La Mingaña, contracción de "me engaña", también conocida como Migaña o Magaña, es un tesoro lingüístico del Noreste del Señorío de Molina, lindante con la provincia de Zaragoza. Es una jerga utilizada desde finales del siglo XIX o principios del XX por personas que viajaban por causa de su profesión: esquiladores, cardadores, colchoneros, músicos, buhoneros, tratantes...
De la Mingaña se adjudican su inicio los municipios de Fuentelsaz, Milmarcos y también Maranchón. Nace de que las profesiones que hemos indicado, que viajaban mucho y abandonaban sus pueblos largas temporadas, a veces viviendo en casa de los que les contrataban para efectuar su trabajo, buscando la privacidad, utilizaban este lenguaje que solo ellos conocían.
El lenguaje esta formado por palabras inventadas (jeringonza) y otras de origen vasco y catalán. Con uso principal de sustantivos, adjetivos calificativos y verbos -el más usado el acurbar, ser o estar- esta jerga singular se extendió por las rutas de Luzón, Algar de Mesa, Mochales, Villel de Mesa, La Yunta, Cillas, Embid, Alustante, Traid, Alcoroches, Hinojosa..., atravesando los límites provinciales por tierras de Castilla y Aragón, llegando a lugares como Beteta y Priego (aquí lo utilizaban los alfareros) en Cuenca, Albarracín, Belchite, Blesa y Muniesa, en Teruel, y Daroca o Calatayud, en Zaragoza.
De la Mingaña o Migaña, como dicen en Milmarcos, han escrito estudiosos y conocedores de nuestra provincia como José Sanz y Díaz (1907-1988), nacido en Peralejos de las Truchas, que la equiparaba al 'caló' de los gitanos, poniendo de ejemplo que en el argot (jerga) gitano a los ojos se les denomina 'clisos' y, en la jerga molinesa, 'clises'. Como dato curioso señalar que José Antonio Ochaita (1905-1973), en el 'Porompompero', al referirse a los ojos también utiliza esta palabra: "A los clisos de mi cara/ les voy a poner un candao/".
En 1986 el Premio Nobel de Literatura de 1989, Camilo José Cela (1916-2002) en su 'Nuevo viaje a la Alcarria', también hace referencia a ella: "Los muleros de Maranchón, hablan entre si chalan, jerga que no se entiende demasiado, los de Fuentelsaz y Milmarcos lo que hablan es la migaña o magaña, esmerada jeringonza que esta casi desapareciendo". En este último comentario, por desgracia, acierta. Los pueblos de la España vaciada van perdiendo habitantes y las personas se van haciendo mayores llevándose con ellas costumbres y tradiciones. En el tema de la Migaña hay que reconocer el trabajo de conservación y recuperación que llevan a cabo la Asociación de Amigos de Milmarcos que, en 1979, publicó un diccionario con 306 palabras traducidas al castellano y ahora llevan más de 500 con el apoyo del Ayuntamiento, presidido por Fernando Merchán.
Habiendo surgido en Cataluña, una defensora del lenguaje -de la que ella dice que "más que lenguaje es un forma de vida"- Blanca Gotor, de Fuentelsaz, hija de un esquilador, que cuando en 1950 se estableció la SEAT en la región catalana, emigró, según dice Blanca, con el 90% de la población de su pueblo. La escritora es licenciada en Bellas Artes, profesora del Instituto Salvador Espriu de El Clot de Barcelona, y habla de su progenitor, de la Mingaña que le enseñó. También trabaja en un diccionario del lenguaje y ha reescrito dos cuentos famosos utilizando la Migaña: 'Caperucita Roja', 'La cachorra del Casimiro', el 'Gato con botas” y 'Sandoque con morrascosos'.
Ponemos alguno ejemplos más del empleo de la Migaña: "Dica el vale que figa navega de manduca", "Mira qué cara de burro tiene el amo", "El muleto acurba retozón", "La comida es mala", "Dica la cimila acurba gallarda", "Mira la chavala es guapa".
Terminamos con algunas palabras extraidas del diccionario 'migañés': abuelo, 'conscojar'; beso, 'chupendo'; cementerio, 'cortijo de los callaos'; bailar, 'paturrear'; arroz, 'valencia'; cama, 'piltra'; Zaragoza, 'huerto Jesemaní'; nariz, 'napia'; peseta, 'peluquín'; sal, 'tierzo'; uvas, 'vizcas'; viejo, 'carroño'; yo, 'limes'. Y el deseo de que este tesoro lingüístico sea protegido por las instituciones como acerbo cultural inigualable del Señorío molinés y de nuestra provincia.
José María Bris Gallego. Funcionario del Estado. Diputado del Congreso con UCD (1979-1982) Senador con el PP (1986-2000) Vicepresidente de la Diputación Provincial (1983-1987) Alcalde de Guadalajara (1992-2003) Diputado Regional (2003-2011)