Dicen los medios de comunicación, que a pesar de la subida de los precios, el turismo interior de España ha crecido de manera inusitada, unos buscan las playas, otros la belleza de las montañas y la tranquilidad de los paisajes perdidos.
En nuestra provincia, en esa parte vaciada, que escasamente llega a los 60.000 habitantes y en lugares donde la densidad de población es de 0,25 km/2 como la zona extrema de la Sierra Norte. Mientras que el total de la provincia tiene 275.082 habitantes y una densidad de 22,61 habitante km./2, se produce lo que pudieramos llamar un “turismo” de recuerdos y añoranzas, nuestros pueblos “vacíos” la mayor parte del año, ven como su población se multiplica en esos meses de estio, no solo con los que se fueron y ya de avanzada edad vuelven, sino con hijos y nietos que buscan las raíces los recuerdos y tradiciones que escucharon y esa vida que siempre añoraron y contaron los que se vieron obligados a abandonar sus pueblos en busca de mayores oportunidades.
En estos meses los pueblos renacen, las casa cerradas abren sus portones y las personas de antes y las de ahora comparten sentimientos, charlas, familias, amistades… de muchos años y a pesar del paso del tiempo nunca perdidas, sino latiendo en los corazones, con la esperanza siempre de volver a reencontrarlas y revivir situaciones de otros tiempos que nunca olvidaron.
A mi me sucede y supongo que a muchas de las personas mayores , que al llegar al lugar donde nacimos y pasamos la infancia y juventud, yo en Jadraque, mi pueblo, muchas veces ando por las calles, recordando las casas abiertas y hoy cerradas, las tiendas que fueron y que ya no son y sobre todo las personas que estuvieron y ya no están, fueran de mi familia o no, pero que formaron parte de mi vida , de esa vida que ahora recuerdo y que permanecerá perenne mientras haya quienes puedan recordarlas.
El verano en Jadraque, por remitirnos al tiempo de retorno mas intenso de nuestros pueblos, es similar a los de toda la provincia , cambiando los lugares y la historia, muchas veces común, otras diferentes; en mi pueblo el “Castillo del Cid”, permanente vigilante del pueblo , es el que mas atrae nuestros recuerdos, es nuestro símbolo identificatorio, sobre “el cerro mas perfecto del mundo”, que escribia Josè Ortega y Gasset en el año 1918, el “ Castillo de los enamorados", también por los amoríos entre el primer Señor de Jadraque Don Rodrigo Diaz de Vivar y Mendoza y su esposa doña Maria de Fonseca.
En el valle, el río Henares, serpeante entre choperas y cereal buscando su fin al aparearse en Mejorada del Campo con el Jarama, en la dehesilla el “baño de los mozos”, he dicho bien de los mozos, las mozas no gozaban de ese privilegio, hoy una hermosa piscina, evita esa discriminación.
La historia nos lleva en Jadraque a la” Casa de las Cadenas”, casa de un inquisidor como se contempla en escudo heraldico convertido en casona, donde la Princesa de los Ursinos, esperaba a la reina Isabel de Farnesio, la víspera de Nochebuena, para acompañarla a la boda que celebraría en Guadalajara con Felipe V, ese día, 23 de diciembre de 171, la de Ursinos fue abofeteada y expulsada de España por la reina, en una noche fría de nieves. Algo más abajo la casa de Arias de Saavedra, y en ella la Saleta de Jovellanos cofre de historia de la vida del asturiano , con las pinturas de Francisco de Goya ensalzando la mism , la Iglesia de San Juan Bautista, y la ermita de La Soledad, con imágenes esculpidas por Pedro de Mena y Martinez Montañes , la Inmaculada Niña de Zurbaran, pintura hoy depositada en el Museo Diocesano de Siguenza, del mismo pintor extremeño Cristo recogiendo las vestiduras.
En Jadraque sí, pero en la mayoría de los pueblos de nuestra provincia, en esa Guadalajara vaciada, se encierra una importante página de la historia , numerosas tradiciones centenarias, iglesias monumentales, palacios, cuadros de importantes artistas, tapices,… y sobre todo recuerdos y añoranzas, que todo junto hace que se produzca , en los meses de estio un “turismo” de las gentes que fueròn y que son, y que llenan la Guadalajara “vacía”, en busca y goce de sus raíces, con la esperanza de poder encontrarlas.
José María Bris Gallego. Funcionario del Estado. Diputado del Congreso con UCD(1979-1982) Senador con el PP (1986-2000) Vicepresidente de la Diputación Provincial (1983-1987) Alcalde de Guadalajara (1992-2003) Diputado Regional (2003-2011)