La minería espacial supondrá un gran reto para la economía mundial

La carrera para la explotación comercial de los asteroides ha arrancado con el anuncio de la misión Pyche de la NASA. La agencia espacial espera lanzar en octubre una nave con la ayuda de Space X con el fin de obtener datos de este objeto celeste que podría tener un valor de 10 trillones de dólares

La minería espacial se ha convertido en el gran objetivo de las grandes potencias mundiales para solventar la grave escasez de materias primas dejada por la sobreexplotación de las últimas décadas en la Tierra. Una nueva carrera del espacio que la NASA quiere liderar. Para ello ha retomado su misión para la exploración al asteroide Pyche con el anuncio del lanzamiento de su sonda espacial para octubre de este mismo año después del parón obligado por la pandemia.  

La agencia aeroespacial norteamericana vuelve a retomar así, junto a la empresa privada Space X, una de sus grandes misiones prevista inicialmente para 2022 ante la creciente competencia china y la incorporación de otras naciones como Japón o la India a la carrera a la exploración comercial del espacio.  

El asteroide, descubierto en 1852, el más grande de estos objetos de tipo M con un tamaño de 226 kilómetros diámetro orbita en el cinturón de asteroides, una región del espacio entre Marte y Júpiter a 370 millones de kilómetros de la Tierra.  

Pyche podría contener oro y platino, además de hierro y níquel 

Las distintas observaciones realizadas hasta hora indican que Psyche formó parte del núcleo de un planeta que falló en su formación y está compuesto principalmente de metales como el hierro y el níquel, pero que además podría contener otros metales preciosos como el oro, el platino y el Iridium.  

Algunas estimaciones indican que el valor económico total de todos los metales de Psyche podría superar los 10 trillones de dólares. según un estudio publicado por la revista científica The Planetary Science Journal. Una cifra que supera en más de 300 veces toda la economía mundial, lo que supondría recursos ilimitados para la humanidad.  

Algunos científicos, sin embargo, discrepan de estas cifras. Consideran que Psyche ni es tan valioso ni tan metálico como se podría pensar y sugieren un origen completamente diferente al planteado inicialmente asociado a un fragmento de núcleo de protoplanetas que se rompieron cuando se formó el sistema solar. 

En cualquier caso, una junta de revisión independiente acaba de dar el visto bueno para que la misión despegue en octubre con una alta probabilidad de éxito para la misión. La NASA confía en alcanzar su objetivo en unos seis años, en agosto de 2029, gracias al sistema de propulsión Hall solar-eléctrico que permitirá a la nave recorrer 450 millones de kilómetros para llegar a su objetivo. 

La nave será lanzada en un cohete SpaceX Falcon Heavy y pasará 21 meses estrechando gradualmente su órbita hasta pasar justo por encima de la superficie del asteroide. De esta forma, se obtendrían datos sobre la formación del sistema solar y los sistemas planetarios alrededor de otras estrellas. 

Una misión de más de 1.000 millones de dólares 

El coste de la misión podría rondar los 1.000 millones de dólares, unos 930 millones de euros. Hasta julio del año pasado, ya se habían gastado un total de 717 millones en el proyecto. A cambio se podrán conocer los secretos de Psyche y si es realmente un resto del núcleo metálico de un planeta, como se piensa por ahora. En el peor de los casos, señalan los expertos, servirá para ofrecer nuevos datos sobre los mecanismos que ocurren en la formación de los planetas. Un primer paso fundamental en la carrera hacia la explotación minera del espacio con la Luna como su principal objetivo a corto plazo. 

Aunque la extracción de recursos del espacio aún está muy lejos de convertirse en una realidad comercial a gran escala, lo cierto es que conviene analizar también sus notables repercusiones económicas y sociales en el futuro. La minería espacial, en principio, ofrece grandes ventajas como el desarrollo tecnológico, la generación de nuevas inversiones, empleo o nuevas oportunidades comerciales e industriales. 

Pero también tiene otro lado oscuro. La llegada masiva de oro o platino procedentes de asteroides podría provocar una fuerte inestabilidad en los mercados financieros, acabando probablemente con la minería terrestre. También se podría producir notables desequilibrios entre los países exploradores y el resto del mundo. No en vano, los expertos no descartan grandes desafíos legales y políticos en términos de propiedad y regulación en una carrera espacial que apenas está dando sus primeros pasos. 

Julio Muñoz es periodista de información económica y experto en comunicación.