Pese a que la morosidad de la banca se sitúa en zona de mínimos de 15 años, la gran mayoría de los hogares españoles muestra un serio problema de sobreendeudamiento que se debe corregir mediante campañas de educación financiera
A alguien con dos dedos de rente le resulta difícil entender como una persona con unos ingresos limitados, aunque sean altos, y con elevados niveles de endeudamiento o con elevados gastos pueda pedir un préstamo para irse de vacaciones. Algo que es más frecuente de lo que podamos creer. Este comportamiento pone de manifiesto los bajos niveles de educación financiera ante la incapacidad de distinguir la deuda buena, aquella que aportan un lugar donde vivir o ingresos a medio y largo plazo, de la deuda mala, enfocada en el consumo puro y duro mediante el abuso del crédito.
Los datos en España en este sentido son desalentadores. El grado de sobreendeudamiento de los ciudadanos y familias españolas sigue deteriorándose año tras año, alcanzando cifras realmente preocupantes. Según un estudio realizado por la Asociación Española de Consumidores, ocho de cada diez españoles está sobreendeudados y ofrece un perfil de impago potencial en el medio plazo.
La encuesta realizada entre los consumidores españoles muestra que el 80% tienen cierto sobreendeudamiento al tener prácticamente todos los ingresos destinados a afrontar gastos fijos. Eso implica, comprobada su situación financiera, una alta dificultad a la hora de cubrir sus gastos personales y y afrontar sus obligaciones financieras. Sobre todo, si se produce una situación inesperada y sobrevenida que requiera un gasto inmediato.
Al respecto se pone de manifiesto cómo la subida de la cesta de la compra, del pago de las viviendas, de los suministros o de los carburantes han tenido un importante impacto en las economías domésticas. De estos consumidores endeudados en exceso, el 93% se ha visto seriamente afectado y casi con el agua hasta el cuello por culpa de la subida de las hipotecas y la desfavorable situación económica actual con la crisis de precios de la cesta de la compra.
Por tanto, en todos estos casos se trata de un sobreendeudamiento pasivo en tanto que en la mayoría de casos se corresponde a situaciones inesperadas. Además, el 70% de ellos tienen pagos pendientes de tarjetas de crédito o en préstamos, señala el estudio de la Asociación de Consumidores.
Esta situación está generando el aumento de una práctica muy peligrosa, la de asumir el pago de una deuda con otra. Del orden de un 24% de los encuestados reconoce estar recurriendo a instrumentos financieros para pagar las cuotas pendientes. Este tipo de operaciones suponen un alto riesgo, pues en la mayoría de las ocasiones suelen tener un tipo de interés aplicado más alto.
Esta fuerte presión tiende a generar problemas de impago al tener el efecto de una bola de nieve cayendo por la pendiente nevada. El 76% de los encuestados ha tenido algún retraso dejando sin abonar una obligación por pequeña que sea.
Unas cifras alarmantes que han motivado a la Asociación Española de Consumidores a reclamar a las Administraciones Públicas, Colegios Profesionales y empresas medidas efectivas para abordar estas cuestiones tan comprometidas para las familias españolas mediante foros o campañas de educación financiera con vistas a mejorar la posición de los consumidores.
Al mismo tiempo, sede la asociación se ha lanzado una serie de recomendaciones básicas de consumo para reducir y evitar en la medida de la posible estas situaciones límite:
• Hacer una evaluación de nuestros ingresos y ver si son suficientes para cubrir los gastos fijos y variables. En esta comparativa debemos tener en cuenta la variable 50-30-20: 50% a pagar los gastos fijos (préstamos, alquiler, alimentación, suministros...), 30% destinado a gastos variables que pueden ir desde el ocio hasta determinadas compras no imprescindibles y un 20% al [ahorro](https://eldecanodeguadalajara.com/index.php/news/9787/mejorar-la-productividad-es-clave-para-aumentar-los-salarios-y-recortar-la-jornada-laboral/).
• Después de constatar que podemos estar en estado de sobreendeudamiento o que estamos en riesgo de caer en él, es necesario evaluar nuestra economía personal o familiar y trazar un plan para revertir dicha situación.
• Evitar entrar en retrasos en los pagos lo que nos llevaría a entrar en listados de morosos o que paguemos elevados intereses de demora.
• Por supuesto, no adquirir más deudas.
• Reducir o eliminar al máximo el uso de las tarjetas de crédito
• Eliminar gastos innecesarios.
• Diseñar un plan de pagos con un calendario que se debe cumplir
Pese a todo, en la sociedad española se observa un alto grado de responsabilidad a la hora de afrontar sus compromisos financieros. Aunque el crédito al consumo vive un particular 'boom' después de que el saldo vivo haya rebasado la barrera de los 102.000 millones, niveles récord de la burbuja inmobiliaria, la morosidad de la banca española se mantiene en mínimos desde 2008.
Julio Muñoz. Periodista de información económica y experto en comunicación.
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