Actitud

Publicado por: Nacho Redondo
01/12/2022 09:43 AM
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Nacho Redondo

La actitud es eso que influye en el estado de ánimo. La actitud es lo que podemos escoger para afrontar cualquiera de las circunstancias de la vida y es con ella con la que podemos enfrentarnos a todo lo que nos pasa. La actitud es eso que nos diferencia de otros seres vivos porque nos permite posicionarnos hacia todo lo que nos ocurre.

 

La actitud es una poderosa herramienta que nos permite abandonar una situación que no nos agrada, eso sí, tomando la responsabilidad de asumir los cambios nosotros mismos. Si te fijas bien, en todas las situaciones de la vida eres tú quien debe tomar la decisión de asumir la responsabilidad. Bastante vemos a nuestro alrededor que la gente no toma su propio protagonismo y culpabiliza al de enfrente.

 

La mejor manera de actuar es asumir lo que ocurre y la manera en cómo está sucediendo. Desde ahí podemos provocar cambios y una nueva dirección. Una de las claves pasará por intentar no lastimar a nadie de los que están cerca, aunque, a veces, es irremediable. La actitud nos permite mirar dentro, con independencia de que lo de fuera, nos ayude o no. La actitud nos ayuda a comprender que, aunque nos sintamos desbordados por las circunstancias, siempre podremos superar cualquier situación. Son los devenires normales de la propia vida.

 

En esto de la actitud tiene mucho que ver lo que decimos y lo que callamos. No es más listo ni el que más sabe el que habla sobre todas las cosas, sino el que deja hablar a los demás. Pero a veces eso no se nos da nada bien. Tengo que decir que, a veces, a mí también me pasa. Y es algo que me pesa enormemente.

 

El término de actitud es muy usado en la filosofía, e la sociología y en la psicología. Es una forma de actuar y de comprometerse de una persona. Es el propósito de conocer la realidad desde una crítica y problemática, buscando el fundamento de los hechos y las circunstancias que nos rodean. Se trata de un inconformismo que nos lleva a plantear preguntas que pueden, incluso, llegar a ser dañinos para los que nos escuchan porque puedan resultar interrogantes radicales con el fin de ayudar a comprender el sentido de lo que ocurre.

 

Es no ser conformista, es indagar, reflexionar y construir una propia visión acerca del mundo apartándose de la cotidianeidad, lo que nos lleva, a veces, a tener discusiones poco deseadas y agrias. Pero no puede ser la excusa para cambiar una actitud constructiva hacia todo aquello que nos importa y que nos hace continuar con esto que tenemos entre manos que es la vida.

 

Existe en filosofía un tipo de actitud que es la espontánea. Es la que surge de repente y se presenta en cualquier persona buscando el sentido de las cosas en cualquier momento ya que los problemas de cada persona son múltiples como sentimentales, económicos o sociales, incluyendo el amor, la amistad o la relación con los hijos.

 

Hay publicaciones más expertas que hablan de actitud como una disposición nerviosa y mental que va a determinar la forma de responder a cada acontecimiento de forma cognitiva, afectiva y conductual, por lo que en las conversaciones y acciones se combinan aspectos racionales y emocionales con la consecuente influencia de elementos inconscientes.

 

No es posible ir por la vida sin actitud, aunque a veces pensemos que sí hay gente que va sin ninguna. Lo ideal es que seamos positivos, proactivos y racionales por mucho que nos cueste. No es fácil y muchas veces nos frustra no conseguir la actitud deseada.

 

No importa los estudios que tengamos o a lo que nos dediquemos profesionalmente porque la actitud es algo que nos distingue independientemente de todo lo demás. La manera de relacionarnos y de comportarnos nos define muy bien cómo somos. Por eso debemos reflexionar sobre ello, sore nuestros comportamientos y si realmente tenemos una actitud en positiva y con afán de superación podremos emplearnos a fondo para mejorar esos hábitos que nos ayude a cambiar.

 

La actitud se aprende y es sensible a los refuerzos que recibe. Nadie puede meterse en nuestras cabezas para conocer realmente lo que pensamos y sentimos y donde se queda todo es en nuestros actos y en nuestras palabras. Por lo tanto, revisa como te comportas y revisa tus palabras para poder cambiar actitudes. Yo ya estoy en ello.

 

Nacho Redondo es coach, mentor de emprendedores, formador y conferenciante.

 

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