Las grandes empresas empiezan a asumir la necesidad de mejorar los salarios

Publicado por: Julio Muñoz
19/02/2023 08:00 AM
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Imagen: Pexels. Anamul Rezwan.
Imagen: Pexels. Anamul Rezwan.

Los problemas de competitividad se deberán compensar con una mayor productividad 

 

El reciente acuerdo alcanzado entre Inditex con los sindicatos UGT y CCOO para fijar un salario mínimo a sus trabajadores supone un paso importante hacia la normalización de la idea de dignidad laboral y salarial. Esta decisión, que ha servido para lograr un importante golpe de imagen en el mercado, probablemente contribuirá también a elevar la fidelidad y la productividad en la compañía. En concreto, el grupo textil presidido por Marta Ortega abonará a sus empleados en tiendas en España un salario mínimo de 18.000 euros anuales. Importe al que se añadirán otros conceptos incluidos en los convenios provinciales relacionados con antigüedad, variables, comisiones o nocturnidad, entre otros. 

 

Todo ello después de que el Consejo de Ministros haya hecho oficial el incremento de un 8 % del Salario Mínimo Interprofresional (SMI) desde los 1.000 euros mensuales distribuidos en 14 pagas hasta los 1.080 euros, lo cual supone 15.120 euros al año. 

 

Una vez publicada ya en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la subida se deberá aplicar con efecto retroactivo desde el 1 de enero de 2023. Eso quiere decir que la nómina del mes correspondiente a su entrada en vigor debe incluir el incremento salarial que suponga al trabajador desde enero. 

 

El incremento lo experimentarán aquellas personas que estén cobrando por debajo del nuevo SMI. En el caso de los trabajadores que perciben un salario superior al mínimo, en conjunto y cómputo anual, esta subida no les afecta porque queda absorbida o compensada. Entre los sectores más beneficiados aquellos que tienen un salario más ajustado al SMI como es el caso, por ejemplo, de las personas empleadas en el hogar o de los trabajadores agrícolas. 

 

Pero estas no son las únicas dudas que estos cambios generan tanto entre trabajadores como entre empresarios. El SMI afecta a aquellos trabajadores con jornada completa, pero eso no quita que beneficie también a empleados a jornada partida o a horarios inferiores a las 40 horas. Al respecto, las empresas deberán incrementar los salarios de sus trabajadores que sean inferiores al actual SMI, en su conjunto y en su cómputo global. En este sentido, los expertos recuerdan que, si el trabajador no realiza una jornada completa, el salario se aplicará de manera proporcional. 

 

Mayores prestaciones y mejora de la protección social 

 

Estos cambios también se dejarán sentir en las prestaciones sociales y los subsidios de la Seguridad Social. La revalorización de las pensiones lleva su propia vía al margen de SMI, pero este sirve como indicador de referencia de cálculo a la hora de determinar si una persona puede ser o no beneficiaria del subsidio por desempleo, de la pensión de orfandad o de la pensión de viudedad, en algunos casos. Además, también se utiliza para determinar la cuantía máxima de la prestación por desempleo cuando se tienen hijos a cargo. 

 

De este modo, al aumentar el SMI también crece el umbral de rentas que determinan que una persona pueda optar a las pensiones o subsidios pertinentes. Algo que sin embargo no afecta a la hora de percibir ayudas públicas. En este caso, la subida del SMI no influye, pues las ayudas se referencian al Iprem (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples). 

 

Respecto a la retribución al fisco tampoco tiene grandes efectos. Los contribuyentes con rendimientos íntegros del trabajo inferiores a los 22.000 euros anuales no están obligados a declarar el IRPF en caso de un solo pagador. Desde el primero de enero de 2023, este límite es de 15.000 euros en determinados supuestos, entre ellos, cuando dichos rendimientos procedan precisamente de más de un pagador. 

 

De este modo, algunos expertos creen que la subida del salario mínimo servirá para una mayor retribución de la riqueza y la reducción, por tanto, de los márgenes de pobreza en un entorno de países como es la Unión Europea donde también se está apostando por este incremento.  

 

En el lado negativo, el SMI podía generar problemas de competitividad 

 

La subida del SMI se dejará sentir también en el aumento de las bases mínimas de cotización, ya que estas son el SMI incrementadas en una sexta parte. Además, también suben un 8% las bases mínimas de cotización que son el módulo de cálculo que sirve para conocer la cuota que pagan a la Seguridad Social empresas y trabajadores. Como es lógico, este crecimiento implica unas cotizaciones mayores en ambos casos. Esto hace esperar una inminente modificación de la recién publicada orden de cotización. 

 

Se van dando así paso hacia adelante en la relación laboral entre trabajadores y empresarios, aunque también tiene algunos inconvenientes. Esta subida salarial supondrá un importante incremento de los costes, principalmente para pymes y micropymes que conforman más del 95 % del tejido empresarial español.   

 

En consecuencia, se corre el riesgo de un incremento del desempleo ante posible la deslocalización de la producción, de aquellas empresas que se lo puedan permitir, hacia países con mano de obra más barata. O bien se puede producir un encarecimiento de los productos, lo cual a la larga generaría una economía menos competitiva frente a los mercados exteriores, básicamente fuera de la Unión Europea. Problemas que se deberán ir conjugando poco a poco mediante el impulso de la productividad, uno de los principales agujeros de nuestra economía.  

 

Julio Muñoz es periodista de información económica y experto en comunicación.

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