Las pruebas de estrés del BCE ponen de manifiesto la solidez de la banca española

Publicado por: Julio Muñoz
06/08/2023 09:00 AM
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Foto: europa.eu
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Bankinter y Banco Santander vuelven a destacar en los test de solvencia de las autoridades económicas europeas con un balance muy positivo para el conjunto del sector financiero español en un ejercicio que busca detectar posibles problemas

El sector financiero español ha vuelto a demostrar una vez más una notable solidez y resilencia ante las pruebas de estrés que realiza el Banco central Europeo todos los años, así que podemos estar tranquilos con nuestro dinero. Esta evaluación de resistencia busca medir la fortaleza de las entidades en un hipotético escenario económico adverso. Es decir, su capacidad de resistencia ante períodos prolongados de crecimiento bajo, tipos de interés altos e inflación elevada.

 

No se trata de un ejercicio en el que «se aprueba o se suspende» ni tampoco existe un umbral para determine si las entidades lo superan o no. El objetivo es que las entidades mantengan un contacto continuado con los supervisores para conocer en detalles su situación las entidades y debatir y poner en marcha las medidas necesarias para subsanar las posibles deficiencias que se puedan encontrar en estas pruebas. 

 

El Banco Central Europeo (BCE) publicó el pasado 28 de julio los resultados de su prueba de resistencia correspondiente a este año. En las conclusiones del informe se apunta a que el sistema bancario de la zona del euro tiene capacidad para resistir una desaceleración económica severa. 

 

La ratio de CET1, una medida clave de la solvencia financiera de las entidades de crédito, de las 98 entidades de crédito incluidas en la prueba de resistencia se ha reducido en 4,8 puntos, en promedio, hasta el 10,4 %. Es decir, mostrarían un mayor riesgo en caso de enfrentarse a tres años continuados de tensión con condiciones macroeconómicas muy difíciles.  

 

El escenario adverso de este año se caracteriza por una acusada contracción de la actividad económica, provocada por las perturbaciones de las cadenas de suministro mundiales debido al aumento de las tensiones geopolíticas, agravadas por un nuevo brote de infecciones por COVID-19. Estas perturbaciones también hacen que la inflación sea más alta y persistente, lo cual lleva a que los tipos de interés de mercado sean elevados. Precisamente, esta es la principal diferencia del actual escenario adverso respecto al utilizado el año 2021. 

 

De casi este centenar de bancos europeos analizados, la evaluación de las 57 entidades de crédito de mayor tamaño, entre ellas ocho españolas (Abanca, Bankinter, BBVA, CaixaBank, Kutxabank, Santander, Sabadell y Unicaja) han estado coordinada por la Autoridad Bancaria Europea (ABE). Las 41 entidades restantes de tamaño medio analizadas han quedado fuera de la muestra de la ABE. En conjunto, representan aproximadamente el 80 % de los activos totales del sector bancario de la zona del euro.  

 

Menor pérdida de capital que en pruebas anteriores 

 

El riesgo de crédito y el riesgo de mercado, así como la menor generación de ingresos, han elevado el impacto negativo sobre el capital en el escenario adverso. La caída de 4,5 puntos de la ratio de CET1 se ha debido a pérdidas crediticias, siendo las carteras minoristas no garantizadas las más vulnerables. 

La autoridad bancaria también se pidió a las entidades que presentaran proyecciones de pérdidas crediticias específicas para cada sector y proyecciones sobre sus exposiciones a la financiación apalancada en la cartera de préstamos y en las operaciones en curso de suscripción. El análisis puso de manifiesto que las exposiciones a la financiación apalancada tienen más riesgo en una desaceleración y que muchas entidades deben mejorar su capacidad de valoración de las operaciones en curso, de modelización y de agregación de datos. 

 

Al mismo tiempo, 1,4 puntos de la disminución total del capital pueden atribuirse al riesgo de mercado, en particular a los efectos de revalorización derivados de posiciones valoradas a valor razonable.  

 

La capacidad de generación de ingresos de las entidades también sufre en el escenario adverso, en el que los ingresos netos por intereses, los ingresos por dividendos y los ingresos netos por honorarios y comisiones se traducen, en conjunto, en un nivel de solvencia inferior en 3,6 puntos al del escenario de referencia. Cabe destacar que la prueba de resistencia ha mostrado que la capacidad de las entidades para generar ingresos netos por intereses en un escenario adverso de subida de los tipos de interés depende fundamentalmente de su modelo de negocio y de la estructura de activos y pasivos asociada.  

 

Por ejemplo, las entidades con una proporción mayor de préstamos a tipo variable se benefician más de la subida de los tipos de interés que las que dependen principalmente de préstamos a tipo fijo. Por tanto, el BCE exige actualmente a las entidades que presten especial atención a la forma en que gestionan los riesgos de tipo de interés. 

 

El descenso del capital al final del horizonte de tres años fue menor que en pruebas de resistencia anteriores. Ello se debió principalmente a que, en general, las entidades se encontraban en mejor situación al comienzo del ejercicio, con activos de mayor calidad y una rentabilidad más elevada. La calidad de la cartera de préstamos de algunas entidades había mejorado significativamente desde 2021.  

 

Estos factores ayudaron a las entidades a afrontar el escenario adverso, que asumía un período prolongado de inflación elevada y de tipos de interés altos. En muchos casos, el efecto favorable de la subida de los tipos de interés en los ingresos por intereses sigue compensando las presiones sobre los costes de financiación. Por otra parte, se preveía un incremento de los gastos de administración de las entidades debido al aumento de la inflación. 

 

La caída del capital de las entidades de menor tamaño incluidas en la muestra del BCE fue más acusada que la de las entidades de mayor tamaño que el BCE supervisa directamente (6,6 puntos frente a 4,6 puntos). Esto se ha debido a su menor capacidad de generación de ingresos y a mayores pérdidas crediticias durante el horizonte de proyección. Sin embargo, su ratio de solvencia siguió siendo más elevada que la de sus contrapartes de mayor tamaño (13,7 %, frente al 10,1 %), ya que su posición de partida también era más elevada (20,2 %, frente al 14,7 %). 

 

Las mejores entidades españolas ante las pruebas de estrés 

 

Bankinter, Santander y Kutxabank han sido las entidades españolas menos impactadas por la evaluación de la EBA, situándose como los bancos más resistentes ante un hipotético escenario adverso. La entidad presidida por María Dolores Dancausa ha obtenido la mejor calificación reeditando su posición de liderazgo del año pasado y confirmando la excelente posición de solidez y solvencia de su balance.  

 

Ligeramente por detrás se ha situado el Banco de Santander y Kutxabank. Esta última se sitúa además como la entidad más solvente del sistema financiero español con una ratio CTE1 del 15,3 % para 2025. Los resultados de todas entidades españolas han sido mejores de la media observada por el conjunto de los bancos europeos analizados por la EBA. 

 

Entre las conclusiones de la autoridad bancaria europea destaca la idea de que “los bancos de la UE se encuentran suficientemente capitalizados para seguir respaldando a la economía incluso en tiempos de tensión severa” No obstante, la autoridad recuerda la importancia de mantenerse alerta ante el alto nivel de incertidumbre macroeconómica por lo que tanto los supervisores como los bancos deben estar preparados ante un eventual empeoramiento de las condiciones económicas. 

 

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