Malestar vecinal en Masegoso de Tajuña ante la tala "indiscriminada" de árboles por parte de su alcalde

Los vecinos afirman que el alcalde, Jesús Villaverde, ha acabado con prácticamente todos los árboles del municipio. El último atropello tenía lugar este miércoles, cuando los pinos del parque municipal aparecían totalmente desnudos y con todas sus ramas yaciendo a sus pies

 

El acalde de Masegoso de Tajuña, municipio alcarreño de unos 75 habitantes empadronados, parece que ha declarado la guerra a los árboles de la localidad, desencadenando el malestar de sus vecinos, que a través de la asociación cultural, tal y como han indicado a El Decano de Guadalajara, han participado activamente en las labores de reforestación de la localidad desde hace muchos años. El primer edil por la formación independiente “Arriba Masegoso”, Jesús Villaverde Sotodosos, parece que no quiere dejar títere por cabeza y, según afirman, no ha respetado ni los cipreses del cementerio. En algunos de los casos, ha talado los árboles por completo y, en otros, ha llevado a cabo podas indiscriminadas que, en definitiva, terminan firmando su sentencia de muerte.

 

“Estamos muy preocupados porque siempre hemos estado orgullosos de tener muchos árboles en el pueblo, teniendo en cuenta el clima, porque los árboles siempre son un aliciente para hacer vida social, y también porque a través de la asociación siempre hemos impulsado la plantación de árboles en el entorno”, comenta Pilar Villalba, una vecina de la localidad.

 

Según esta vecina, en el momento en el que Villaverde alcanzó la Alcaldía hace dos legislaturas, “empezó a decir que le sobraban todos los árboles y poco a poco se los ha ido cargando”. En este sentido, relata que los primeros en sucumbir fueron “unos cipreses preciosos en el cementerio”, sin aviso previo, porque según apunta, no celebra plenos, ni consulta a los vecinos. También cayeron las acacias que se levantaban en distintos rincones; los ejemplares de la plaza, “que entre los que se han secado y los que ha cortado, no ha quedado ninguno” y unos fresnos que plantaron los vecinos en la bajada del pueblo, “que estaban preciosos y los ha podado de tal manera que no han brotado y parecen esqueletos”.

Pero la gota que ha colmado el vaso se precipitaba este miércoles, a tan sólo unos días de las Elecciones Municipales, cuando los vecinos de este pequeño pueblo alcarreño amanecían con  los pinos, de más de 40 años, del parque municipal completamente esquilmados, de los que sólo ha dejado los troncos. “En el parque público, que estaba precioso, lleno de pinos, donde hacíamos todas las fiestas, ha cortado todas las ramas, suponemos que para talarlos por completo”, apunta esta vecina, al tiempo que añade que “le quedan sólo unos días, pero se va a ir matando”.

 

Villalba critica la actitud del munícipe ante unos árboles que además de la función medioambiental que desempeñaban, eran un símbolo de identidad del municipio. "Es absolumente desolador. Con la torridez del verano en un pueblo de interior, con clima continental, los árboles son necesarios por una cuestión de salud, pero además, el árbol siempre ha sido considerado como un tótem. La gente se reunía en torno a los árboles para llegar a acuerdos y ahora lo hace en torno a meriendas, fiestas, etc. y este hombre se ha cargado todo eso", argumenta. 

 

Preguntados por las motivaciones que llevan a este alcalde a despreciar los árboles del pueblo, cuando en otros lugares se incentiva su plantación, los vecinos señalan que “este hombre dice que le sobran todos, porque estropean las calles, ya que las raíces se meten por el asfalto”. El Decano de Guadalajara ha intentado contactar con el regidor municipal por teléfono en varias ocasiones, pero no contesta.

 

 

Además, los habitantes de Masegoso denuncian que Jesús Villaverde gobierna a espaldas del resto del municipio: “No pregunta nada. Yo vivo en Masegoso y no me he enterado de ningún pleno. Actúa al margen de todo el mundo, porque es el alcalde. Ha cambiado la cerradura de todos los sitios. Teníamos unos locales en el Ayuntamiento y desde que cambió la cerradura están bloqueados; ha cerrado el gimnasio que montaron los jubilados, la biblioteca...”

 

Por último, lamentan las circunstancias de los pueblos pequeños , en los que muchos vecinos no viven a diario y no se implican en los asuntos municipales y donde las urnas no siempre pueden ser el mecanismo democrático efectivo para elegir o castigar a sus alcaldes, porque como es sabido, las personas empadronadas no siempre coinciden con los habitantes reales. Asimismo indican, que aunque varios vecinos han denunciado la situación al Seprona y a distintas administraciones de manera particular, no tienen demasiadas expectativas en que sus reclamaciones lleguen a buen puerto, porque no tienen suficiente peso: "Al final nos econtramos sólos ante todos estos problemas", concluyen.