A pesar de que el tiempo no ha acompañado, los gallardos han vivido de forma muy participativa el programa diseñado por el Ayuntamiento de la localidad
Marchamalo despedía anoche, con un castillo de fuegos artificiales y el tradicional toro de fuego, sus fiestas patronales en honor al Santo Cristo de La Esperanza.
Han sido tres días en los que hubo que trasladar alguna actividades a causa de la lluvia. Pero el mal tiempo no ha impedido que los gallardos hayan vivido intensamente las fiestas, que han contado con una gran aceptación y participación en los múltiples actos organizados por el Ayuntamiento.
La XX Paella, de la que se repartieron cerca de 2.000 raciones, Gigantes y Cabezudos, el desfile de carrozas, orquestas, juegos e hinchables para los más pequeños o deportes, han sido algunos de los actos más destacados, además de las misas y procesiones en honor de su atrón.
Marchamalo ya se prepara para su próxima gran cita festiva en el mes de agosto.