El Ayuntamiento de Guadalajara ha adjudicado la redacción del proyecto de la segunda fase del Parque Municipal de Bomberos a la empresa Parovesa Ingeniería, Arquitectura y Servicios, S.L. por 36.652,35 euros, frente a los 78.650 euros (impuestos incluidos) del presupuesto base de la licitación, para un proyecto que requerirá una inversión total de unos 8 millones de euros. Un contrato que incluye la asistencia técnica de la redacción del proyecto de ejecución, estudio de seguridad y salud, dirección de obra, dirección de ejecución y coordinación de seguridad y salud de esta segunda fase.
La empresa tendrá tres meses para entregar el proyecto y el resto de la documentación, tal y como recoge el contrato, a contar desde la formalización, que se llevaba a cabo el pasado 31 de julio. Por otro lado, y según este mismo documento, “el plazo de los trabajos de dirección de obra, dirección de ejecución y de coordinación de seguridad y salud comenzarán en la fecha de firma del Acta de Comprobación de Replanteo, quedando condicionados al desarrollo de la obra, cuyo plazo se estima en doce meses, y se extenderá hasta la finalización del periodo de garantía. Sin perjuicio de los plazos parciales de ejecución de los trabajos, el contrato tendrá una duración máxima de cuatro años contados desde su formalización”. Los trabajos de ejecución de la segunda fase se simultanerarán con los de la primera, que está previsto que concluyan en junio de 2025, tal y como señalaron desde el Ayuntamiento a una visita a las obras el pasado mes de febrero.
La primera fase, ya en ejecución, ha supuesto un desembolso de casi 5 millones de euros, con un plazo de ejecución de 20 meses. En concreto, se está actuando en una superficie edificable de 2.685,87 metros cuadrados para crear el edificio de uso administrativo, donde se ubicarán las oficinas y centralita en la planta baja y la zona de descanso y oficinas en la primera planta, además una nave, de mayor altura, destinada a aparcamiento y mantenimiento de vehículos, siendo el acceso de los vehículos de extinción por la Avenida de Francia.
Con la segunda fase, valorada en unos 3 millones de euros, se dará por concluido el nuevo parque, que según recoge el pliego de prescripciones técnicas, será uno de los más grandes de Castilla-La Mancha, con cocheras para hasta 20 vehículos, un laberinto subterráneo y una de las torres de maniobras más altas de la región, sobre una superficie de más de 11.000 metros cuadrados
La torre de maniobras, que contará con 553 metros cuadrados de superficie construida, estará formada por dos partes unidas entre sí pero bien diferenciadas y se encuentra en el área operativa del parque. Por una parte, se simulará una vivienda con planta sótano, baja y primera con diferentes particiones para la práctica de rastreo y búsqueda de incendio, así como movimiento sin flexibilidad y extinción y ventilación de incendios.
Esta vivienda contará con una escalera que comunique las tres plantas, además de una rampa de acceso a sótano y puerta de garaje
Por otra parte, la torre de maniobras propiamente dicha contará con ocho plantas sobre rasante con acceso independiente de la vivienda simulada.
El laberinto subterráneo forma parte del área de maniobras del parque, junto con las zonas exteriores que deberán ser urbanizadas. Se realiza con tubos de hormigón prefabricado, enterrados simulando una red de colectores con diversos diámetros, inclinaciones y profundidades, para simular y practicar la orientación y el movimiento en espacios confinados. Este laberinto contará con varios accesos al exterior a través de pozos verticales y estará comunicado con la torre D
La superficie total construida del laberinto subterráneo es de 340 metros cuadrados.
El espacio de perrera tendrá un distribuidor común y habrá espacio para al menos cuatro perros. Cada perrera contará con espacio interior cubierto; una puerta de acceso a un patio individual, que tendrá una parte techada y otra al aire libre, con un suelo de arena.
Igualmente, el edificio contará con una zona de ducha y lavado de los animales, así como una estancia para almacenamiento y mesas de trabajo. La superficie total construida de la perrera es de 60 metros cuadrados.
Por último, la ampliación de la cochera, contempla un aumento de ocho plazas con respecto al proyecto redactado para la Fase 1, que tenía 12 plazas. La altura libre interior mínima será de 7 metros, con unas puertas de acceso de como mínimo, 4,50 metros de alto y 4,50 metros de ancho.
Todas las plazas contarán con alimentación eléctrica y una de ellas se destinará al lavado de vehículos, por lo que incluirá un equipo de lavado a presión.
Por otra parte, la urbanización de la parcela consistirá una gran zona hormigonada y de pavimentos drenantes en el entorno de la cochera y la zona de maniobras, para el tránsito de vehículos pesados, que permita la realización de prácticas y de movimiento de varios vehículos a la vez, así como prácticas de estabilización, excarcelación y extracción de víctimas. Incluirá también el vallado correspondiente, ya definido por el ayuntamiento, una pista perimetral de entrenamiento paralela a dicho vallado y todas las instalaciones exteriores.