Al finalizar la Guerra Civil, cerca de un 4% de la población española (25.877,971 habitantes), todos ellos afines o combatientes con el ejército republicano, se encontraban reclusos en 'campos de concentración'. Uno de ellos el de la 'Casa del Guarda', en el término municipal de Jadraque, a 6 kilómetros del casco urbano, en el paraje del Chaparral, en la 'burbuja' que se encuentra al final de la parte oriental del mismo, a 1 kilómetro de Villanueva de Argecilla y, en la actualidad, atravesado por el camino rural que Concentración Parcelaria construyó para unir Jadraque con Argecilla, Valfermoso de las Monjas, Ledanca,...
Sólo con leer su nombre, nos sugiere que detrás de él había algo oculto y así era. Los trabajos llevados a cabo en la zona en verano del año 2022 y continuados en estos meses de 2023, financiados por el Instituto de Ciencias del Patrimonio del CSIC, Ministerio de Presidencia, de Relaciones con las Cortes y Memoria Histórica, dirigido por los profesores Alfredo González Ruibal y Luis Ruiz A. Casero, han ido descubriendo el lugar y el uso que los mandos franquistas hacían de él. Un campo de concentración que la vegetación ha resguardado y ha permitido un estudio más profundo y veraz de para qué se utilizaban y cómo funcionaban.
Estos lugares comenzaron con la creación, en 1937, de un organismo para estudiar su ubicación y control, que se tituló con la referencia de “'Campos de concentración de prisioneros', dividiendo a los republicanos en dos bandos: el de los que habían sido juzgados y condenados que ya se encontraban en prisión y el de los desafectos al régimen o soldados republicanos a espera de juicio, que se encuadraban en los llamados 'batallones de trabajadores'. La primera mención de la 'Casa del Guarda' se produjo el 3 de julio de 1938, con la llegada a él de 305 prisioneros, cifra que fue aumentando y que alcanzó su máximo a partir del 29 de marzo de 1939, con la caída del frente republicano de Guadalajara, que llevó a la 'Casa del Guarda' a más de 5.000 personas, que convivieron hacinadas y en condiciones precarias, siendo trasladadas a otros campo de concentración, la mayoría de ellos a Galicia.
La primera y segunda intervención han permitido al equipo de investigadores avanzar en el conocimiento de las estructuras del campo, de la situación de los reclusos y de a qué se dedicaban y cuáles eran sus preocupaciones.
Cuarenta y nueve estructuras descubiertas, la mayoría de ellas pabellones de forma rectangular de unas medidas aproximadas de 11 x 4 metros, con muros de piedra de 1 metro de altura, que no tenían techo fijo sino lonas para cubrirlos, con capacidad para unas 25 personas. Allí se han encontrado latas de conserva, botes de leche, de cerveza, restos de uniformes y del calzado que llevaban, un pequeño hogar para apenas poder calentarlos... Los presos hacían trabajos manuales como tazas y escribían para intentar encontrar avales que los sacaran de ese infierno.
Otras estructuras descubiertas han sido las dedicadas a emplazamientos médicos, reconocidas por los restos encontrados de envases de medicamentos y, también, los lugares de vigilancia del campo de concentración, con munición sin gastar y restos de uniformes.
En los pabellones habría capacidad para poco más de mil personas, por lo que en los momentos de gran afluencia, los reclusos vivían en condiciones inhumanas, en zonas delimitadas por alambradas de espino o en una especie de 'madrigueras' que excavaban protegiéndose por la tierra. No se han encontrado restos humanos. Las personas que murieran serían enterradas en otros lugares que aún permanecen ocultos.
La 'Casa del Guarda', el campo de concentración allí instalado era desconocido por la gran mayoría de los vecinos de los pueblos cercanos, que ignoraban el sufrimiento humano al que estaban sometidas una personas en esos parajes. Un lugar de tristeza y dolor que ahora se ha descubierto y que nos debe hacer pensar en que no se repita lo que Antonio Machado decía en su poesía: “Españolito que vienes //al mundo te guarde Dios.//Una de las dos Españas//ha de helarte el corazón/.
José María Bris Gallego. Funcionario del Estado. Diputado del Congreso con UCD (1979-1982) Senador con el PP (1986-2000) Vicepresidente de la Diputación Provincial (1983-1987) Alcalde de Guadalajara (1992-2003) Diputado Regional (2003-2011)