"Han sido unas Ferias históricas, las más seguras y participativas de los últimos años". De este modo calificaba la alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos, las Fiestas 2024 de la capital.
Que las Ferias han estado muy bien y han resultado del agrado de los vecinos no se lo negamos. Pero calificarlas de "históricas", suena a triunfalismo, falta de modestia y exceso de arrogancia. Eche el freno señora Guarinos, que todo lo bueno no ha sido tan sólo gracias a su maravilloso equipo de Gobierno, que ha ofrecido pocas novedades y prácticamente ha calcado el programa de 2023, heredado de la anterior Corporación.
Ha sido una Semana Grande en la que también ha habido sus sombras. De esas no se ha hablado en el balance: líos con las peñas, supresión de actividades consolidadas como el Titiriguada o el Concurso Fotofráfico de AFGU, suciedad en muchos puntos, etc.
Pero es cierto que, en general, los vecinos y vecinas se han echado a las calles para disfrutar de las actividades programadas. Esencialmente, por dos motivos.
El primero: el modelo festivo en el centro. Estas son las Ferias que quieren peñistas, hosteleros y ciudadanos en general. Reiteramos el argumento de nuestro Editorial de la pasada semana, esta altísima participación es la prueba de que el modelo festivo en el corazón de la capital está más que consolidado. Y, mal que les pese a algunos, se lo debemos al anterior Gobierno municipal, capitaneado por el socialista Alberto Rojo, quien tuvo la valentía, allá por 2022, de trasladar todo el grueso del programa al casco histórico y acabar así con la paradoja que suponía contar con ‘dos’ Ferias: las del centro y las del Recinto Ferial al otro lado de la A2.
El segundo motivo del éxito ha sido el buen tiempo. Los días cálidos y las noches frescas pero llevaderas han propiciado que las calles del centro estuvieran abarrotadas, especialmente durante el puente festivo. Y es que cualquier actividad que se programe siempre va a ser participativa si la climatología acompaña.
Llegado el momento de las valoraciones, en la rueda de prensa de la alcaldesa poco o nada se habló de los euros que nos han costado las Ferias a los guadalajareños. A preguntas de los periodistas, no se facilitó ninguna cifra concreta. Tan sólo se aseguró que no han costado dos millones de euros, tal y como denuncia el PSOE. Se limitaron a negar la mayor e incluso se atrevieron a decir que han sido las más baratas desde el año 2022.
A la hora de realizar un balance ante la prensa hay que dar la talla. Cierto es que ofrecieron datos muy precisos en materia de seguridad, participación, efectivos de limpieza, etc. Pero cifras económicas, ninguna. Y eso no es de recibo. Porque los vecinos y vecinas pagan SUS fiestas de SUS bolsillos. Por ello, el equipo de Gobierno debería tener la vergüenza torera de explicar cómo y en qué se ha invertido ese dinero.
Aseguran que todavía quedan datos por recabar. Seamos serios. Todas y cada una de las actividades han contado con un presupuesto, aprobado por decretos de Alcaldía o mediante adjudicaciones.
Ya que PP y Vox parecen estar muy ocupados en otras cuestiones, esta Redacción se ha tomado la molestia de acudir a la Plataforma de Contrataciones Públicas del Estado para comprobar algunos de los gastos. En el apartado de licitaciones aparecen 13 adjudicaciones en conceptos varios que no les vamos a relatar para no aburrirles. Sumadas, ya nos da la friolera de cerca de un millón de euros. Si añadimos los 383.000 que costaron los conciertos -que no aparecen en este Portal- la cifra redonda es de 1.375.147 euros. Es decir, más del millón de euros que costaron las últimas Ferias de Alberto Rojo.
Pero la cosa no queda ahí ya que a esta cantidad hay que sumarle los contratos menores que se hayan firmado para Ferias (la publicidad, por ejemplo), las horas extraordinarias que habrá que pagar a los trabajadores municipales y un rosario de servicios más que, sin duda, incrementarán ese presupuesto. Muchos no tememos que, tal y como denuncian los socialistas, la cifra será mucho más alta de lo que al equipo de Gobierno le gustaría reconocer.
Esperemos que, tal y como se ha hecho desde el inicio de la legislatura para ‘explicar’ el famoso ‘agujero negro’ del PSOE, los concejales correspondientes ofrezcan una rueda de prensa para informar y dar cuenta a los guadalajareños. Y en la misma, que expliquen también las modificaciones de crédito que se han venido realizando y que han restado euros de determinadas concejalías para destinarlos a fiestas, toros y pirotecnia.
Los ciudadanos tienen el derecho de conocer en qué se invierten sus impuestos y el Ayuntamiento el deber de informar sobre ello porque gestionan un dinero PÚBLICO. Su obligación es rendir cuentas. Unas cuentas que deben ser claras. Muy claras. Con datos, documentos y las explicaciones necesarias, respondiendo sin evasivas a los medios de comunicación, que somos los transmisores de la información y no sus enemigos como piensa más de uno en el Consistorio capitalino.
Señores del PP y Vox, se deben a sus votantes y a los que no les votaron. Sean claros y transparentes. De otra manera, empezaremos a sospechar que el dinero de todos se mueve a capricho dentro del presupuesto para mayor gloria de las concejalías ‘festeras’ y en detrimento de otras tan importantes como Servicios Sociales, Infancia, Juventud, Diversidad o Igualdad.
Las cuentas claras. No vaya a ser que el chocolate nos salga demasiado espeso y nos cause acidez.
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