Las obras de urbanización del SUE-30, a punto de terminar tras 20 años encadenando desdichas

Publicado por: Marta Perruca
26/03/2023 08:00 AM
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El Decano de Guadalajara repasa con el primer teniente de alcalde y concejal delegado de Urbanismo, Rafael Pérez Borda, el estado actual de las obras y los pasos futuros para su desarrollo

 

La urbanización del sector SUE-30, que conectará definitivamente el casco urbano de Guadalajara con el barrio de Manantiales y pondrá remedio a los problemas de movilidad del nudo del Puente Árabe, Francisco Aritio y la carretera de Fontanar, podría concluir incluso antes del plazo previsto para finales de mayo o junio. Las obras afrontan su recta final, tras casi 20 años encadenando problemas en su plan de actuación, que se remonta a los albores del siglo XXI. Un proyecto que, como si pretendiera validar la Ley de Murphy,  no ha dejado de encontrarse con todo tipo de obstáculos en el camino, desde  la quiebra del primer agente urbanizador, Eras de Castilla, sentencias judiciales, el hallazgo de restos arqueológicos, por no hablar de la pandemia y las consecuencias de la invasión de Ucrania, que han retrasado el reloj de prácticamente todas las actuaciones proyectadas durante alrededor de dos años.

 


Finalmente, el 20 de enero de 2022 se firmaba el acta de replanteo, con un plazo de ejecución de 18 meses. “Esto supondría terminar las obras a finales de mayo o principios de junio, pero la idea que tenemos es abrir antes, porque la obra ha ido bien y no se ha encontrado con problemas de lluvias, ni retrasos en los trabajos”, afirma el primer teniente de alcalde y concejal delegado de Urbanismo e Infraestructuras, Rafael Pérez Borda.

 


Para el primer teniente, el desarrollo de este sector represeta una oportunidad muy importante "para unir y coser estas dos partes de la ciudad, a un lado y al otro del río, con la creación además de aproximadamente 225 viviendas, porque si no hay gente viviendo se transforman en espacios fantasma", apunta. También destaca el cambio que supondrá en la imagen de Guadalajara  "de cara a recibir a la gente a nuestra ciudad. Antes, la gente que llegaba por la carretera de Fontanar se encontraban con un aspecto de la ciudad bastante degradado, que teníamos que intentar mejorar". Asimismo entiende que este nuevo sector, una vez esté terminado,  "nos va ayudar mucho también a poner en valor el puente árabe, uno de los monumentos más antiguos de la ciudad, con su nuevo alumbrado ornamental”.

 

Los restos arqueológicos del Puente Árabe


En estos momentos las actuaciones se centran en rematar la rotonda y dar acceso a la zona de los ojos del Puente Árabe, uno de los más antiguos de la provincia, cuyos orígenes se remontan al siglo X, aunque incluye remodelaciones de los siglos XIII y XVIII, durante el reinado de Carlos III. Además, hace apenas una semana estrenaba iluminación: “Fue una de las cuestiones por las que se retrasó también la obra, en virtud de un informe de Cultura que obligaba a abrir el terreno, porque estos ojos estaban cubiertos. Ya se han destapado y se está trabajando en la plataforma y en la rampa de acceso a esta plataforma”, aclara Pérez Borda. Estos hallazgos arqueológicos, recuerda, supusieron la modificación del proyecto para desplazar la rotonda e incluir una nueva actuación con el fin de urbanizar esa zona como área de ocio, que permitirá a los guadalajareños disfrutar de los ojos del puente, que antes estaban ocultos. Este proyecto añadido parece que no ha gustado mucho a determinados colectivos como las asociaciones de vecinos Río Henares y La Estación y la Asociación Ecologista DALMA, que esta semana enviaban un comunicado y convocaban una rueda de prensa para manifestar, entre otras cosas, que “lo que se ha hecho es taponar más la otra mitad de los ojos, dejar un muro de hormigón pegado al Puente Árabe y tierra pegado al mismo” y “se ha añadido más hormigón y bordillos para enterrarlo definitivamente”.

 

En lo que se refiere a la rotonda, que ya se encuentra abierta al tráfico, tal y como adelanta el responsable de Urbanismo, su diseño incluirá una escultura “de dos cuartos de circunferencias construidos en ladrillo y alguna vegetación”.

 

El Ayuntamiento estudia modificiaciones en el proyecto


Por otra parte, el Ayuntamiento está estudiando una modificación del proyecto de urbanización “para ajustarlo a las necesidades actuales, porque estamos hablando de un proyecto antiguo”. Se trata, según el edil, de adaptar el proyecto a las variaciones que ha sufrido el entorno, por ejemplo, en la conexiones con las calles Francisco Aritio o José Castro, “también la modificación del carril bici, porque estamos optando por la figura del ciclo-carril”, en el que el carril ciclista se solapa con el del resto de vehículos, pero con una señalización específica y la velocidad limitada a 30 Km/h, una modalidad que según Pérez Borda, “a nivel de movilidad está mejor valorada por los ciclistas, porque el carril bici, tal y como estaba planteado en Guadalajara, se puede entender más como una infraestructura de ocio, que como una solución de desplazamiento, porque tenía muchas lagunas dentro de los polos de atracción que tiene la ciudad”.

 

De esta manera, los trabajos de urbanización del sector alcanzan su recta final. “Ya están todas las instalaciones soterradas realizadas; los centros de transformación están ya colocados; todas las canalizaciones de saneamiento y las redes de abastecimiento de agua, junto con la red de alumbrado están terminadas; lo único que nos falta, es la red de riego de la jardinería, que se trata de una fase un poco más avanzada, pero ya todo lo que va bajo rasante está hecho”, aclara el munícipe. De hecho, según añade Pérez Borda, la zona de aparcamiento, junto a la calle José de Castro, ya está pavimentada, “casi todos los bordillos ya están colocados, con lo que falta realmente muy poco, quizá dos o tres meses”.

 


Con todo ello, los cortes al tráfico que se han sucedido durante la ejecución de la obra, indica, tienen los días contados: “La rotonda ya está abierta al tráfico y estamos viendo cómo la circulación es mucho más ágil. Todavía tendremos que soportar algunas molestias, por algún corte puntual, para llevar a cabo algunas canalizaciones, recientemente, en la carretera de Fontanar, pero a partir de ahora serán cortes puntuales, cuando se proceda a aglomerar la capa de rodadura definitiva”.

 


Una vez terminen los trabajos antes del verano, aclara, “vamos a tener una urbanización totalmente terminada, con sus equipamientos de zonas verdes; con todos los accesos a las parcelas y todos los servicios perfectamente definidos y la posibilidad de circular por cualquier ámbito dentro del sector, ya sea de tráfico rodado, como de peatones. La estructura circular que tiene posibilitará una manera más ágil de dirigir el tráfico y de cara a los peatones, tendrá una finalización muy emblemática en el parque de la Mota, que nos va a llevar desde el SUE-30 hasta el puente de los Manantiales, en la calle Julián Besteiro”, relata.





Los futuros desarrollos tras la recepción de las obras de urbanización 


A partir del momento en el que se recepcionen las obras de urbanización del sector, que han sido ejecutadas por el agente urbanizador, Cerro Murillo, empresa participada por Ibercaja, dependerá de cada uno de los propietarios de las parcelas el desarrollo que le corresponda. El sector SUE-30 tiene en torno a 47.500 metros cuadrados y aproximadamente una decena de propietarios, entre los que se encuentran empresas, particulares y el propio Ayuntamiento.

 

El proyecto contempla un sector residencial con unas 225 viviendas en bloques de hasta siete plantas más ático, de las que 73 serán de protección oficial; otro terciario y 8.500 metros cuadrados de zonas verdes: “El Ayuntamiento sólo tiene una parcela que se corresponde con las cesiones obligatorias, que está destinada a viviendas protegidas y el resto está a disposición de los propietarios privados para que lo desarrollen según sus intereses”, apunta Pérez Borda. Respecto a los plazos que maneja el Ayuntamiento en la parte que le corresponde, el edil afirma que “mi idea es intentar ejecutar esas viviendas lo antes posible, porque la gente está muy expectante con este desarrollo y creo que la Administración tenemos que ser ejemplarizantes en este aspecto. Si queremos que la gente apueste por este sector, nosotros tenemos que ser los primeros, pero esto depende del 28-M, porque antes no vamos a poder hacer nada”.


Mientras tanto, en la parte de los propietarios privados, indica, ya hay quienes “se están informando sobre todas las normas urbanísticas que van a afectar a este sector por que su interés es comenzar con el desarrollo en cuanto se recepcionen las obras”,  teniendo en cuenta la coyuntura actual en la que “parece que cada día que pasa es un riesgo añadido a todos los riesgos que ya conlleva una promoción, por los precios de los materiales de construcción”, valora el primer teniente de alcalde. El plazo de finalización de las obras de urbanización, recuerda, está en torno a finales de mayo y principios de junio “y a partir de ahí ya cualquiera de los propietarios puede presentar en el Ayuntamiento un proyecto de construcción para elevar cualquier tipo de edificación ya sea del sector terciario o del residencial”.

 

Casi 20 años encadenando desdichas

La historia de este sector se remonta al año 2003 cuando la empresa Eras Castilla se erige como agente urbanizador y diseña el Plan Especial de Reforma Interior (PERI) del SUE-30, la herramienta urbanística que se utiliza para diseñar las actuaciones a realizar cuando se interviene en el interior de las ciudades. El PERI recibía el visto bueno del Ayuntamiento en el año 2004. No onstante, el proyecto se topana de bruces con la crisis financiera de 2008 y la empresa, como otras tantas constructoras, se declaraba en quiebra, al no poder hacer frente a las deudas contraídas con los bancos y el Consistorio capitalino. De esta manera, la urbanización del sector pasaba a manos de Cerro Murillo, empresa participada por Ibercaja. 

 

Tras seis años de andadura, el proyecto ya parecía decidido a cumplir a raja-tabla  los preceptos de Murphy y el nuevo agente urbanizador se encontraba con el primer escollo, en el año 2009, que tenía que ver con una diferencia de interpretación sobre si la glorieta debería ser conisderado como una infraestructura de especial interés para toda la ciudad o sólo para el barrio donde se proyectaba. Finalmente, un juzgado de Guadalajara dictaba sentencia determinando que se trataba de un elemento vital para toda la ciudad, por lo que Cerro Murillo se veía obligado a modificar todo el proyecto.

 

No habían pasado ni dos años, cuando el proyecto se encontraba con un nuevo barapalo, con la aparición de los restos arqueológicos del Puente Árabe. En ese momento se apostó por su conservación, pero el Ayuntamiento consideró que no era necesario el informe de la Consejería de Cultura, algo con lo que, al parecer, no estuvo de acuerdo el Gobierno regional, porque la cuestión volvía a terminar en los tribunales. En este caso, en 2011 el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla-La Mancha fallaba de nuevo en contra del PERI, con lo que Cerro Murillo tenía que rediseñarlo, para desplazar la glorieta y salvar esos restos arqueológicos.

 

El rosario de desdichas no terminaba aquí y en 2016 la Consejería de Agricultura solicitaba la modificación del trazado de una vía pecuaria "La vereda de la Cuesta de San Cristóbal", lo que dilataba aún más la tramitción del proyecto.

 

El nuevo PERI no fue aprobado por el Ayuntamiento hasta septiembre de 2018, saliendo a información pública en 2019 y el resto de la historia es conocida. Aún tendría un nuevo embate que superar con la llegada de la pandemia y el encarecimiento de los materiales a raíz de la invasión de Ucrania, pero a pesar de ello y con algo más de dos años a sumar en el calendario de retrasos, lograba resurgir para comezar las obras en enero de 2022.

 

 

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