David Muñoz: “Nuestro objetivo es generar riqueza compartida y proyectos que nos beneficien a todos”

EN COLABORACIÓN CON NATURGY

Entrevista a David Muñoz,  delegado de Desarrollo Renovables de Naturgy en Castilla-La Mancha

Naturgy está fuertemente comprometida con la transición energética en Castilla-La Mancha, donde opera 29 instalaciones de generación renovable eólica, fotovoltaica e hidráulica, y donde trabaja para incrementar la potencia instalada a través de 20 nuevos proyectos. Se trata de desarrollos que se diseñan teniendo en cuenta las necesidades de los territorios en los que se asientan y que servirán para dinamizar la economía y el empleo.

La compañía energética trabaja en nuevos proyectos para incrementar la generación renovable en Castilla-La Mancha con el convencimiento de que las energías renovables son la gran palanca que puede impulsar la transición energética, pero también una oportunidad para los territorios en los que se implantan. Dinamizar la economía de los territorios donde opera y mejorar la calidad de vida de sus habitantes, creando y atrayendo empleo, son los grandes objetivos de una estrategia que incluye una vertiente social asociada a sus instalaciones de generación renovable.

P.- ¿Qué significa integrar la gestión social en los proyectos de generación renovable?

R.- Integrar la gestión social en los proyectos de generación renovable significa trabajar de la mano de las personas que viven en los territorios, escuchándoles y teniendo en cuenta sus necesidades y expectativas. Significa ser un vecino más y ayudar, en la medida de lo posible, a mejorar las condiciones de vida de esas personas.

Naturgy lleva 30 años apostando por las renovables en Castilla-La Mancha y nuestro objetivo es generar riqueza compartida y proyectos que nos beneficien a todos, esa es la vocación con la que llegamos y permanecemos. Y así se lo hacemos saber tanto a las instituciones como a los vecinos, porque queremos ser uno más en el territorio, hablando de igual a igual, con transparencia, y detectando necesidades sociales para apoyar a las comunidades que nos acogen. 

P.- ¿Y cómo se materializa ese apoyo a las comunidades?

R.- El apoyo se materializa a través de fórmulas que, como he dicho, nos benefician a todos. Por ejemplo, en nuestra planta solar Canredondo acabamos de implantar el pastoreo controlado, esto quiere decir que favorecemos la convivencia de la actividad ganadera que ya existía previamente y las nuevas energías renovables. El ganadero puede contar con un espacio cerrado en el que sus ovejas pueden pastar de forma más segura, y a nosotros esta actividad nos permite controlar la vegetación de una forma natural y hacer más sostenible la gestión de la propia planta fotovoltaica.

En general, en los territorios donde tenemos plantas solares, hay muy buena relación con los ganaderos. En el municipio de Porzuna, en Ciudad Real, por ejemplo, tenemos cinco pastores que siguen realizando, como venían haciendo antes, sus labores de pastoreo en el interior de nuestras instalaciones.

Hemos acondicionado el recinto con accesos nuevos para que las ovejas puedan entrar a las instalaciones de una manera más fácil, incluso les facilitamos una tarjeta de acceso a los ganaderos (como la que puedo tener yo), para que entren libremente al interior del recinto, como uno más de nosotros. E incluso ya pueden dejar los rebaños por la noche, si así lo desean. ¿Esto qué supone? Pues imagínese el cambio… para ellos no es una planta fotovoltaica sino “una guardería”, porque pueden dejar su ganado pastando en un recinto cerrado y dedicarse a otras actividades o tareas que no podían hacer antes por falta de disponibilidad.

Además, esta relación de convivencia es dinámica y mantenemos un diálogo activo con todos ellos. Fruto de ese diálogo esta próxima campaña agrícola vamos a utilizar los terrenos que están dentro y fuera del perímetro para la siembra, cosecha y empaque de heno, que repartiremos entre los ganaderos para que no dependan tanto de la compra de piensos. También estamos trabajando para construir varios pozos donde tienen los pilones, de manera que no tengan que utilizar cubas de agua para llenarlos.

"En Naturgy estamos convencidos de que la transición energética es una oportunidad para estos territorios y de que las instalaciones de generación renovable son una palanca para dinamizar la economía y crear empleo"

P.- ¿Qué otros beneficios puede tener para un territorio la llegada de una instalación de generación renovable?

R.- En Naturgy estamos convencidos de que la transición energética es una oportunidad para estos territorios y de que las instalaciones de generación renovable son una palanca para dinamizar la economía y crear empleo. Lo primero porque son proyectos tractores que atraen otras propuestas empresariales, y por lo tanto, facilitan que se amplíe la oferta laboral del entorno. Pero, además, estos desarrollos demandan una serie de servicios derivados de la cadena de valor de la propia planta que han de ser cubiertos, lógicamente, por empresas y personal de la zona. Eso tiene como consecuencia que personas que, a lo mejor, de otro modo se hubieran tenido que marchar del municipio para poder trabajar, ahora puedan hacerlo en el lugar en el que realmente quieren vivir, porque se han generado nuevos puestos de trabajo directos e indirectos que lo hacen posible.

Por otra parte, están también los ingresos que perciben los municipios en concepto de impuestos, y en algunos casos son cantidades que hasta duplican el presupuesto anual del municipio. Obviamente, estos ingresos repercuten en los vecinos.

Es decir, estos proyectos renovables suponen, pues, un importante impulso para el empleo y el desarrollo social y económico, tanto local como regional, además de un impacto social muy positivo que creemos que favorecerá la repoblación de la zona y elevará la recaudación local por el efecto impositivo.

"Lo que buscamos es producir una energía limpia y respetuosa con el medio ambiente"

P.- Sin embargo, hay cierta contestación social en contra de los proyectos renovables. En muchos casos, se habla de daño al medio ambiente o a la fauna y la flora del entorno. ¿Se tienen en cuenta estas cuestiones a la hora de desarrollar un parque eólico o fotovoltaico?

R.- En Naturgy somos muy exigentes con nosotros mismos. Tenemos un gran equipo de técnicos y expertos en materia medio ambiental que se encargan de elaborar unos rigurosos estudios de impacto ambiental, cuyo contenido va más allá de lo que nos exige la norma. Lo primero que hacemos es estudiar in situ. Realizamos estudios de avifauna, de al menos un año de duración, para caracterizar y confirmar la compatibilidad del emplazamiento seleccionado. Somos los primeros interesados en proponer ubicaciones viables y compatibles con el medio ambiente.

Además, hay que recordar que todos los proyectos tienen que conseguir una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) que garantiza que no se atenta contra ninguno de los elementos de ese ecosistema. Es decir, lo que buscamos es producir una energía limpia y respetuosa con el medio ambiente. Por eso, siempre se tienen en cuenta los entornos de los proyectos antes de emplazarlos, sus características, biodiversidad.

En Guadalajara, por ejemplo, llevamos muchos años desarrollando un Plan de Acción de la Biodiversidad asociado a los parques eólicos de la comarca de Molina de Aragón. Con este plan, junto con la Junta y otras instituciones y empresas, se han desarrollado medidas para proteger a la avifauna amenazada. La colaboración de los ganaderos y agricultores es fundamental para esto y sé de buena tinta que los compañeros del área de Medio Ambiente de Naturgy realizan un trabajo excepcional en esta materia.

A todo esto tenemos que añadir también que la producción renovable de las plantas evita emisiones de gases contaminantes. Por ejemplo, en el caso de las nuevas plantas de Zorita, estamos hablando de que se evitará la emisión de 130.000 t/año de CO2. La energía generada por ambos proyectos equivale a 60.000 hogares.

P.- ¿Cuántos proyectos tiene Naturgy ahora mismo en marcha en Castilla-La Mancha?

R.- En estos momentos estamos trabajando para iniciar la construcción de tres nuevas plantas fotovoltaicas, dos en Guadalajara, en el entorno de la antigua central nuclear, y que hemos llamado Zorita I y Zorita II, y otra en Ocaña (Toledo). En total, 150 nuevos MW de potencia.

Además, hemos iniciado la tramitación de cinco proyectos para hibridar cinco plantas solares, cuatro en Ciudad Real y una en Toledo, con almacenamiento en baterías, lo que nos permitirá almacenar hasta 100 MW de energía solar sobrante producida en los momentos de mayor capacidad de generación, para utilizarla cuando aumenta la demanda y los recursos renovables escasean. De esta forma, contribuiremos a reforzar la calidad del suministro del sistema eléctrico español,  permitiendo una mayor introducción de energía renovable en la red.

Asimismo, estamos trabajando también en la hibridación de 12 parques eólicos con tecnología fotovoltaica. Esto quiere decir que en una misma infraestructura produciremos energía renovable a partir de dos fuentes diferentes, el viento y el sol, con lo que aumentamos la eficiencia de las instalaciones, y a la vez reducimos el impacto ambiental incorporando cerca de 500 nuevos MW de energía de origen renovable a nuestra cartera. Finalmente, tenemos en proyecto también hibridar tres centrales hidroeléctricas con energía solar.

P.- Nuestra región presume mucho de ser un lugar ideal para el desarrollo de las renovables y además hay una apuesta muy fuerte por parte del Gobierno regional para que así sea. ¿Qué tiene Castilla-La Mancha que no tienen otras regiones?

R.- Castilla-La Mancha es un lugar idóneo para el desarrollo de proyectos de energía renovables porque reúne los tres requisitos que, en mi opinión son básicos: primero, la existencia del recurso tanto eólico como solar; segundo, que por su extensión existen localizaciones de terrenos con una orografía favorable, infraestructuras eléctricas de evacuación y zonas compatibles medioambientalmente; y tercero, que cuenta con un marco regulatorio estable que da seguridad al desarrollo de estos proyectos como, por ejemplo, la definición de un  Plan Estratégico de Desarrollo Energético con Horizonte 2030 de la Junta de Comunidades, que recoge las bases para la descarbonización de la economía regional a 2050. Este plan, además, no solo favorece la instalación de este tipo de proyectos, a través de un desarrollo ordenado de los mismos, sino que también persigue el objetivo de potenciar las infraestructuras y activos energéticos en la región.