Uno de los miradores más espectaculares de la provincia de Guadalajara es, sin duda, el del Barranco de la Hoz del río Gallo, donde se puede contemplar un imponente cañón labrado en rocas areniscas de color rojizo, que se alzan como enormes torreones, flanqueando este río que discurre todavía algunos kilómetros, hasta fundirse con el Tajo más arriba, en el Puente de San Pedro.
Este lugar tiene un significado especial para cualquier molinés que se precie, porque forma parte de su ADN: De sus largas de tardes de verano, de sus paseos otoñales, de sus rutas en bicicleta o andando y de sus tradiciones más ancestrales.
En este lugar se levanta una Ermita protogótica labrada en la roca, donde se guarda una antigua talla románica conocida como la Virgen de la Hoz, que de acuedo a la leyenda fue hallada por un pastorcillo en una cueva cercana al santuario.
Pascual Crespo Vicente señala en su artículo “Loa y Danzas de Molina de Aragón a la Virgen de la Hoz: Una tradición centenaria” de la publicación “Cuadernos” en 2013, que el cronista molinés, Claro Abánades ya dio cuenta de que el santuario estaba “fehacientemente” documentado desde el siglo XII , “cuando el Obispo Joscelmo, en 1172, recibe el Monasterium Sante Marie de Molina del conde D. Pedro Manrique de Lara, segundo Señor de Molina a cambio de la mitad de la villa de Beteta. Desde entonces el santuario comenzó a recibir donaciones y se fue consolidando y ampliando con edificaciones anejas a comienzos del S. XVI, de manos de Fernando de Burgos. Desde 1546 consta la capellanía perpetua y la existencia de un patronato dependiente del cabildo eclesiástico de Molina, fórmula jurídica que se ha mantenido al cabo del tiempo, a pesar de diversos avatares sufridos, especialmente la desamortización y consiguiente desaparición de la capellanía en el siglo XIX. En la actualidad el santuario sigue bajo el patronato y atendido por el párroco de Ventosa y Corduente”.
Al particular encanto natural, que en este paraje adquiere un componente más que sublime, se suma este fin de semana una de sus tradiciones más singulares y multitudinarias: La romería de la Hermandad de Nuestra Señora de la Hoz, de Molina de Aragón, más conocida como la Loa a la Virgen de la Hoz, por la representación religiosa que se lleva a cabo en la misma, acompañada de tradicionales danzas con palos y espadas, en la que los danzantes llevan vistosos trajes de color rojo y verde.
La romería, declarada Fiesta de Interés Turístrico Provincial, tendrá lugar este domingo, 15 de junio, aunque, tal y como explica Raúl Pérez, párroco de Molina, al Decano de Guadalajara, desde el día 6 de junio se viene celebrando una novena a la Virgen de la Hoz, todos los días a las 10.30 horas, en la iglesia de San Felipe de Molina, de la que depende la cofradía.
La celebración comienza a las 10.30 en el punto conocido como las casillas con un rosario: “Desde este lugar, donde comienza el paraje de la Virgen de la Hoz, se reza el rosario y se llega hasta la ermita. A diferencia de las romerías que realizan los pueblos de la zona al Santuario de la Virgen de la Hoz: Ventosa, Valsalobre, Valhermoso, Canales, Rillo, Teroleja, Escalera, Torete y Lebrancón, que invocan a los santos con letanías, en esta romería no se rezan las letanías, porque ya se rezaron el 1 de mayo en el Butrón (otra de las fiestas que celebra Molina de Aragón en el santuario). Aquí se reza el rosario, para celebrar a la Virgen María”, aclara el sacerdote. Sobre las 11.00 horas, tras el rosario, tiene lugar la Misa y seguidamente se representará la Loa del Cachorro y las danzas.
En las danzas, añade lel secretario de la Hermandad de Nuestra Señora de la Virgen de la Hoz, Joaquín Sanz, “se presenta a los danzantes y cada uno dice un verso y dos de los pastores les hacen una cuerteta en clave de humor, para llegar a la representación de las cuatro danzas: las dos de palos, la de espadas y la cadena”
Además, es tradición sortear un cordero, una vez finalizan estas danzas ancestrales. La celebración termina con una procesión de la Virgen, que es devuelta de nuevo a su Ermita y un aperitivo amenizado por la Hermandad.
El origen de esta festividad se pierde en la memoria de los tiempos. La celebración del Butrón, que tiene lugar en este mismo paraje el 1 de mayo, está documentado desde 1479, pero de esta fiesta, el documento más antiguo es un exvoto de 1864 titulado “La danza molinesa”, que deja constancia de que ya era una tradición arraigada en esas fechas: “Este tipo de celebraciones son ancestrales si tenemos en cuenta que las primeras loas están documentadas en el siglo XVII, por lo que se estima que tienen que ser anteriores”, comenta Pérez.
La Hermandad cuenta con varias loas en su repertorio, que van variando de un año a otro, pero comparten un mismo esquema: “Cuando el demonio acecha a la humanidad, la Virgen se aparece a un pobre pastor cuyo nombre es diferente en cada una de ellas y es lo que sirve de título a las mismas. La Virgen, por su pureza, vence al pecado y tiene al hijo de Dios, que es nuestro Salvador. Lo que se representa es la amenaza del mal contra el bien, que por intercesión de la Virgen, es el bien el que gana la batalla. Como recoge el libro del Apocalipsis ella pisó a la serpiente y con ello, al mal, al pecado original, que es el mayor pecado de todos”, explica el párroco.
Este año se representa la Loa del Cachorro, pero según Pérez, también está la Loa del Gallego, en la que es un gallego el que se presenta ante la Virgen; la Loa del Moro, protagonizadada por un musulman converso, y la de la Virgen, en la que, aunque también se le aparece a un pastor, se representan tres momentos de su vida: La Anunciación del Ángel, el nacimiento de Jesús y la Huida a Egipto.
Estas serían las loas tradicionales de la Hermandad de Molina, pero además existe la Loa de los nueve siglos de Baquerizo, "un sacerdote poeta, profesor de Literatura del Seminario, que la escribió “para honrar a la Virgen de la Hoz como reina del Señorío durante nueve siglos”.
“La Hermandad conserva 14 loas, la mayoría del siglo XIX, pero se representan estas cuatro, que son las más populares”, añade Sanz.
La Loa del Cachorro, según el secretario de la hermandad y director de escena, consta de seis personajes, cuatro pastores (el cachorro, interpretado por Rubén Sánchez; el Capricornio, por Aitor Sanz; Tadeo, por Andrés Miño; y el alcalde, por Martín Pérez); el diablo que será representado por María Miño y el Ángel que lo interpretará Aldara Salas.
“Con las loas se representa la lucha entre el bien y el mal: El bien está encarnado en la figura del ángel, el mal en los diablos y los pastores son el pueblo llano. Además, cada loa tiene sus personajes típicos: En la del moro, está el moro y el peregrino y en la del Cachorro, el pastor y el alcalde”, detalla.
Pascual Crespo, en su artículo, señala que antiguamente existió una cofradía con el título de “Esclavitud de Nuestra Señora de la Hoz”, que desapareció en elsiglo XVIII. “No obstante, a fines del siglo XIX se creó una nueva con el nombre de “Hermandad de Nuestra Señora de la Hoz” que persiste en la actualidad y canaliza la arraigada devoción entre las gentes del Señorío y, especialmente, de Molina de Aragón”.
La Hermandad de la Virgen de la Hoz, explica el párroco, ha aprobado recientemente sus estatutos, de acuerdo con el estatuto marco de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara y desde 2011 tiene su fiesta el domingo después el Corpus. Con anterioridad, la Fiesta del Santuario se unificaba con la romería de la Cofradía de Molina, pero desde 2011 el Patronazgo de la Virgen de la Hoz celebra su fiesta el sábado antes de Pentecostés y la Loa se celebra el domingo después del Corpus.
“Este año es exceptional. Debería haberse celebrado el domingo, 29 de junio, porque el decreto del obispo de 2011, cuando se cambió la fiesta, decía que se debía celebrar el domingo después del Corpus, siempre que no cayera en solemnidad. Después del Corpus, este año se celebra San Pedro y San Pablo y ya nos íbamos al 6 de julio, con lo que se juntaba con la celebración de la Virgen del Carmen, por lo que se pidió esta excepción al obispo para hacer la fiesta el 15 de junio, coincidiendo con la Trinidad”, comenta el párroco. Originalmente, comenta Pérez, esta romería tenía lugar el 8 de septiembre, hacia la mitad de la Feria de Ganado que tenía Molina de Aragón, que terminaba el 14 de septiembre. “Se cambió al mes de mayo cuando desapareció la feria, al igual que la fiesta del Cristo de las Victorias, que tenía lugar el 14, y se pasó al 1 de septiembre”
La cofradía, con más de 300 cofrades en sus filas, es la segunda más numerosa de Molina después de la del Carmen y cuenta con una junta directiva, con hermano mayor, tesorero, secretario y tres vocales y, además, otros tres cargos de designación anual: el hermano mayor y dos priostes, que durante la romería portan los tres cetros de la cofradía, representando a la Virgen, a una oveja y al pastor. Este año le corresponde el papel de hermana mayor a Juana Hurtado; y las priostes son María de los Ángeles Ruiz Blasco y Ana Aguilar.
En 1954, tras la coronación canónica de la Virgen de la Hoz, relata Raúl Perez, se cofecciona la bandera, que también procesiona en este día y que la Hermandad encarga a las religiosas del convento de Santa Clara: “En ella aparece la Virgen con el sol en el vientre, representando que el sol que nace de María, la virgen, es Jesucristo” y una inscripción: “Hermandad de nuestra Señora de la Hoz. Reina del Señorío. 1954”
De acuerdo con el párroco, esta es una de las cinco vírgenes coronadas canónicamente en la Diócesis Sigüenza-Guadalajara, hecho que se produjo el 31 de agosto de 1953, por parte del obispo Pablo Gúrpide Beope, para lo que la virgen llegó en procesión desde su santuario a Molina de Aragón, donde se llevó a cabo la coronozación en la Plaza Mayor de la ciudad.
Como curiosidad, portaron la corona Amparo Abánades y María de los Ángeles Ortega Abánades, hija y nieta del cronista Caro Abánades, respectivamente, que aparecen en la imagen de abajo.
El Decano de Guadalajara comparte con sus lectores una galería de fotos de aquel momento histórico cedidas por el párroco de San Gil, Raúl Pérez, esperando que las disfruten.