El balance de siniestralidad del Ministerio del Interior del primer trimestre de 2025 recoge un notable incremento de las violaciones en la provincia. La mayor parte fueron cometidas en el entorno familiar de las víctimas, entre las que también hay menores
“Nunca olvidaré sus sucias manos sobre mi cuerpo. Yo tendría 12 ó 13 años cuando comenzó todo. Mi tío aprovechaba cualquier ocasión para agredirme sexualmente. Una reunión familiar, la casa del pueblo, el ascensor... Siempre a escondidas, aprovechando espacios donde nadie pudiera verle. Nunca llegó a violarme, pero los tocamientos eran continuos. Con el paso de los años supe que también había acosado a más mujeres de mi familia. Estoy segura de que mi entorno conocía ese ‘secreto’ y nadie hizo nada para pararle los pies. Se suponía que ese monstruo era un señor respetable, profesor y director de un colegio de la provincia. Ese silencio cómplice fue el que me hizo sentir indefensa, y, lo peor de todo, culpable”.
Este es el testimonio que ha recabado El Decano de Guadalajara de una mujer que fue víctima durante años de las agresiones sexuales cometidas por un familiar en la España de los 80, en la que ni las leyes, ni la sociedad, reconocían las actitudes de estos depredadores como lo que son: delitos contra la libertad sexual de las mujeres.
Lamentablemente, casi cinco décadas después, las cosas parecen no haber cambiado mucho a pesar de los avances legislativos que se han producido a lo largo de los años.
Según el Balance de Criminalidad correspondiente al primer trimestre de 2025, publicado por la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior, los delitos contra la libertad sexual se han incrementado un 40% en Guadalajara con respecto al mismo trimestre de 2024, pasando de 15 a 21. De ellos, 7 fueron violaciones -frente a una del año pasado- y 14 -la misma cifra que en 2024- otro tipo de agresiones sin penetración como tocamientos, hostigamientos, etc...
Estos datos, especialmente en lo que se refiere a mujeres violadas, generan una sensación de inseguridad entre la población. Sin embargo, lo más alarmante es que las violaciones no se han cometido en la calle, ni han sido perpetradas por ningún violador en serie, sino que han ocurrido en el entorno más cercano de las víctimas.
Así lo ha explicado para El Decano la subdelegada del Gobierno de España en Guadalajara, Susana Cabellos. "Estamos hablando de una criminalidad estructural, es decir, del patriarcado como sistema de dominación, que afecta a la mitad de la población que somos las mujeres. Y este enfoque es importante porque no estamos hablando de siete agresiones con penetración en nuestra provincia que responden a un violador en serie que puede causar alarma social, tenemos siete víctimas, de las que la mayoría han interpuesto denuncia por violaciones en el espacio privado, en el entorno cercano, delitos que han sido cometidos por amigos, familiares y personas allegadas".
De hecho, de las siete denuncias por violación, cuatro corresponden a mujeres adultas que han denunciando agresiones del pasado, de periodos en los que fueron violadas sistemáticamente, bien en la infancia o bien en la adolescencia.
Susana Cabellos afirma que en los casos de mujeres adultas que denuncian a posteriori hay dos lecturas: "Una negativa, porque están atravesando un trauma, y una positiva que es que el trauma está en un proceso de recuperación". Por ello, pone en valor los recursos y las políticas públicas de Igualdad que se están implementando por parte de las instituciones "porque acompañan a las víctimas en la recuperación de esos traumas pasados y, de alguna manera, esa denuncia es doblemente sanadora para la víctima, primero porque visibiliza su dolor ante la sociedad para que la comprenda como una víctima y, segundo, porque ayuda a esa recuperación que tanto necesitan".
Otro factor clave para la subdelegada del Gobierno es la necesidad de concienciar a la sociedad sobre la importancia del respeto a la libertad sexual de las mujeres en el ámbito privado:"En el espacio público, la sociedad tiene muy interiorizados sus derechos, pero en los entornos cercanos falta mucha concienciación al respecto y nos queda mucho trabajo por realizar. Igual que merecemos el respeto en el espacio público, los valores de libertad e igualdad tienen que ser respetados en el espacio privado y, desgraciadamente, no ocurre así. Las lógicas patriarcales siguen muy activas en este ámbito y esa puede ser una de las razones de este incremento de los delitos contra la libertad sexual en la provincia", afirma Cabellos.
A la gravedad de esta realidad hay que añadir otros datos todavía más alarmantes, ya que de las siete denuncias presentadas, tres han sido por violaciones cometidas contra menores. "Estamos hablando de menores, de población vulnerable, de niñas que están sufriendo agresión sexual en su infancia y su adolescencia. Estos casos han sido denunciados por sus madres o padres, pero cuántas más habrá que lo están sufriendo y no están teniendo ese acompañamiento familiar y tutelar para denunciar", se lamenta la subdelegada del Gobierno.
En estos tres casos se dan dos circunstancias a tener muy en cuenta. Dos de ellos se han producido en el entorno más cercano por parte de familiares o amigos de éstos. "Esto pone de relieve que el patriarcado sigue vigente y sigue teniendo ramificaciones terribles en nuestra sociedad".
La otra violación tuvo lugar en las primera relación sentimental, algo que para la subdelegada del Gobierno es especialmente preocupante: "En el arco de los 13 a los 16 años empiezan a tener sus primeras relaciones sentimentales y ellas no son capaces de ver la línea del consentimiento. Mientras que los varones adolescentes, y este es un dato terrible, se inician en la sexualidad en torno a los 8 años a través de una pornografía terrorífica, que es auténtico terrorismo contra el cuerpo de las mujeres. Y los niños y adolescentes están reproduciendo esos modelos y esa visión perversa de la sexualidad cuando empiezan sus relaciones".
Con respecto al resto de delitos contra la libertad sexual registrados en el primer trimestre del año, en Guadalajara se presentaron 14 denuncias, la misma cifra que en el mismo periodo del año anterior. Éstas corresponden a tocamientos, hostigamientos y otro tipo de conductas denigrantes y contra los derechos más elementales de las mujeres cometidas por parte de varones.
En este sentido, Susana Cabellos ha destacado la importancia de la denuncia: "Hay que romper una lanza porque las mujeres denuncian más y hay una mayor concienciación sobre los límites que no tenemos que soportar y ahí ya hay un avance que es muy bienvenido".
Ante estos atentados contra los derechos fundamentales de las mujeres, Susana Cabellos reconoce que, a pesar de los avances conseguidos, todavía queda mucho camino por recorrer : "Las lógicas patriarcales, que llevan siglos acompañándonos, siguen muy activas y tienen la capacidad de reajustarse a los nuevos tiempos, lo estamos viendo en los entornos digitales con la pornografía que llega a los menores. Hace falta mucha concienciación porque esto no puede seguir así. Las mujeres nos queremos iguales en el espacio público y nos queremos libres en el espacio privado".
Por ello, realiza un llamamiento a la implicación de toda la sociedad a fin de acometer este problema de forma seria: "Es más necesaria que nunca la educación en el respeto, en el cuidado de las relaciones sentimentales. Es una asignatura pendiente y no podemos admitir los discursos negacionistas con estos indicadores. Las agresiones contra la libertad sexual en la última década han crecido exponencialmente y van a tener un efecto terrible en nuestros menores".
La subdelegada insiste en que ante estos delitos no hay actuación policial preventiva: “Las Fuerzas y cuerpos de Seguridad podemos estar en el acompañamiento de las víctimas, en el refuerzo a la atención cuando dan el paso de poner la denuncia, en llegar hasta el final de los casos para identificar a los responsables, pero la política preventiva en la violencia de género es una labor social educacional. Al tratarse de una criminalidad estructural, la labor de prevención es de toda la sociedad, exige cambios sociales, trabajar por el respeto a las mujeres como ciudadanas de pleno derecho”.
Cabellos ha querido destacar el trabajo que se desarrolla desde la Unidad de Violencia de Género de la Subdelegación del Gobierno -que trabaja 24 horas los siete días de la semana-, así como de las unidades específicas de la Policía Nacional y la Guardia Civil que conforman el sistema Viogen en Guadalajara. "Su papel es fundamental en la lucha contra la violencia de género porque hacen labor de seguimiento y protección cuando hay riesgo extremo, colaborando estrechamente con el poder judicial y los juzgados de Violencia de Género. Cada vez mejoran los recursos, por ello, el programa de atención y seguimiento del catálogo Viogen es importantísimo y juega un papel esencial".
Cabe destacar que actualmente están bajo el sistema de protección Viogen un total de 673 mujeres de la provincia, algunas de ellas en riesgo extremo. "Nos saltan avisos todos los días y hay que poner en valor el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de Estado, que siempre están ahí para las víctimas".
El 30 de octubre de 2024 abría sus puertas el Centro de Atención Integral a Mujeres Víctimas de la Violencia Sexual en Guadalajara, en cuya construcción y puesta en marcha el Gobierno de Castilla-La Mancha invirtió cerca de 745.000 euros.
En él, en estrecha colaboración con los centros de la mujer de la capital y la provincia, y a través del programa ‘Contigo’, se ofrece acompañamiento y apoyo psicológico, soluciones habitacionales de acogida temporal y de urgencia, asesoramiento legal e intervención social y derivación a los centros de la mujer. En los próximos meses tambien se va a ofrecer atención integral en el mismo espacio, así como formación en educacion sexual, sensibilizacion y prevencion de cualquier tipo de violencia sexual con el objetivo de que las mujeres tengan la seguridad y la confianza para denunciar.
De enero a abril de 2025, se ha atendido a 39 mujeres en el Centro de Guadalajara. En la actualidad, continúan activos 27 casos, de los cuales 15 son recientes.
Las agresiones sexuales que han sufrido las mujeres atendidas continúan encabezadas por las que se producen en el entorno familiar, con un total de 11 casos; siete las han cometido conocidos, amigos o vecinos; uno ha sido en el entorno laboral, y el resto son desconocidos o forman parte de otras tipologías. Es decir, el 80% fueron violentadas por familiares, amigos, compañeros de trabajo o conocidos.
Cabe destacar que la mayor parte de las mujeres agredidas sexualmente en la provincia que han acudido a solicitar ayuda al Centro se encuentran en la franja de edad de 18 a 30 años, aunque también las hay de entre 51 y 60 años.
Este dispositivo forma parte de la Red de Centros diseñada por el Gobierno regional -uno por cada capital de provincia- que han convertido a la región en un referente nacional en materia de igualdad y de la lucha contra la violencia sexual.
Sara Simón, consejera de Igualdad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, ha mostrado a El Decano su satisfacción por el funcionamiento de estos dispositivos: "Todos estos centros de atención funcionan desde el año pasado, aunque estamos en proceso de implantación, pero funcionan a pleno rendimiento. Estoy satisfecha con su funcionamiento y ahora vamos a empezar a desarrollar una amplísima campaña de información y sensibilización para atender a todas las mujeres que, por desgracia, lo necesiten".
Simón ha destacado que las estadísticas del Ministerio del Interior reflejan un incremento exponencial de las agresiones sexuales, "pero las cifras tienen mucho que ver con la visibilidad que existe y por la manera en que la sociedad se está rebelando contra la violencia sexual".
La consejera pone de manifiesto el hecho de que las víctimas no piden ayuda por miedo o por vergüenza, pero cada vez se deciden más a levantar la voz: "La violencia sexual lleva siglos siendo oculta porqe las mujeres siempre hemos sido objetos de violencia en general y, en particular, de esta agresiones sexuales de las que no se hablaba y nosotras mismas entendíamos que eran hechos normalizados cuando en realidad no lo son".
Por ello, considera positivo que las mujeres se atrevan a pedir apoyo y "para ello- afirma- es necesario que tengan seguridad para poder dar ese paso, necesitamos que las mujeres sepan que la sociedad las cree, que rechaza las agresiones sexuales y que vergüenza debe ser de los agresores y nunca de las víctimas".
Sara Simón, asegura que la violencia sexual es "la expresión de la violencia de género más invisible" y reconoce que, aunque actualmente sólo se denuncian el 2% de las agresiones, "estamos rompiendo con el miedo y el silencio y estamos consiguiendo que los casos de agresiones salgan a la luz".
Reconoce que “aún queda mucho camino por recorrer” y por ello apela a la unión institucional y a la no negación de la violencia machista para dar confianza a las víctimas: "Los discursos del negacionismo son muy peligrosos porque devuelven aspectos de esta violencia machista a un espacio reservado o de la intimidad", denuncia.