lo que tampoco llegué a considerarlo como un sacrificio, sino más bien una decisión. Además, por aquel entonces llevaba una vida bastante normal como la de muchos adolescentes, ya que no estaba en un Centro de Alto Rendimiento ni nada.

 

Ya siendo más mayor, fue cuando me di cuenta que podría llegar lejos en el deporte. Poco a poco yo iba mejorando cada vez más, acudía a campeonatos regionales y conseguía medallas… Desde categoría cadete empecé a clasificar para campeonatos de España. Veía que cada año que pasaba mi techo estaba más alto, algo que me motivó mucho y me dio fuerzas para continuar, pese a que cada vez mi vida exigía una mayor organización para compaginar todo.

 

Con 23-24 años, en categoría absoluta, fui consciente de que podría estar entre las mejores atletas del país en ese momento e incluso ser internacional. Ahí logré mi primera medalla en un Campeonato de España. Fue en 2016, en pista cubierta y en la prueba de 3.000 metros cuando conseguí ese primer bronce.

 

Posteriormente, en 2017, tras regresar a España después de dos años estudiando en el extranjero y apostar de nuevo por el atletismo junto a mi entrenador Javier Cañadillas, cuando empiezo a conseguir cosas más grandes como mi primera mínima para un campeonato internacional. Ahí fue donde definitivamente vimos que podía alcanzar cosas que hasta ese momento no esperaba.

 

De todos los momentos vividos dentro del atletismo, ¿cuál es el que recuerdas con mayor emoción?

 

Recuerdo varios, pero creo que me quedaría con mi primera internacionalidad. Fue en el Campeonato de Europa de Pista Cubierta en Belgrado, en el año 2017. Hasta entonces nunca había sido internacional y llegué allí a formar parte por primera vez del equipo nacional, junto a muchos compañeros y compañeras con mayor experiencia. Lo recuerdo con mucha emoción y también cierta incertidumbre, puesto que no sabíamos cómo iba a responder yo ante un estadio lleno de gente frente a atletas tan buenos.

 

Siempre recordaré salir a pista con muchas ganas, ambición y nervios de los buenos. En absoluto se me vino la competición encima y supe controlar esos nervios. Conseguí realizar una gran actuación, pasando a la final y logrando un sexto puesto en Europa.

 

Me quedo con ese momento porque se convirtió en el comienzo del mejor año de mi vida deportiva.

 

"2017 fue mi mejor año: internacional en cinco ocasiones, campeona de España… A partir de ese año, las expectativas siempre fueron las de mejorar esos logros"

 

Lamentablemente, te tocó vivir las dos caras del deporte: el éxito y las lesiones. De hecho, fueron años peleando contra los problemas físicos y, finalmente, tuviste que decir adiós antes de tiempo por culpa de ello. ¿Cómo fue ese proceso? ¿Cómo lidiaste a nivel mental contra todos esos contratiempos?

 

Es cierto que desde joven he sido una atleta con tendencia a sufrir problemas físicos que se alargaban más de la cuenta. Pero en líneas generales siempre fueron lesiones que lograba superar.

 

2017 fue mi mejor año: internacional en cinco ocasiones, campeona de España… A partir de ese año, las expectativas siempre fueron las de mejorar esos logros. Pero desde entonces no volví a disfrutar de un año completo, siempre apareció alguna lesión que me tuvo apartada de mi mejor versión y de un nivel alto. Además, a eso se suma que desde 2014 hasta 2020 yo tuve amenorrea hipotalámica funcional, es decir, se me fue la menstruación durante esos años por un desequilibrio energético. Es algo que sucede con demasiada frecuencia en las deportistas y no debería, porque es un problema de salud muy serio y se puede evitar, pero para ello hacen falta conocimientos que, aunque ahora empieza a haberlos, cuando a mí me pasó no los había.

 

Como te decía, a las lesiones se le sumó este problema. Después de un año 2017 tan bueno, yo tenía mucha motivación por volver. Adoraba mi deporte y tenía muy claro que había que trabajar mucho para superar las lesiones y regresar lo más pronto posible. Así lo hice, pero es cierto que fue duro y tuve muchos altibajos a nivel mental, como es normal.

 

Podría decirse que en mis dos últimos años antes de anunciar la retirada, estuve muy lejos de la competición y de poder volver. Eso me hizo mucha mella a nivel mental, por lo que en febrero de 2024 decidí poner fin. También en parte fue porque quería desarrollarme profesionalmente en aquello que había estudiado, Bilogía y Comunicación Científica. Puse todo en una balanza y vi que empezaba a pesar más lo malo que lo bueno, entonces tomé la decisión de dejar de intentar volver a la élite y centrarme en mi carrera profesional fuera del deporte.

 

Imágenes: Cortesía Ana Lozano
Imágenes: Cortesía Ana Lozano

 

En los últimos tiempos, hemos conocido tu faceta como divulgadora hablando sobre el deporte y la salud en mujeres. Cuéntanos más sobre ello.

 

En paralelo a mi carrera deportiva yo siempre he estudiado, porque para mí los estudios siempre han sido lo primero. En mi etapa universitaria cursé la carrera de Bilogía en la Universidad de Alcalá, después estuve un año de prácticas en el Museo Nacional de Ciencias Naturales. Acto seguido, me marché dos años al extranjero a hacer un máster de Biología Evolutiva muy ligado a la investigación. Ya en 2018, después de ese 2017 en el que aposté todo al deporte y fue tan bien, cursé un máster en Sostenibilidad y Educación por la UNED. Por último, en 2019 me inscribí en un máster de Comunicación Científica, porque en estos años me di cuenta de que la ciencia me gusta mucho, pero me gusta más contarla o hacérsela llegar al público general más que generar ese conocimiento. Además, el ser deportista y participar en tantos foros y mesas redondas me ha permitido desarrollar ciertas habilidades comunicativas que me han animado a hacer cosas como charlas o espacios en la radio.

 

En esas charlas como deportista, intentaba hablar de mi experiencia con ese problema de salud que te he contado antes y de las consecuencias que conllevaba para la salud de las atletas. Quería visibilizarlo y llamar a la acción para evitar que a muchas chicas les pasara lo mismo.

 

Por otro lado, para las prácticas de mi máster tuve un espacio en SER Guadalajara, al igual que ha ocurrido este año. En esos espacios he hecho divulgación sobre temas muy diversos. En la primera etapa, que coincidió con la pandemia, hablábamos sobre temas relacionados con virus, vacunas… En esta segunda ocasión nos hemos centrado más en asuntos relacionados con la salud y el deporte como, por ejemplo, actividad física y prevención del cáncer o salud mental y actividad física. Son temas que me gustan mucho. De hecho, recientemente me han concedido una ayuda y voy a recorrer Centros de Investigación del CSIC haciendo comunicación científica en ellos. Espero que me sirva como trampolín laboral para dedicarme a ello profesionalmente más adelante.

 

Hilando con lo anterior, ¿cómo es ahora la vida de Ana Lozano? ¿Sigues ligada al atletismo de algún modo o tienes algún proyecto en mente relacionado con el mundo del deporte?

 

Yo sigo saliendo a correr todos los días por mi cuenta, por salud y disfrute. El deporte no hay que dejarlo nunca.

 

Por otro lado, sí que sigo vinculada al atletismo. De vez en cuando me llaman para realizar charlas sobre la amenorrea hipotalámica. También, desde hace poco, hago de comentarista en campeonatos. Así que espero seguir vinculada a mi deporte de estas dos formas.

 

"Hay que disfrutar del deporte, porque el deporte no es solo para quienes quieren llegar lejos, sino que es algo que debería de estar presente en la vida de todas las personas"

 

Por último, ¿qué consejo podrías darle a una chica joven que sueñe con llegar muy lejos en el deporte que practica?

 

Creo que no hay que practicar un determinado deporte esperando llegar alto. Hay que disfrutar del deporte, porque el deporte no es solo para quienes quieren llegar lejos, sino que es algo que debería de estar presente en la vida de todas las personas. A mí me gusta transmitir más el mensaje de que tenemos que encontrar el deporte que nos guste y nos haga disfrutar.

 

Cuando eres buena en un deporte y quieres llegar lejos, nunca hay que dejar de disfrutarlo. Hay que tener mucha constancia, paciencia y organización. Lo ideal no es solo hacer deporte, puesto que también hay que estudiar y formarse.

 

Es importante confiar en el proceso. En mi caso, hasta que no pasaron once años yo no empecé a destacar de verdad en el deporte. No lo practicaba con la idea de llegar muy lejos, pero sí quería mejorar. No hay que obsesionarse con llegar alto, puesto que eso solo lo consiguen unos pocos. El hecho de no llegar lejos no puede ser motivo para no practicar deporte. Ese sería mi consejo.

 

Imágenes: Cortesía Ana Lozano
Imágenes: Cortesía Ana Lozano

 


 

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