Desde las magníficas luces y sonido, atrezzo, vestuario, maquillaje, figuración y todos aquellos detalles junto con todas las personas de la Asociación Gentes de Guadalajara que se involucran en esta representación y organizan este 'tinglao mendocino', consiguen que año tras año la ciudad espere con más impaciencia una nueva cita con el Tenorio Mendocino
El Tenorio Mendocino se subía este fin de semana a los escenarios de sus espacios mendocinos en su XXXIV edición. La Asociación Gentes de Guadalajara regresaba un año más con toda su alegría e ilusión a hacer lo que mejor se les da: Llevar el teatro a la calle.
Por tercer año al cargo de los directores Ana Vélez, César Maroto, Julio Prego y como nueva incorporación en esta edición con Arantxa Orellana.
A las 19:00 horas la Plaza de Santa María comenzaba la recreación de la Guadalajara del siglo XVI entre bailes y jolgorio que nos preparaba para la cita entre Don Juan Tenorio y Don Luís Mejía en la Hostería del Laurel.
A las 21:00 horas ataviado de traje gris y representando al autor de la obra, José Zorrilla, Álvaro Nuño iniciaba como maestro de ceremonias la representación del Tenorio Mendocino.
Foto: Enrique Santana
Don Juan Tenorio, interpretado por Raúl de Pedro, arrancaba la obra al grito: “Cuán gritan esos malditos”, dando paso a la escena de la Hostería del Laurel acompañados de aldeanos, alguaciles y nobles.
Javier Galán repetía como Don Luís Mejía, mientras que Nerea González se estrenaba como Butarelli, dueña de la Hostería del Laurel; José Manuel García repetía un año más como Ciutti, fiel servidor de Don Juan Tenorio; Israel Poudereux y Borja Minchillo representaban a los amigos de Don Juan y Don Luis, Avellaneda y Capitán Centellas; Don Diego, padre de Don Juan, representado por Jaime Riofrío, mientras que Don Gonzalo, padre de Doña Inés, por Hipólito Guijarro. Este año también volvía a aparecer el personaje de Gastón, criado de Don Luís Mejía, representado por Javier Spreáfico.
Foto: Israel Poudereux
Poco después daba paso la segunda escena representada en el exterior del Palacio de la Cotilla como la Casa de Doña Ana de Pantoja, donde disfrutábamos de un previo que nos mostraba los preparativos para el enlace de la pareja. Helena Fernández Trillo representaba en este previo a la 'Mujer de la Cotilla'.
Este año Doña Ana de Pantoja era representada por Silvia Canalejas, Myma Soto y Marisa Martínez como Brígida (viernes y sábado respectivamente) y Lúa Nieto, otro año más, como Lucía, la criada de Doña Ana de Pantoja.
Comenzaba la Celda de Doña Inés con Inés de Alvarado presentando el convento, con Alba Herrero, acto seguido Don Juan Tenorio, raptaba a Doña Inés, representada por Inés Oviedo; María José Olivares y Manuela Hermosilla como madre abadesa (viernes y sábado respectivamente) y Ana Trillo como hermana tornera, acompañados junto con al coro de monjas.
Laura Gallo representaba a la Dama del Infantado donde Don Juan Tenorio declaraba su amor eterno a Doña Inés en su Quinta con el Palacio del Infantado como testigo, donde poco después daba muerte al Comendador y a Don Luis Mejía. Dando paso a la segunda parte de la obra de Zorrilla.
Foto: Israel Poudereux
El Panteón de la familia Tenorio comenzaba con Isaac Urrea como escultor y Francisco Alique como el Don Juan Tenorio que regresa a su Sevilla años después de los hechos ocurridos en su Quinta. Tras conversar con el escultor y ver las estatuas de los que asesinó; Don Luís Mejía y Don Gonzalo, Don Juan encuentra la lápida de su querida Doña Inés.
Acto seguido aparecen sus antiguos compañeros de andanzas, el Capitán Centellas y Avellaneda, representados por Héctor Alcalá y Pedro Pérez donde se disponen a cenar esa noche en la casa de Don Juan para rememorar viejos tiempos. Es entonces cuando Don Juan Tenorio hace una atrevida invitación: Convida al Comendador a su mesa esa noche.
Foto: Enrique Santana
Con la fachada del Palacio del Infantado como aposento de Don Juan Tenorio, María Nieva presentaba el espacio mendocino como Dama de los Remedios. Comenzaba entonces la cena junto al Capitán Centellas y Avellaneda, que tras desmayarse los dos, Don Juan recibe la visita inesperada del Comendador y la Sombra de Doña Inés. Poco después, Don Juan Tenorio es asesinado por el Capitán Centellas en la puerta de su casa.
Arrancaba la parte final de la representación con el cortejo funerario de Don Juan Tenorio, con un Don Juan arrepentido por sus pecados y el Comendador que intenta llevárselo al infierno. Justo después aparece Doña Inés, representado por Rebeca Garrido, para salvar a Don Juan y perecer juntos para siempre.
Desde las magníficas luces y sonido; atrezzo; vestuario; maquillaje; figuración y todos aquellos detalles junto con todas las personas de la Asociación Gentes de Guadalajara que se involucran en esta representación y organizan este 'tinglao mendocino', consiguen que año tras año la ciudad espere con más impaciencia una nueva cita con el Tenorio Mendocino.