"Soy culpable de haberla matado, porque yo la maté (...) pero no soy un asesino"

Publicado por: Marta Perruca
16/10/2023 07:00 PM
Reprods.: 133

El jurado tendrá que decidir si se trata de un delito de asesinato o de homicidio. La abogada del acusado basa su defensa en la existencia de confesión, en el arrebato y en negar la idefensión de la víctima que precisa la concurriencia de alevosía, para que sea delito de asesinato

“Soy culpable de haberla matado porque yo la maté y pido perdón públicamente a todo el mundo, a su familia, a mi familia... No quiero compasión de nadie, pero no soy un asesino”, ha manifestado el acusado Álvaro M de la C esta mañana, en la Audiencia Provincial de Guadalajara, durante la primera sesión del juicio con jurado por la muerte de Nicoleta Clara, de 36 años, vecina de Alovera a manos de su esposo, el pasado 29 de mayo de 2021. El acusado, que se ha sometido a las preguntas de su abogada defensora, rechazando el interrogatorio de la acusación y el Ministerio Fiscal, ha manifestado que “la maté intentando cogerle los cuchillos. De poder evadir esa situación (…) Si yo planeo algo, no quiero compasión de nadie y lo juro ante Dios y ante todo el mundo. Me da igual pagar 25 años de cárcel si es como homicidio, antes que pagar cinco como asesino, pero yo no soy un asesino. Yo pago 25 años como una persona que se trató de defender y lo firmo ante todos ustedes. No soy un asesino, traté de defenderme y pido perdón y sigo pidiendo perdón y mi mayor pena es que ella no está”.

 

El acusado ha sostenido que la discusión comenzaba por una camiseta y por el cuidado de los perros y que se fue acalorando hasta que fue la víctima quien cogía la cuchillos de la cocina: "La que me atacaba en un principio era ella a mí, no yo a ella. Si yo no tenía dos cuchillos en la mano para atacarla a ella... Yo no cogí ningún cuchillo. Los cogí de sus manos. Allí es donde yo me volví. No sé si sería el nerviosismo, el estado de miedo, de aterrorizado y allí es donde perdí la cabeza", ha declarado.

 


Esta mañana se constituía el jurado y arrancaba el juicio contra Álvaro M de la C, con el interrogatorio del acusado, en el que, tal y como recordaba al jurado la fiscal, Mercedes Gredilla, “la autoría de los hechos no es objeto de debate”. El acusado ha admitido que mató a su mujer y lo que se debe determinar es el tipo de delito.

 

La Fiscalía sostiene que se trata de un asesinato con agravante de parentesco, por lo que pide 24 años; la acusación entiende que concurre además el agravante de violencia de género, por lo que pide 25 años; mientras que la defensa considera que se trata de un homicidio, al concurrir una serie de circunstancias atenuantes, como la confesión del delito y el arrebato y pide diez años de prisión.

 

“Asesinó a su mujer Clara y lo hizo cuando estaba indefensa, cuando estaba desprevenida y mediante un ataque sorpresivo y repentino”.

 

La fiscal señaló, además, cuáles son las circunstancias que marcan la diferencia entre la consideración de asesinato y la de homicidio. Según apuntó Mercedes Gredilla, en el asesinato debe concurrir la alevosía, “cuando el autor se aprovecha y utiliza la indefensión de la víctima (…) Se aprovecha de que la víctima está desprevenida y no tiene ninguna posibilidad real de hacer frente a ese ataque, que es sorpresivo, repentino, traicionero, porque traiciona a la víctima y evita que se pueda defender”

 


Gredilla manifestó que el acusado “dirigió esos ataques a las zonas vitales y murió en consecuencia desangrada”. Recordó que a la llegada de los servicios sanitarios, Nicoleta presentaba “un cuchillo en la espalda que le atravesó completamente” y que el acusado continuó hasta en diez ocasiones.

 


“A Clara no le dio tiempo a defenderse, ni a pedir ayuda, no pudo siquiera huir”, añadió la fiscal, al tiempo que advertía que la defensa pediría un delito de homicidio intentando demostrar que no concurre la indefensión y presentando circunstancias atenuantes como el arrebato o la confesión.

 


El arrebato, explicó, consiste en una reducción de las facultades de una persona por un estímulo muy poderoso que provoca una acción-reacción. “En este caso no hay ningún arrebato. El acusado tiene derecho a una defensa pero me parece una nueva burla y una ofensa a la víctima”, ha señalado la fiscal.

 


En cuanto a la confesión, la fiscal niega esta circunstancia señalando que el acusado no ha confesado unos hechos que eran evidentes a la llegada de los servicios de emergencia y, en cualquier caso, su declaración “no ha ayudado a esclarecer los hechos”.

 


El acusado, concluyó la fiscal, “asesinó a su mujer Clara y lo hizo cuando estaba indefensa, cuando estaba desprevenida y mediante un ataque sorpresivo y repentino”.

 

"Vamos a intentar demostrar aquí que la relación no era buena, que el acusado era una persona celosa y controladora” 


Por su parte, la acusación particular, que representa los intereses de los padres de la víctima y los hermanos, añade al agravante de parentesco que pide el Ministerio Fiscal el de género “que son absolutamente compatibles” y que se produce cuando “se actúa contra una mujer por el mero hecho de ser mujer”.

 


“Vamos a intentar demostrar aquí que la relación no era buena, que el acusado era una persona celosa y controladora” ha dicho la abogada de la acusación, al tiempo que ha añadido que en la prueba documental “se va a poder documentar que Nicoleta había llegado a tener una orden de alejamiento de su pareja, pero decidió darle una oportunidad y retiró la denuncia”.

 

"Esas puñaladas tan arrebatadoras no son puñaladas, sino cortes"


Por su parte, la abogada del acusado hizo hincapié en que, pese las alegaciones de la fiscal “que han intentado dirigir ya la opinión del jurado sin escuchar ninguna prueba, ni ninguna declaración, ni ningún testimonio”, el acusado tiene derecho a beneficiarse de unos atenuantes como es el caso de la confesión, recogida en el artículo 21.4 del Código Penal al haber confesado los hechos “antes de que las autoridades hayan procedido contra él”, en el momento en el que llama al 112 y afirma que ha matado a su mujer y pide que envíen a la Guardia Civil.

 


Asimismo, alega que su cliente presentaba cortes en las manos producidos mientras trataba de arrebatarle los cuchillos de las manos a su mujer, que según el testimonio del acusado, sería la primera en coger los cuchillos de la cocina y que no se ha querido basar la estrategia en la defensa propia “porque consideramos muy correctamente y coherentemente que no se dan las circunstancias”.

 


En este sentido, la abogada afirma que habría dos peliculas, la que presentan la Fiscalía y la Acusación Particular de “Jack El Destripador que es dando puñaladas a una persona totalmente indefensa” y lo que afirma el acusado en todo momento, que según ha insistido, es el único testigo y “ha demostrado no ser un mentiroso”, en el momento en el que llama para confesar que ha matado a su mujer.

 


La defensa sostiene que la víctima no presentaba diez puñaladas, sino  mayoritariamente cortes y que en la mayoría de los casos se producen “cara a cara”. “Los cortes por detrás, son porque están forcejeando y en la posición de abrazo, que él lo reconoce, es cuando él, teniéndola cara a cara, no es que la apuñale, es que en un arrebato de locura y obcecación absoluta que sufre esta persona, llega a un hecho del cual no se siente orgulloso y está muy dolido por lo que ha ocurrido. Pero de todo esto, solo hay uno de los cortes, en el cuello, que es el que le causa la muerte. Los demás, por sí solos, no le habrían producido la muerte, por lo que esas puñaladas tan arrebatadoras, no son puñaladas, son cortes”, ha dicho,

 


“Es verdad que mi cliente no ha cometido un asesinato porque no es ningún asesino”,ha dicho la abogada defensora, al tiempo que ha manifestado que no se trata tampoco de violencia de género “porque no todos los hombres que matan a su mujer es por violencia de género. Esta persona ha estado toda la vida enamorado de su mujer y no tenía ningún móvil, ni ningún motivo para matarla. No tenía intención, no estaba planeado, no ha llegado a casa y le ha matado por detrás. Ha habido un acaloramiento y el acaloramiento de ella, que era una persona que estaba tomando medicación, algo que también se comprueba por el médico forense, por depresión y ansiedad”, argumenta la defensa.

 

Para la defensa, se trata de “un caso sencillo de homicidio. No existe el asesinato porque no hay una preparación, no lo ha pensado, no lo ha planeado, no lo ha querido llevar a cabo” y niega la alevosía “porque cuando la fiscal dice que no hay signos de lucha, las uñas de la víctima están llenas de prendas en el informe forense, de pelos, de sujeción... Y si fuera alevosía todas las heridas de arma blanca serían por detrás”, ha concluido la abogada.

 

El juicio se retoma este martes, 17 de octubre, con la práctica de la prueba testifical, en la que comparecerán más de una veintena de testigos entre los que se encuentran agentes de la Policía Local de Alovera, de la Guardia Civil y la Policía Judicial, entre otros.

Vídeos de la noticia

Imágenes de la noticia

Categorías:
Powered by WebTV Solutions