Hace dos meses, publicábamos en esta misma sección un editorial titulado ‘Agárrense que vienen curvas’, en el que decíamos textualmente “Pedimos a nuestros políticos que, de aquí a las elecciones, demuestren que están a la altura de lo que exigen los ciudadanos. Propongan, diseñen programas que se ajusten a la realidad de las necesidades de sus gobernados, no mientan, no insulten, no descalifiquen. Y, sobre todo, no prostituyan el término Democracia (gobierno DEL pueblo y CON el pueblo a través de sus representantes) en aras de conseguir votos”.
No debieron (o no quisieron) leernos entonces algunos políticos provinciales y regionales a tenor de cómo se ha planificado la precampaña por parte de algunos. Nos estamos refiriendo, concretamente, al Partido Popular que, a 65 días de las elecciones, se ha empeñado en comenzar a calentar el ambiente.
La maquinaria propagandística se puso en marcha hace dos semanas. Bajo el lema ‘Compromiso con la sanidad’, el PP de Castilla-La Mancha desplegaba una campaña en los centros sanitarios de toda la región consistente en pegar, en lugares bien visibles, un panfleto con la fotografía del 'lidereso' Paco Núñez, acompañada del documento firmado ante notario por el que se compromete a recuperar la carrera profesional sanitaria añadiendo, eso sí, sin firma notarial, su compromiso de reducir las listas de espera y modernizar la Atención Primaria.
Una horda de concejales, diputados, alcaldes, candidatos, militantes y simpatizantes se ha encargado de empapelar centros de salud, consultorios y hospitales, vanagloriándose de ello a través de las redes sociales del partido, que se han inundado de fotografías en una maniobra preelectoral, todo hay que decirlo, bastante chusca.
No han faltado en esas instantáneas dirigentes provinciales, protagonizando una de ellas los concejales del PP en el Ayuntamiento de la capital, Jaime Carnicero y Armengol Engonga, quienes utilizaron un panel informativo destinado a la publicidad de las elecciones en el Sescam para colocar la cara de Núñez entre la cartelería sindical. Podría parecer un chiste y daría para muchos memes, pero lo cierto es que gracia no tiene ninguna. Ni ética porque, antes del inicio de la campaña, se está haciendo uso de espacios públicos en los que debería guardarse neutralidad ideológica por respeto a los pacientes y a los profesionales que en ellos trabajan.
El Sescam ha reaccionado y ha ordenado la retirada inmediata de esta propaganda denunciado la "falta de respeto y consideración" de los dirigentes del PP. Por su parte, el PSOE de Castilla-La Mancha ha anunciado la presentación de una denuncia ante la Junta Electoral, cuando se constituya.
Pero el PP no se ha quedado ahí. Tal y como publicaba El Decano de Guadalajara en su edición del miércoles, la polémica furgoneta que “paseó” el PP de Castilla-La Mancha el pasado 8 de marzo por Almansa, coincidiendo con la celebración del acto institucional del 8M en la localidad albaceteña, se ha dejado ver en Guadalajara y en Azuqueca. En los laterales y la parte trasera del vehículo aparecen las fotografías del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y del jefe del Ejecutivo castellanomanchego, Emiliano García-Page, junto a la frase “Los violadores a la calle y ellos lo sabían. Culpables, sí o sí”, en clara referencia a la polémica Ley del ‘Sólo sí es sí’. Aunque en ningún espacio del vehículo pueden verse ni leerse los logotipos del PP o de Nuevas Generaciones, la concejala en el Ayuntamiento de Hellín por el PP y coordinadora general de la Ejecutiva regional de NNGG, Miriam García, reconocía la autoría de la iniciativa en redes sociales.
Preguntado por este medio al respecto, el presidente provincial del PP, Lucas Castillo, respondía que ninguna de las dos acciones le parecía parte de ninguna campaña sucia y consideraba que no eran “nada del otro mundo”. Añadiendo que “en ningún momento faltamos a ningun candidato, ni traspasamos las líneas que rocen la mala educación. Si al señor Castillo le parece de buena educación que las fotos de Sánchez y García-Page aparezcan ‘oportunamente’ junto a las palabras “violadores” y “culpables” o se utilicen espacios sanitarios públicos que deberían quedar fuera de la batalla política, apaga y vámonos. Porque si estas dos acciones propagandísticas se han realizado en precampaña, queda meridianamente clara cuál va a ser la forma de actuar de los populares cuando arranque la campaña pura y dura.
El PP se está dedicando, básicamente, a emponzoñar. Un tiempo que bien podría dedicar en hacer propuestas concretas para la región, la ciudad y todos los municipios de la provincia, propuestas que brillan por su ausencia en las comparecencias públicas de los líderes nacionales, regionales, provinciales y locales de Guadalajara, que repiten a pies juntillas el ideario diseñado a nivel nacional, con mensajes repetitivos sobre la Ley del ‘Sólo sí es sí’, las listas de espera o los casos de corrupción en España (en los que por cierto atesoran gran experiencia).
No sabemos quién o quienes son los artífices de esta estrategia en la región. Pero no hace falta ser muy listo para comprobar que el objetivo está claro: tratar de desprestigiar a Emiliano García-Page y a Alberto Rojo, hacerles culpables de todos los males de Guadalajara, de Castilla-La Mancha y hasta de España si nos apuran, olvidándose de manera muy oportuna de las grises épocas de los gobiernos de Cospedal y Román, en las que la ciudad, la provincia y la región se sumieron en una oscuridad de la que ha costado salir, como diría aquel, sangre, sudor y lágrimas.
¿No será que los populares de hoy (donde todavía quedan muchos de los de ayer) echan de menos aquellos tiempos de recortes, privatizaciones y parálisis? ¿No será que, a falta de propuestas serias, reales y factibles, sólo les queda el recurso de la guerra sucia?
Blanco y en botella…
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