Alfonso Ortigado: “Guadalajara es mi hogar, con letras mayúsculas”

Publicado por: Ana María Ruiz
07/09/2023 08:00 AM
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El Decano de Guadalajara entrevista a Alfonso Ortigado, jefe de Pediatría del Hospital Universitario de Guadalajara y especialista en Cardiología Pediátrica y, hoy jueves, pregonero oficial de las Ferias y Fiestas de Guadalajara

 

A sus 56 años, Alfonso Ortigado es ya una verdadera eminencia y un referente nacional e internacional en el campo de la Pediatría y, especialmente, de la Cardiología Pediátrica.Su enorme prestigio no se le ha subido a la cabeza. Cercano, afable, buen conversador y con una amplia sonrisa como bandera, es uno de esos guadalajareños ‘de toda la vida’ que presume con gran orgullo de la ciudad que le vio nacer y crecer, en la que se ha desarrollado profesionalmente y en la que ha formado su familia.   


Es usted especialista en Cardiología Pediátrica. Cuando le comunican que ha sido elegido como pregonero ¿Cómo responde su corazón?


Con una taquicardia supraventicular incesante que necesita tratamiento. Me llegó al alma y el cuerpo lo notó porque fue algo que me llenó de inmensa alegría y eso se nota en el corazón. 


Aunque no vamos a hacer spoiler ¿Qué tiene previsto trasladar a los vecinos de Guadalajara en su pregón?

 

Primero, voy a mostrarme tal y como soy, sin guión, sin papeles. Segundo, voy a dar pinceladas de lo que son Guadalajara y sus gentes. Mi discurso va a estar lleno de anécdotas y situaciones de Guadalajara y de la gente de Guadalajara. Porque realmente las Fiestas son eso: sus gentes. 


¿Qué tiene Guadalajara de especial para usted?


Es la ciudad que me vio nacer, que me vio crecer, en la que me vine a trabajar a nivel profesional y donde he criado a mi familia. Por lo tanto, Guadalajara es mi hogar, con letras mayúsculas. No es mi casa, es mi hogar. 


Los guadalajareños, en especial muchos niños a los que trata y ha tratado, tienen mucho que agradecerle, ya que vela y ha velado por su salud ¿Qué representan esos ‘locos bajitos’ para usted?

 

Al ser pediatra, tengo un vínculo especial con los niños. Y donde hay un niño, hay una familia y se establecen relaciones muy humanas, que es lo que realmente es la Medicina. A veces, en Cardiología, vivimos momentos difíciles y eso lo que hace es reforzar las relaciones verdaderas de un médico con sus pacientes. Los niños son los mejores pacientes que te puedas imaginar. A nivel emocional, tener a un niño como paciente es una fuente de vida permanente. Cómo te hablan, cómo te responden. A veces te quedas con la boca abierta de cómo son capaces de darte una respuesta que no te daría un adulto. Los niños son el ser humano con todo el potencial, todavía no tienen los estigmas de los adultos y transmiten mucha humanidad. 


Humanidad incluso en los casos más graves. Los niños más enfermos ¿Tienen otra visión de la vida?


Esos niños tienen una maduración diferente. Cuando yo he tenido niños con riesgo de vida, con problemas múltiples, tienen una capacidad de superación y de apreciar las cosas que otro niño que no lo ha vivido no lo muestra. Pero lo mejor es su sonrisa. La sonrisa de los niños es auténtica, sincera y plena. Y, al igual que se contagian los bostezos, la felicidad de los niños se contagia. 


Por su dilatada y prestigiosa carrera profesional, en alguna ocasión le habrán tentado para desarrollar su trabajo fuera de Guadalajara ¿Por qué prefiere la ciudad frente a otros destinos más atractivos que le hubieran podido surgir?

 

He tenido varias invitaciones a irme, entre ellas del Hospital La Paz, donde yo acabé mi residencia y donde, a nivel profesional, se me abría una puerta maravillosa. Pero mi destino era Guadalajara porque lo que Guadalajara me ha dado y he vivido como guadalajareño se lo tenía que devolver. Hay que apostar por Guadalajara y yo aposté en dos facetas. La profesional, para desarrollar la Cardiología Pediátrica en el Hospital, y la universitaria y académica. Podría haber hecho la tesis doctoral en la Universidad Autónoma de Madrid pero prefería hacerlo aquí y reforzar el enlace que tiene Guadalajara con la Universidad de Alcalá de Henares.


¿No se arrepiente en ningún momento de la decisión que tomó?

 

Lo haría mil veces.


¿Cómo recuerda las Ferias de su niñez?

 

Los recuerdos de  la infancia son recuerdos que no se te olvidan nunca, los que no se borran. Los más bonitos. Mi recuerdos son los de las primeras visitas a la Feria con mis padres y mis hermanos. Con mi familia. Ir a la Feria, a los encierros, con esa magia de la madrugada. Esas primeras Ferias son a las que más cariño les tengo. Además, mis padres me transmitieron una cosa muy importante para mí, que es el respeto a nuestra Patrona, a la Virgen de La Antigua. No hay que olvidar que son unas fiestas patronales. Es muy importante que quede ese respeto. Hay un momento para la diversión, para la fiesta, pero también hay un momento para el respeto a la tradición y eso siempre se debe reforzar, ese respeto a la Patrona.


Al ir a las procesiones con su familia ¿Qué le parecía aquella imagen de la Virgen de La Antigua desde la visión de un niño?


Muy bonita. Recuerdo un ambiente de muchísimo respeto que siempre me impactó. Cómo admiraba y quería la gente a esta imagen que representa a Guadalajara, a la ciudad y a la provincia.

 

"Yo, personalmente, no he pertenecido a ninguna peña pero me he sentido de todas, que es lo bonito que tienen, que son siempre abiertas a todos"
 


Ya más mayor, las Ferias se viven de otra manera ¿Cómo disfrutó las Fiestas en su adolescencia y juventud? ¿Fue o es de alguna peña?

 

Aquí ya pasamos a lo que es la diversión y nos ponemos en ‘modo ferias’, que es un estado de ánimo en el que estás dispuesto a pasarlo bien. A estar con los amigos, siempre con responsabilidad. Yo nunca he tenido problemas y hay que rechazar siempre la violencia. En cuanto a las peñas, yo personalmente no he pertenecido a ninguna pero me he sentido de todas las peñas, que es lo bonito que tienen, que son siempre abiertas a todos. Hay que vivir la ciudad. La vida en esta semana está es la ciudad y hay que participar en ella siempre sin perder el respeto y sobre todo evitar, frenar, denunciar y luchar contra cualquier tipo de violencia. Porque es compatible estar de Ferias y pasarlo bien libres de violencia. Esto es clave. Hay que dejar de lado los problemas, tener el máximo respeto y ser activos contra la violencia.


Para usted ¿Qué es lo mejor de la Semana Grande? ¿Tiene alguna actividad o acto del programa que le atraiga especialmente? 

 

Es difícil porque hay una actividad para cada momento del día. Me encanta pasear por la Feria porque te entra por los cinco sentidos: las luces, los sonidos, el olor a morcillita… Eso es vivir la Feria. Pero las noches también son mágicas. No hay que mirar el reloj y, cuando quieres darte cuenta, llega la hora de los encierros, de la magia previa a los encierros. Eso hay que vivirlo. En definitiva, son 24 horas de fiesta.


Con su trabajo, que exige mucha disponibilidad y horarios infernales ¿Va a poder vivir las Ferias esas 24 horas?


Hay que compatibilizarlo. No estoy libre al cien por cien, pero el tiempo que pueda, mi dedicación es absoluta. Donde estés, a tope. 


Por último ¿Qué les desea a los vecinos de Guadalajara para estas Fiestas? 

 

Que nos sintamos orgullosos de ser guadalajareños. Que las Ferias y Fiestas de Guadalajara son sus gentes. Y, sobre todo, les pido que sean felices. 

 

 

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